Ayer mismo os hablamos de la nueva versión de Windows 11, la 24H2. Esta actualización ya ha llegado a los usuarios Insider apuntados al canal de acceso anticipado, y muy pronto (probablemente en unas semanas) nos llegará a todos los usuarios a través de una actualización convencional. Al contrario que la 23H2, esta nueva actualización de 2024 va a ser bastante grande y va a incluir una gran cantidad de cambios, mejoras y novedades de todo tipo. Pero, también, introduce algo que no nos va a gustar: un nuevo requisito mínimo para Windows 11.
Uno de los aspectos más criticados de Windows 11 desde su presentación fueron los requisitos mínimos para poder instalar el sistema. No solo pedía el doble de RAM que Windows 10, sino que también introducía otros requisitos muy estrictos, sin los cuales no se podría instalar el sistema (al menos, en teoría). El más polémico, y del que más hemos hablado, es el chip TPM 2.0 encargado de todo lo relacionado con la seguridad y el cifrado del sistema operativo.
Este requisito, al final, se ha podido saltar muy fácilmente. Al crear la imagen ISO y grabarla al USB para poder instalar el sistema, aplicaciones como Rufus nos permiten saltarnos este requisito y poder instalar el SO con normalidad. No obstante, ahora Microsoft se ha puesto mucho más serio, y su nuevo requisito no solo va a ser opcional, sino que si el PC no lo cumple, directamente el sistema operativo no podrá ni arrancar.
O, al menos, eso dice.
El requisito de la CPU para instalar Windows 11 24H2
Como ya adelantamos hace tiempo, Microsoft iba a obligar a todos los usuarios que quisieran instalar Windows 11 a que sus procesadores fueran compatibles con POPCNT. Esta característica no es otra cosa que soporte para instrucciones SSE4.2 o SSE4a y, sin ellas, no va a poder funcionar el sistema operativo.
Para comprobar si nuestro ordenador es compatible con esta característica, lo más fácil es descargar e instalar un sencillo programa, llamado CPU-Z, con el que vamos a poder ver todas las instrucciones que soporta nuestro ordenador. En este programa debemos buscar las dos que hemos mencionado (o, al menos, la primera de ellas) para asegurarnos de que nuestro PC recibirá la versión 24H2 de Windows 11.
¿Y si no nos aparece esta opción? Vamos a ver las opciones que nos quedan.
Qué hacer si la CPU no soporta SSE4.2
Es raro que un procesador que aún esté en funcionamiento no soporte estas instrucciones. Debemos tener en cuenta que todos los procesadores fabricados desde 2008 ya lo soportan, y si alguno que está funcionando hoy en día no lo hace, seguramente tampoco cumpla con otros requisitos de Windows 11, como la RAM mínima o el chip TPM 2.0.
Pero, si hemos logrado instalar Windows 11, y nuestra CPU no soporta estas instrucciones, entonces solo tenemos dos opciones. La primera de ellas es esperar a ver si alguien encuentra la forma de desactivar este requisito para poder seguir usando este sistema operativo con «trampas». Y la segunda de ellas es quedarnos en la versión 23H2 del sistema, que tendrá soporte hasta finales de 2025. Y, a partir de entonces, plantearnos qué hacer.
De lo que no cabe duda es de que la controversia generada por la última versión de Windows lanzada por Microsoft relacionada con el hardware y sus requerimientos, sigue vigente. Esto es algo que los usuarios de Windows 11 han tenido que soportar prácticamente desde el lanzamiento del propio sistema operativo.