¿Tendré que reinstalar todos mis programas si actualizo desde Windows 10 a Windows 11?

El paso de Windows 10 a Windows 11 es una transición que todo usuario de Windows deberá llevar a cabo antes o después. Sin embargo, una de las dudas más comunes puede ser es la preocupación sobre la necesidad de reinstalar programas. A priori, uno de los métodos para actualizar a Windows 11 no quiere decir que perdamos nuestros programas. Pero, ojo, porque si formateamos desde cero, sí que nos afectará.
Si optas por una actualización a través del servicio de Windows Update, tus programas y archivos se mantendrán a salvo. Es crucial que entendamos las diferencias entre ambos métodos para planificar de manera adecuada tu transición y evitar cualquier catástrofe para nuestras expectativas. Por lo que vamos a ver en detalle cómo funcionan ambos escenarios para que puedas tomar tu decisión basándote en salvar tus programas (o no).
Instalación de Windows 11 mediante Windows Update
Actualizar a Windows 11 mediante Windows Update puede ser el más sencillo (y seguro) de los dos métodos si no queremos complicarnos la vida. Este método está específicamente diseñado para salvaguardar nuestras aplicaciones, archivos y configuraciones:
- Conservación de programas: todos los programas que tenemos en el equipo se mantendrán donde estaban tras migrar a Windows 11.
- Archivos personales: nuestros documentos, imágenes y demás archivos no se verán afectados por este método.
- Configuración: la mayoría de las preferencias que hayamos configurado en Windows 10 se mantendrán en Windows 11.
Sin embargo, no todo está ensamblado de una manera perfecta. Debemos tener en cuenta dos factores distintos. El primero es que las aplicaciones más antiguas o incompatibles podrían no funcionar de manera correcta tras la actualización. El segundo es que recomendamos que hagas una copia de seguridad de tus datos más importantes antes de llevar a cabo cualquier paso, por mera precaución.
Instalación de Windows 11 mediante formateo
El hecho de que formateemos nuestro PC para luego instalar Windows cambia todas las reglas del juego. El formateo elimina cualquier dato personal de nuestro PC, así que deberemos reinstalar todos los programas tras haber finalizado la instalación de Windows 11. Ello conlleva que todos los archivos y configuraciones también se perderán, a no ser que realices la tan útil copia de seguridad de antemano. Sin embargo, gracias a este formateo, obtendremos un sistema operativo totalmente nuevo y sin configuraciones ni programas anteriores.
Como te hemos explicado, es de una enorme importancia, sobre todo con este método, que hagamos una copia de seguridad de nuestros datos. Además, no olvides tener a mano las claves de la licencia de Windows y los instaladores de los programas necesarios para ti. Conviene recordar que este método resolverá los problemas más profundos del sistema, pero a cambio, conlleva un mayor tiempo de instalación.
Independientemente del método que finalmente escojamos, debemos tener cuatro puntos clave en mente:
- Copia de seguridad: sea uno u otro método el elegido, hazla siempre antes de cualquier actualización.
- Verifica la compatibilidad de tu hardware con respecto a Windows 11.
- Actualiza los drivers de todos tus dispositivos.
- Asegúrate de tener suficiente espacio libre en el disco duro para llevar a cabo la instalación del SO.
Como ves, todo depende de cómo prefieras llevar a cabo la actualización. En cualquier caso, si tu prioridad absoluta es no perder los programas, deberás utilizar el servicio de Windows Update.