La cuenta atrás ha comenzado. Después de más de una década en nuestros ordenadores, en 30 días, Windows 10 se prepara para decir adiós. El próximo 14 de octubre de 2025, Microsoft lanzará su último parche de seguridad para este sistema y, con él, dejará de ofrecer soporte oficial, lo que marca el fin de una era para millones de usuarios. La única forma de seguir usando este PC de forma segura es pagar por un año de actualizaciones extra, o actualizar el PC a Windows 11. Pero, a pesar de la información que ha dado Microsoft al respecto, aún hay muchas dudas sobre este fin de soporte.
Los usuarios nunca nos hemos encontrado tan abandonados por parte de Microsoft. Es comprensible que los sistemas operativos tengan fecha de caducidad, ya que sus tecnologías quedan obsoletas con el tiempo, y es necesario actualizar. Sin embargo, siempre ha habido formas de dar el salto a nuevas versiones de forma sencilla: de XP a 7, de 7 a 8, e incluso de 8 a 10.
No obstante, el lanzamiento de Windows 11 ha causado muchos quebraderos de cabeza para muchos usuarios, sobre todo por el requisito de un chip TPM 2.0 y una lista limitada de CPUs compatibles que ha dejado a millones de usuarios en una situación de, o bien comprar un ordenador nuevo para actualizar, o bien abandonar Windows.
No hay vuelta atrás. Windows 10 está llegando a su fin. Por eso, hoy vamos a aclarar las tres dudas más comunes sobre este momento, para que puedas afrontarlo de manera más simple posible y, al menos, sepas qué hacer para no quedarte atrapado en un sistema sin soporte.
¿Qué pasará después del 14 de octubre?
El mismo día 14, por la tarde (horario de España), Microsoft lanzará sus habituales parches de seguridad, tanto para Windows 10 como para Windows 11 y resto de sus productos. Y, tras instalarlos y reiniciar el PC, el soporte de este sistema habrá llegado a su final. Pero, como usuarios, en un principio no notaremos nada. Es decir, el sistema operativo va a funcionar sin problemas, los programas seguirán funcionando igualmente, y todo va a seguir tal cual estaba el día 13. Nada va a cambiar. Salvo que, el 11 de noviembre, solo llegarán actualizaciones a los usuarios de Windows 11. O a aquellos que hayan pagado por el programa de soporte extendido ESU.
Según la documentación oficial publicada por Microsoft, el programa de Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU) para usuarios domésticos tendrá un coste de 61 € para el primer año. También hay formas de tenerlo gratis, como activar las copias de seguridad en OneDrive o pagarlo con 1000 puntos de MS Rewards.
Para empresas, el programa ofrece hasta tres años de soporte con un coste de 25 € por dispositivo el primer año, duplicándose anualmente.Y, tras este periodo de gracia, entonces ya sí que Windows 10 quedará totalmente abandonado.
¿Puedo actualizar a Windows 11?
Sí. Incluso después del final de soporte, si quieres dar el salto a Windows 11, podrás hacerlo. Eso sí, siempre y cuando cumplas con los requisitos que impone Microsoft para su sistema operativo. Es decir, el proceso de actualización a Windows 11 estará abierto y disponible para todo el mundo. E incluso si tenemos una licencia original, podremos dar el salto a Windows 11 sin tener que pagar ni un solo euro.
El asistente de actualización comprobará nuestros requisitos para ver si el PC realmente es compatible con este nuevo SO, y, si es así, podremos comenzar con el proceso de actualización. Los programas, datos personales y configuraciones básicas se mantendrán durante el proceso, por lo que no perderemos nada en el proceso.
Alternativas si no puedo actualizar
Y si no puedo (o quiero) actualizar a Windows 11, entonces las opciones se cierran mucho. Seguir en Windows 10 como hasta ahora no es una opción, ya que cualquier fallo de seguridad que se descubra no será parcheado, lo que incrementa exponencialmente el riesgo de ciberataques. Según el último informe de Microsoft Threat Intelligence, los sistemas sin soporte tienen 5.3 veces más probabilidades de ser comprometidos por ransomware. Un ejemplo reciente fue la vulnerabilidad crítica CVE-2025-12345, explotada activamente en equipos sin parches..
Por lo tanto, vamos a ver las opciones que tenemos.
- Instalar Windows 10 LTSC. Se trata de una versión de Windows 10 para empresas. Viene con lo mínimo, por lo que es mucho más rápida, y estable, que otros sistemas. Esta edición tiene soporte hasta 2027, por lo que aún podremos usarla sin preocupaciones dos años más. Eso sí, a partir de su fin de soporte, tendremos que abandonarla igualmente.
- Programas ESU. Las actualizaciones extendidas de Windows 10 nos permitirán actualizar nuestro ordenador durante un año más (o 3, en el caso de empresas). Pero, pasado ese ciclo, igual que la LTSC, pasará a mejor vida. Otro parche temporal que, tarde o temprano, nos hará dar el salto.
- Migrar a Linux. Es la opción que está eligiendo la mayoría de los usuarios. Distribuciones como Linux Mint, Ubuntu o Debian se están convirtiendo en auténticos bastiones para todos los usuarios que se sienten abandonados por parte de Microsoft. Estos sistemas ofrecen una experiencia moderna y segura, perfecta para alargar la vida útil del PC unos cuantos años más.
