Windows 11, así como su predecesor, integra una función con que podemos comprimir los archivos base del sistema operativo. Un pequeño truco con que ahorrar entre 4 y 8 GB en el disco duro. Esta herramienta, heredada del funcionamiento de los portátiles, se puede activar o desactivar en todo momento de manera manual. Incluso Windows la habilita automáticamente cuando detecta poco espacio libre.
Peor lo más importante de compactOS, aparte de aumentar la eficiencia de memoria en el disco, es que también tiene un lado negativo. Y es que puede llegar a penalizar el rendimiento. A la hora de descomprimir archivos de manera regular, algunos ordenadores soportan una carga extra (especialmente si no cuenta con un SSD o buen procesador).
Por lo que antes de activar o desactivar, ese esencial que sepas si tu sistema Windows está utilizando este modo y las consecuencias que tiene al instalar nuevas actualizaciones, moverse entre versiones o mejorar al máximo la capacidad del disco. Una función oficial de Windows para ir un paso más allá a la hora de gestionar los recursos de nuestro PC.
Cómo comprobar la función compactOS
CompactOS se encuentra disponible de manera predeterminada tanto en Windows 10 como Windows 11. Y está pensado para ganar un filón extra en cuanto a la capacidad de almacenamiento del equipo. En un inicio, se ideó para equipos de Windows como mini PCs, tablets o portátiles más económicos, pero de igual manera se encuentra disponible para cualquier sistema que quiera optimizar su espacio. Y es que puede llegar a liberar de 4 a 8 GB de espacio en disco. Un ahorro que se nota especialmente si tenemos una partición pequeña especialmente pensada para actualizaciones o instalar programas pesados
Su gestión es igual de sencilla y se lleva a cabo de manera en Windows 11 y 10. Solo tienes que abrir el Símbolo del sistema (escribir CMD en la barra de tareas y clic derecho, ejecutar como administrador).
Para consultar si compactOS está activo, solo tienes que escribir este comando:
compact /compactos:query
De esta manera, el propio símbolo del sistema nos lanzará un mensaje sobre el estado de la función en nuestro PC:
Por lo que, en caso de que desees activarlo, solo tienes que ejecutar el siguiente comando:
compact /compactos:always
En el caso contrario, en que quieras desactivarlo, solo tienes que ejecutar el comando contrario:
compact /compactos:never
Tanto un proceso como otro tarda entre 10 y 20 minutos en realizarse, aunque dependerá específicamente de la velocidad de nuestro disco o procesador.
Cuándo activar compactOS
CompactOS es una herramienta muy útil si se da la situación de que nuestro equipo posee una unidad pequeña (por ejemplo, 64 GB o menos) o si necesitas espacio de manera urgente. Por su parte, Microsoft recomienda que solo se active en caso de necesidad. Por lo que si tienes espacio libre y un SSD rápido, no notarás ventajas y puede permanecer desactivado con toda tranquilidad.
Pero esta compresión también tiene consecuencias para Windows, especialmente a la hora de descomprimir algunos archivos. Y es que puede provocar retrasos al abrir aplicaciones, mover archivos o a la hora de instalar grandes actualizaciones. Una incidencia que se puede agravar más aún si tu procesador no es potente o no cuentas con SSD, sino con HDD en su lugar. Pero en ordenadores con componentes de nivel medio o alto, su impacto es prácticamente mínimo y solo se nota en tareas puntuales. En este tipo de casos, es mejor priorizar la velocidad del equipo y mantenerlo desactivado hasta el extremo caso en que se necesite.
Pros y contras
Aunque a simple vista puede parecer una función que solo nos aporta ventajas, esto no siempre es así. Y, si queremos evitar problemas, es necesario conocer claramente los pros, y los contras, de estas herramientas.
Ventajas:
- Ahorro de espacio inmediato. Al comprimir los archivos esenciales del sistema operativo, es posible recuperar entre 1 y 2 GB en instalaciones limpias. E incluso más en equipos con muchas actualizaciones acumuladas.
- Sin pérdida de funcionalidad. El sistema operativo sigue funcionando con total normalidad, ya que la compresión se aplica de forma transparente a nivel de sistema de archivos y no en otra capa del sistema.
- Ideal para equipos con poco almacenamiento. Esta función es especialmente útil en portátiles con memorias tipo eMMC o que tengan unidades SSDs de poca capacidad (32/64 GB), donde cada giga cuenta.
- Reversible. Si nos arrepentimos de haberlo activado, es posible desactivarlo de nuevo en cualquier momento con un simple comando, restaurando los archivos a su estado original.
Inconvenientes:
- Mayor uso de CPU. Al tener que descomprimir archivos en tiempo real, es posible que pueda aumentar ligeramente la carga del procesador, especialmente en equipos antiguos o con CPUs de gama baja.
- Impacto en el rendimiento. Aunque en ordenadores modernos no vamos a notar nada, en sistemas con pocos recursos puede notarse una ralentización al abrir determinadas aplicaciones o durante el arranque del SO.
- No compatible con todos los escenarios. Algunos entornos corporativos, o configuraciones personalizadas, pueden tener problemas a la hora de comprimir ciertos archivos del sistema.
Además, debemos tener en cuenta que esta función puede generarnos algunos conflictos con actualizaciones del sistema, haciendo que Windows Update falle bajo algunas condiciones muy específicas. Y algunos programas, y herramientas, de terceros pueden fallar igualmente. Por lo tanto, es vital tener en mente estos errores por si acaso nos topamos con ellos.
