En la mayoría de las ocasiones, cuando nos sentamos frente a nuestro ordenador, nos encontramos con un equipo basado en el sistema operativo Windows de Microsoft. El mismo nos ofrece todo lo necesario para trabajar sin problema en la práctica totalidad de los modos de uso que necesitemos.
A la hora de facilitarnos las cosas en este sentido, ya se encarga el gigante del software gracias a un producto que no ha parado de mejorar a lo largo de las últimas décadas. Todo ello a base de nuevas versiones y actualizaciones que nos llegan de forma periódica para cubrir las necesidades de cada época. A pesar de sus errores, sin duda Windows es un sistema operativo altamente funcional y potente para cubrir las necesidades de la mayoría.
De ahí precisamente que desde hace muchos años se haya convertido en el favorito para muchos a la hora de trabajar con sus equipos de sobremesa. Sin embargo, Microsoft no solo se preocupa de todo aquello relacionado con la funcionalidad de su sistema. Tal y como recientemente ha demostrado con el lanzamiento de Windows 11, la interfaz y aspecto del software también juegan un papel fundamental.
De ahí precisamente que tengamos la posibilidad de configurar y personalizar una buena cantidad de parámetros y opciones para adaptar el aspecto de Windows a nuestras necesidades. De hecho, en ocasiones se puede dar el caso de que incluso tengamos problemas de visión y nos cueste trabajar y pasar muchas horas frente a este sistema operativo. A continuación, os vamos a hablar de una serie de cambios que podéis hacer en el mismo para mejorar su visualización y experiencia general con el PC.
Adapta la interfaz de Windows si no la ves bien
De esta manera tendrás la posibilidad de realizar algunos sencillos cambios, incluso si no tienes conocimientos avanzados de Windows, para ver mejor sus diferentes apartados. Y es que trabajar muchas horas con el PC y no visualizar bien el sistema operativo puede convertirse en un serio inconveniente.
- Utiliza otro color de énfasis: si tenemos problemas a la hora de distinguir los colores, podemos personalizar desde la aplicación de Configuración el color de énfasis que va a utilizar Windows en toda su interfaz. Disponemos de varios predeterminados o podemos crear uno propio.
- Cambia la resolución de la pantalla: en ocasiones nos costará distinguir los textos e imágenes que aparecen en el sistema, de ahí que modificar la resolución predeterminada nos ayude a ver mejor. Basta con que pinchemos con el botón derecho en el Escritorio y seleccionamos Configuración de pantalla
- Personaliza las fuentes: el sistema de Microsoft viene con una serie de fuentes o tipos de letra predeterminados. Pero si tenemos problemas en la lectura de determinados textos, desde Configuración / Personalización podremos modificar y personalizar este apartado.
- Cambia el tamaño de los iconos: con solo pulsar con el botón derecho en el Escritorio de Windows tenemos la posibilidad de agrandar los iconos del sistema si los vemos demasiado pequeños.
- Modifica la escala de visualización: de forma predeterminada la escala de visualización que utiliza Windows es del 125%, pero desde la aplicación de Configuración podremos aumentar este valor si tenemos problemas de visualización.