A diferencia de lo que ocurría con las versiones anteriores de Windows, desde la llegada de Windows 10, la compañía permite a cualquiera descargar una imagen ISO, 100% original y de forma gratuita, desde sus servidores. Esta imagen nos permitirá instalar el sistema operativo desde cero en cualquier PC o en una máquina virtual, y para usarla tendremos que grabarla a un DVD o a una memoria USB. Sin embargo, Microsoft lanza dos versiones de Windows 10 al año, con sus respectivas imágenes ISO para los usuarios. ¿es necesario actualizarlas siempre que sale una nueva versión?
Seguro que la mayoría tenemos, o bien la imagen ISO en el ordenador guardada, o grabada en una memoria USB con nuestros programas favoritos para que, cuando tengamos que instalar el sistema en un PC, tengamos ya todo a mano. El problema es que preparar un USB de instalación a nuestro gusto lleva un tiempo y un trabajo: desde bajar la ISO de Windows hasta grabarla y copiar los programas. Y, cada 6 meses, sale una nueva versión de Windows, por lo que tenemos que deshacerlo todo y volver a crear nuestro medio de instalación. Pero esto no tiene por qué ser obligatorio.
¿Instalar la última versión de Windows o actualizar?
Siempre debemos asegurarnos de tener instalada la última versión de Windows 10 en nuestro PC, con sus respectivos parches y las actualizaciones de calidad. Solo así podremos estar seguros y sacarle todo el provecho al PC. Además, siempre que vayamos a instalar Windows 10 desde cero, es recomendable hacerlo ya en su versión más actualizada. Pero no es algo obligatorio.
Windows 10 recibe dos versiones al año. La primera de ellas suele ser una actualización grande, repleta de cambios y novedades de todo tipo, mientras que la segunda es una actualización menor, centrada solo en la corrección de fallos. Mientras que la primera actualización realiza una reinstalación completa del sistema, la segunda se instala como un parche más en apenas unos minutos.
Si tenemos oportunidad de instalar directamente la última versión, mejor. Sin embargo, si ya tenemos una versión anterior, siempre que sea la última actualización mayor de Windows (como la versión 2004, May 2020 Update) no es necesario que actualicemos nuestro USB de instalación.
Actualizar la ISO de Windows 10 una vez al año
Si instalamos la última actualización grande de Windows, podremos instalar todas las actualizaciones desde Windows Update después de actualizar el PC. Cuando estén todos los parches instalados en nuestro PC, podremos instalar directamente la última versión también desde Windows Update. Al ser una actualización menor, esta versión se instalará muy rápido y sin problemas. Y en pocos minutos tendremos nuestro Windows al día.
Lo que sí debemos hacer es actualizar la ISO de nuestro Windows una vez al año, como máximo. Es decir, cada vez que salga una nueva actualización grande del sistema operativo. De esta manera, cuando instalemos el sistema en un PC lo tendremos ya directamente al día, y evitaremos tener que bajar e instalar la actualización grande desde cero, reduciendo el tiempo para tener listo el PC y la probabilidad de que haya algún problema.