Los últimos parches de Windows 10 no han llegado en condiciones. Lo más triste es que esto parece que se ha convertido en la costumbre. El pasado 8 de diciembre, Microsoft lanzaba el parche KB4592438, la que sería la última actualización de 2020 para el sistema operativo. Este parche ha llegado con una gran cantidad de errores y problemas, fallos que, dado que ahora Microsoft está de «vacaciones», no va a solucionar hasta el año que viene. Uno de los más molestos es el uso excesivo de CPU, disparando el uso del procesador y haciendo que el PC vaya mucho más lento de lo normal.
Microsoft no ha hecho declaraciones sobre este nuevo fallo en Windows 10. La compañía ya dijo que iba a pausar todo tipo de actualizaciones (tanto de Windows 10 normal como Insider) durante todo el periodo navideño. Esto significa que los errores que han sido introducidos con el parche KB4592438 no se van a solucionar hasta el año que viene. Por suerte, la comunidad no descansa, y gracias a ellos vamos a poder hacer que nuestro PC vuelva a funcionar con normalidad en caso de vernos afectados por este problema.
Qué causa el uso excesivo de CPU en Windows 10
Aunque Microsoft no ha ayudado a investigar este problema, gracias a los usuarios de blogs y redes, como Reddit, se ha podido encontrar la causa de este problema. Según parece, todo apunta a un problema de incompatibilidad entre el último parche de Windows 10 y la herramienta Intel Driver & Software Assistant Tool.
Cuando se da esta combinación (generalmente en ordenadores Intel con iGPU), el uso del proceso «DSAService«, relacionado con los drivers y la herramienta de actualización, consume mucha más CPU de la que debería consumir normalmente mientras se ejecuta en segundo plano. El consumo de CPU de este proceso puede ir del 50% al 100%, dependiendo de procesador del usuario. Y eso se traduce, entre otras cosas, en una pérdida más que notable en el rendimiento del PC, y en bajones de FPS al jugar.
Solución temporal
Ya que Microsoft no se está molestando en ayudar a los usuarios a solucionar estos problemas, e Intel tampoco ha hecho declaraciones al respecto, han tenido que ser los propios usuarios quienes han dado con una solución temporal.
Si estamos afectados por este problema y nuestro ordenador funciona mal y lento, podemos optar por dos posibles soluciones.
La primera de ellas es desinstalar por completo el software Intel DSA. Al eliminar el proceso de nuestro PC, el equipo debería volver a funcionar con normalidad, sin problemas. Perderemos las funciones típicas de este software (como el control de los drivers), pero a grandes rasgos, el resto de problemas quedarán solucionados.
La segunda de estas soluciones es la típica: desinstalar la actualización KB4592438 instalada en diciembre de 2020. Este parche ha llegado con muchos problemas al sistema operativo, problemas que, cada vez, afectan a más usuarios. Borrar por completo esta actualización nos permitirá solucionar igualmente el problema sin tener que dar la espalda al software de Intel.
Sea como sea, debemos asegurarnos de pausar las actualizaciones automáticas de Windows Update después de llevar a cabo estas tareas para evitar que la actualización, o el software del driver, se vuelvan a instalar automáticamente.