Con más de un año en el mercado, Windows 11 poco a poco, se va haciendo un hueco en el mercado, un mercado que sigue dominado por Windows 10 con más del 70% de cuota. Esta nueva versión de Windows, muy criticada por algunos usuarios debido a los elevados requisitos, supuso una renovación estética de la barra de tareas, una barra de tareas que se sitúa en la parte central, cambio motivado, como hemos explicado anteriormente, por el formato de los monitores actuales (16:9) para evitar tener que girar la cabeza / ojos cada vez que queremos acceder al menú de inicio.
Además de los iconos de la barra de tareas, el resto del apartado estética, es prácticamente el mismo, por lo que no es necesario volver a aprender a utilizar Windows de cero. A pesar de llevar tan solo un año en el mercado, algunos diseñadores ya están realizando conceptos de cómo podría ser la próxima versión de Windows, la número 12, un diseño que podría suponer un cambio completo de diseño y funcionamiento de Windows si este se llevara a cabo.
Como podemos ver en este concepto basado en cómo le gustaría a su creador que fuera Windows 12, si este se llevará a cabo, los widgets y notificaciones se mostrarían en la parte inferior izquierda de la barra de tareas, una barra de tareas que estaría separada del resto de elementos, como en macOS, junto con los controles de reproducción y la información de los widgets de forma aleatoria. En la parte inferior derecha de la pantalla, se mostrarían los controles de volumen junto con los dispositivos que se encontrarán conectados al equipo además de acceso al centro de control de Windows para modificar el volumen, brillo, las conexiones y modos de visualización.
Pero, lo que más llama la atención sería el funcionamiento del escritorio, un escritorio dinámico que, utilizando los fondos de pantalla que vendrían con esta nueva versión, se abrirían para dar acceso a los widgets, en lugar de mostrarse en la parte derecha de la pantalla cuando situamos el ratón encima de este. Además, este también se adaptaría a los widgets que situemos sobre el escritorio, desplazando los elementos del fondo para adaptarse a su posición. La idea no es mala, pero obligaría a los usuarios a utilizar un determinado tipo de fondos de pantalla si quieren utilizar esta funcionalidad.
El explorador de archivos también recibiría una funcionalidad disponible en macOS y que permite establecer etiquetas de colores dependiendo del contenido del archivo para que, a la hora de hacer búsquedas, podamos filtrar rápidamente los resultados utilizando etiquetas y la posibilidad de crear colecciones sin necesidad de crear carpetas. Este concepto también nos muestra un nuevo concepto de multitarea que nos permitiría desplazar por el escritorio las dos o más aplicaciones que tengamos abiertas para abrir nuevas.
A la hora de introducir cambios en la interfaz de usuario, Microsoft no se basa en cómo quedaría estéticamente, sino que busca una razón o motivo para llevarlo a cabo, como el cambio de la posición de los iconos de la barra de tareas en Windows 11. ¿Es probable que este diseño llegue a Windows 12? El tiempo lo dirá pero todavía es muy pronto para hacer conjeturas acerca de su posible diseño.