El reglamento de la IA de la Unión Europea ya está en vigor: primeras prohibiciones y multas

Con el paso de los meses, las plataformas IA cada vez forman parte más importante de las vidas de millones de usuarios. Y parece ser que la cosa no ha hecho más que empezar, ya que esta es una tecnología que nos deparará enormes progresos.
Son muchas las empresas que están apostando por sus propios proyectos para hacerse un hueco en este creciente mercado. Pero al igual que ha sucedido en el pasado, el mal uso de estas aplicaciones y plataformas no se ha hecho esperar. De ahí que se estén empezando a tomar una serie de medidas para limitar y reglamentar el uso de la inteligencia artificial a nivel global.
Protección de la Unión Europea contra las plataformas IA
Como no podía ser de otro modo, en este caso la Unión Europea ha querido tomar cartas en el asunto, estableciendo una serie de normas y reglamentos que se deben cumplir. Es más, en estos instantes se están empezando a ver las primeras prohibiciones y multas en este sentido.
De hecho, en estos momentos podemos afirmar que hace solo unas horas la Unión Europea ha dado un gran paso lanzando una regulación aprobada en el pasado mes de marzo de 2024. Y es que desde hace solo unas horas, ha empezado a aplicarse parte del Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea.
Aquí hablamos de una normativa que impone restricciones a los sistemas IA y establece sanciones para los que no cumplan con los nuevos requisitos impuestos por la UE. Son medidas de obligado cumplimiento y se quiere proteger a los ciudadanos de aquellas plataformas que vulneren derechos fundamentales, atenten contra la privacidad, o representen una amenaza para la seguridad.
Es importante tener presente que las empresas responsables de estas plataformas IA podrían enfrentarse a multas de hasta 35 millones de euros, o un 7 % de su facturación anual.
Prohibiciones de uso para la inteligencia artificial
Basándose en esta nueva normativa que se ha puesto en marcha hace solo unas horas, por ejemplo, las empresas ya no pueden usar la IA para reconocer y analizar las emociones de los trabajadores o de la biometría para detectar personas. Y es que hay determinadas prácticas que ahora ya se califican como de riesgo inaceptable para los derechos fundamentales de los ciudadanos.
También se prohíbe el uso de dispositivos o aplicaciones IA que hagan uso de técnicas dirigidas a influir en el comportamiento de personas. Estas técnicas podrían servir para categorizar individuos o identificarlos a través de la biometría, algo que ya no se podrá llevar cabo. De hecho, se establecen cuatro niveles de riesgo: inadmisible, alto, limitado y mínimo.
Decir que uno de los puntos clave de la nueva normativa es la protección de los derechos de los ciudadanos a la hora de usar la inteligencia artificial. Si una decisión automatizada pueda afectarle, este tendrá derecho a ser informado sobre el uso de IA en el proceso. Asimismo, podrá solicitar explicaciones sobre el uso de la inteligencia artificial y cómo le afectará. Lo que se pretende es que las empresas ofrezcan una mayor transparencia, por ejemplo, en la contratación laboral, la concesión de créditos bancarios, etc.
A partir de ahora, los sindicatos estarán más atentos que nunca a que se cumplan estos requisitos y prohibiciones relacionados con la inteligencia artificial. Esto afecta a empresas pertenecientes a todo tipo de sectores que tendrán que adaptarse a esta nueva normativa si no quieren recibir importantes multas y sanciones como las mencionadas antes.