Desde el lanzamiento de Windows 11, Microsoft ha realizado todo tipo de movimientos invitando a los usuarios a actualizarse a la última versión de Windows disponible, una actualización completamente gratuita, al igual que fue Windows 10, pero a diferencia de este, no es compatible con un gran número de ordenadores debido a determinados requisitos relacionados con la seguridad.
La compañía con sede en Redmond sigue actualizando Windows 10, aunque solo en el apartado de seguridad, y seguirá haciéndolo hasta 2025, una fecha que se puede prolongar en el tiempo al igual que ya amplió en el pasado el soporte tanto para Windows XP como para Windows 7 sin añadir nuevas funciones ni soporte para nuevas tecnologías.
Hace unas horas, se filtraron las especificaciones del nuevo estándar de conectividad inalámbrica, Wi-Fi 7, un estándar que supone un importante cambio en comparación con Wi-Fi 6, tanto en velocidad como en ancho de banda. Según se puede ver en la imagen que se ha filtrado, este sólo será compatible con Windows 11, Linux y ChromeOS, dejando fuera a Windows 10.
Es decir, que, si compramos un equipo nuevo e instalamos Windows 10, no vamos a poder hacer uso de la conexión Wi-Fi a no ser que actualicemos a Windows 11, ya que esa versión carecerá del controlador necesario para poder utilizar este nuevo estándar. De momento, los primeros equipos que se lancen al mercado con este nuevo estándar de conectividad inalámbrica no llegarán al mercado hasta 2024.
Se trata una filtración del documento que está preparando Wi-Fi Alliance y la IEEE (Institue of Electrical and Electronics Engineers), por lo que cabe la posibilidad de que no se trate de las especificaciones finales y realies de este nuevo estándar y lo más probable es que Windows 10 si sea compatible con Wi-Fi 7, ya que realmente no existe ninguna limitación a nivel de sistema operativo que lo impida.
El estándar de conectividad Wi-Fi 7 nos ofrece una velocidad de transferencia de datos de hasta 46 Gbps, lo que supone un importante cambio con respecto a la versión anterior, Wi-Fi 6, cuya velocidad máxima teórica era de hasta 9,6 Gbps. Además, también se duplica el ancho de banda en comparación con la versión anterior y añade mejoras en la función MIMO para ampliar la cobertura de la señal.
Si utilizamos nuestro PC para navegar, descargar algún que otro vídeo, consultas las redes sociales y poco más, este nuevo estándar no va a suponer una revolución para nosotros. Sin embargo, si utilizamos el equipo para jugar, por fin será posible olvidarnos de utilizar un cable ethernet para tener la mejor conexión posible y evitar los problemas habituales de la conexiones a internet en los juegos. ya que se reducirá la latencia a menos de un milisegundo, uno de los aspectos más importantes en el mundo de los videojuegos, especialmente en los títulos multijugador, además de en las videoconferencias, transferencias de datos masivas entre otros.