A pesar de las últimas tecnologías en autenticación y seguridad, las contraseñas tradicionales siguen siendo el método preferido por la mayoría. De ahí la importancia de generarlas con cabeza y almacenarlas para no correr riesgos.
Tenemos al alcance de la mano otras tecnologías más avanzadas como los lectores de huellas dactilares o de retina, por ejemplo. Sin embargo, las password que utilizamos para autenticarnos siguen siendo extremadamente importantes. Los expertos en seguridad nos recomiendan algunas pautas para utilizar estas claves de la mejor manera.
Evidentemente, siempre tienen que ser contraseñas complejas para evitar hackeos. De igual modo, lo más recomendable es no repetir estos elementos en diferentes plataformas o aplicaciones. Seguro que muchos habéis pensado en más de una ocasión que memorizar contraseñas complejas y diferentes es una tarea prácticamente imposible. Y ahí es donde precisamente entran en juego los gestores de contraseñas en los que nos vamos a centrar ahora.
En realidad se trata de programas que se encargan de almacenar estas contraseñas personales de manera segura y cifrada. Además, protegen todos esos contenidos por medio de una llave maestra que es la que realmente debemos memorizar. Partiendo de la base de que cada vez utilizamos más password para proteger todo tipo de aplicaciones y plataformas online, la importancia de estos gestores de contraseñas crece como la espuma.
Pero también debemos tener en cuenta que deberíamos utilizarlos de manera conveniente y sin correr riesgos. De ahí precisamente que a continuación os vamos a hablar de algunas costumbres que deberíais evitar a la hora de utilizar estos programas en concreto.
Consejos para usar bien los gestores de contraseñas
Es importante saber que disponemos de una amplia gama de programas y plataformas en forma de gestores de contraseñas ahora. Los hay tanto gratuitos como de pago, o limitados en funciones. Antes de nada debemos elegir el que más se adapte a nuestras necesidades.
No crear una llave maestra compleja. Hay que tener en cuenta que todas las contraseñas que guardamos en el gestor elegido están protegidas bajo una llave maestra. Esta sí que debe ser lo suficientemente compleja para que nadie pueda averiguarla ni hackearla.
Elige un gestor compatible con múltiples plataformas. Con esto básicamente lo que queremos decir es que a la hora de elegir un gestor de contraseñas, es preferible que sea compatible tanto con sistemas de sobremesa como móviles. Así tendremos acceso a todas nuestras claves en cualquier momento y lugar, ya sea a través de una copia de seguridad local o a través de la nube.
Aprovecha las funciones adicionales del gestor. Hay que tener en cuenta que estos programas actualmente no solo se encargan de almacenar nuestras contraseñas. De manera adicional, también suelen ofrecer el almacenamiento de notas, tarjetas bancarias, claves de doble factor y mucho más. Incluso nos proponen herramientas para la creación automática de estas password complejas.
Nunca compartas tu llave de acceso. Quizá tengas miedo de olvidar o perder la clave de seguridad que da acceso al resto de contraseñas. Es preferible perder un rato y guardarla bien que compartirla con terceros, algo que no deberíamos hacer nunca.