Si una plataforma ha conseguido acabar (casi) con la piratería del contenido audiovisual, esa es Netflix. Gracias a ella podemos acceder a uno de los catálogos más completos de series, películas y documentales bajo demanda, un catálogo que está en constante cambio, a cambio del pago de una cuota mensual. Sin embargo, tras el auge, siempre viene el declive, y ahora mismo Netflix va en caíde libre. Y, para intentar frenar la fuga masiva de usuarios, a la compañía no se le ha ocurrido mejor idea que subir precios y empeorar condiciones.
Todos conocemos el truco de compartir la cuenta de Netflix. Pagando la modalidad más cara tenemos derecho a reproducir contenido en 4 dispositivos a la vez. Lo que no nos dice Netflix es que tengan que estar en el mismo domicilio, lo que lleva a los usuarios a compartir la cuenta, y los gastos, con familiares, amigos y conocidos. Hace unos años, esta práctica no solo no le importaba a Netflix, sino que incluso parodiaba con ello. Pero ha llegado un momento en el que se ha cansado, y por ello, han decidido que, aunque compartan cuenta, todos los usuarios que lo vean tengan que pagar el tributo a la plataforma.
Pagar por cada persona con quien compartimos
A falta de concretar el precio, Netflix quiere cobrar entre 1 y 3 dólares a los usuarios por cada hogar donde se vaya a ver Netflix. Es decir, si lo compartimos con 3 personas, y cada una vive en una casa diferente, tendremos que pagar a mayores por cada uno de esos hogares.
Siempre habrá excepciones, como por ejemplo ver series y películas desde el móvil a través de 4K, o si viajamos, donde podremos establecer excepciones temporales. Pero, para todo lo demás, habrá que pasar por caja.
De momento no es más que un experimento que se está llevando a cabo en 5 países: Argentina, Guatemala, El Salvador, Honduras y República Dominicana. Pero, lo que otras veces ha empezado igual como un experimento, finalmente se ha aplicado a todo el mundo. Por tanto, podemos hacernos una idea de lo que va a llegar, probablemente, el año que viene.
Un plan barato que no queremos ni regalado
La publicidad siempre ha estado presente en otras plataformas de streaming, como Spotify. Pero Netflix le ha dado la espalda, hasta ahora. Además de la medida anterior, la compañía también quiere ofrecernos un nuevo plan más barato, pero soportado por anuncios. Y, por si fuera poco, el catálogo de este plan será mucho más pequeño y no tendrá, por ejemplo, los estrenos. Es decir, podremos pagar Netflix para ver anuncios y un catálogo peor.
Este plan parece mucho más seguro, y cercano, que el de cobrar por hogares, ya que la semana pasada sin ir más lejos firmó un acuerdo con Microsoft, ya que es quien se va a encargar de gestionar esta publicidad. Sea como sea, subir precios y empeorar las condiciones no debe ser lo adecuado para frenar la fuga en masa de sus usuarios.
Veremos en qué acaba todo.