Mantener los drivers del ordenador siempre actualizados en sus últimas versiones es esencial si queremos asegurarnos de que todo funciona como debería. Sin embargo, muchos usuarios piensan que esta es una tarea complicada y no se atreven a hacerlo ellos mismos, dejando su PC sin actualizar, o delegando esta tarea en programas de terceros o en Windows Update. El problema es que, a la larga, todo esto puede darnos problemas, sobre todo si los drivers que estamos actualizando de manera desatendida son los de una tarjeta gráfica NVIDIA.
Si usamos nuestro ordenador para jugar, seguramente tengamos una tarjeta gráfica bastante potente. De lo contrario, si no jugamos ni usamos programas muy potentes, la GPU es prescindible, siempre y cuando la CPU de nuestro ordenador tenga chip gráfico. La instalación y actualización de drivers ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Ahora mismo, Windows es capaz de buscar, bajar e instalar casi cualquier controlador de manera automática a través de Windows Update. Sin embargo, si quieres que tu PC funcione a pleno rendimiento y de la mejor manera posible, no deberías confiar ni en esta herramienta, ni en otros programas para actualizar drivers.
Y menos en los de la gráfica
Windows Update instala los drivers… pero no los últimos
Las últimas versiones de Windows son capaces de detectar los nuevos componentes que conectamos al ordenador, buscar y bajar los drivers de manera automática. Esto es muy cómodo cuando instalamos Windows desde cero, o cuando no tenemos conocimientos suficientes para hacerlo nosotros mismos. Pero ¿realmente merece la pena?
En el caso de los drivers de NVIDIA, Windows Update nos permite descargar una versión estable de los mismos. Pero esta no es la última versión disponible. A veces, incluso va varias versiones por detrás. Además, nos descarga una versión genérica de los controladores, por lo que no tendremos las optimizaciones de los Game Ready ni de los Studio.
Y no solo eso, sino que, además, nos instala los controladores a pelo. En el mejor de los casos nos puede bajar el Panel de Control de NVIDIA, pero nada más. Nos quedamos entonces sin las librerías PhysX, sin los controladores de audio para HDMI y sin otros añadidos. Además, podemos olvidarnos del GeForce Experience, la herramienta que nos ayuda a optimizar los juegos y los programas para nuestro PC.
En resumen, lo que obtenemos si bajamos los drivers de NVIDIA desde Windows Update es:
- Una versión desactualizada, no preparada ni optimizada para los juegos nuevos.
- No disponer del Panel de Control ni de GeForce Experience.
- Sin drivers Game Ready o Studio.
- Falta de controladores adicionales o librerías como PhysX.
- Imposibilidad de realizar una instalación limpia de los drivers.
Y todo esto podemos solucionarlo instalando a mano los drivers.
Descargar los drivers
Debemos perder el miedo a instalar y actualizar los drivers de las tarjetas gráficas, ya sean NVIDIA o AMD. En la web de la GPU podemos encontrar un sencillo asistente que nos permitirá bajar la última versión de los controladores con apenas un par de clics. Además, si no conoces tu PC, puedes usar estos programas para conocer la gráfica que tienes y elegir el modelo concreto en la web.
Una vez bajado el driver, simplemente ejecutamos el asistente haciendo doble clic sobre él, y seguimos los pasos. En el proceso instalaremos (en el caso de NVIDIA) también el GeForce Experience para optimizar los juegos y, además, recibir avisos cuando salga una nueva versión, olvidándonos así de Windows Update.