5 trucos para que Google Chrome se abra al instante cuando lo ejecutas y vaya más rápido

Google Chrome puede considerarse como el rey de los navegadores en el panorama actual. Pero que sea, probablemente, el navegador más optimizado, no lo aleja de que también pueda sufrir en sus funciones e ir más lento. Con el tiempo, y como todo programa, sufre la carga del caché, las extensiones que soporta, etc.
Pero ahí es donde entramos nosotros, el factor humano, para equilibrar la balanza en busca de una mejor funcionalidad. Para ello, hoy hemos recopilado cinco pequeños trucos para sacar a flote de nuevo a nuestro navegador. Muchas veces, por ejemplo, activamos funciones innecesarias u olvidamos borrar datos que sobran por completo. Así que, como no necesitamos ser ingenieros informáticos para poner a punto a Google Chrome, vamos allá sin más dilación.
Actualiza Google Chrome regularmente
La importancia de este punto es fundamental. Las actualizaciones de Chrome no solo optimizan el funcionamiento y la rapidez del programa, sino que también se encargan de parchear cualquier problema de seguridad asociado al mismo.
Si quieres ver qué actualizaciones hay disponibles, pincha arriba a la derecha, sobre los tres puntos verticales que dan pie a las opciones del navegador, selecciona «Ayuda» y, por último «Información de Google Chrome». En el momento en que entres al siguiente menú, el propio navegador se encargará de buscar e instalar las actualizaciones por ti.
Elimina o desactiva extensiones
Las extensiones pueden sernos muy útiles para sacar un mejor partido de nuestro navegador, pero hay veces que ha llegado el punto en que no nos damos cuenta y hemos sobrecargado a Chrome con las mismas. Y este apartado es especialmente importante porque suelen consumir muchos recursos de nuestro PC y, por consiguiente, ralentizar también el navegador.
Para desactivarlas o eliminarlas, acude de nuevo a los tres puntos, selecciona «Extensiones» y luego «Gestionar extensiones». Ahí verás todas las que tienes instaladas y podrás hacer balance de lo útiles que te son.
Activa la función de ahorro de memoria
La función «ahorro de memoria» ese encarga de liberar recursos por nosotros. Y en este caso, se centra en las pestañas inactivas.
Si queremos configurarlo, de nuevo deberemos acudir a los tres puntos verticales de arriba a la derecha y seleccionar «Configuración». Una vez dentro, deberemos desplazarnos hacia abajo hasta que lleguemos a «Rendimiento». Y ahora que ya la tenemos delante, solo tenemos que activar la opción «Ahorro de memoria».
Gestiona las pestañas abiertas
Cuantas más pestañas tengamos abiertas, más memoria va a consumir Google Chrome, y por lo tal, más se va a ralentizar. Intenta siempre mantener el mínimo número posible de pestañas activas. De hecho, tenemos herramientas para agruparlas.
Puedes hacer clic derecho en una pestaña y luego seleccionar «Añadir pestaña al nuevo grupo». Cuando asignes el nombre del grupo, podrás identificarlo con facilidad y añadir más pestañas al mismo.
Limpia los datos de navegación
Igual que nosotros adquirimos vivencias, Chrome acumula diferentes datos de navegación, como pueden ser tanto la caché como las cookies. La acumulación de estas influye bastante sobre la velocidad de nuestro navegador, así que son carne de cañón para eliminarlas.
De nuevo, haz clic en los tres puntos de arriba a la derecha y selecciona «Eliminar datos de navegación». Por último, el navegador te pedirá tanto el intervalo de tiempo como los tipos de datos que quieres eliminar. Así que selecciona lo que prefieras y haz clic en «Borrar datos».