Hoy día podemos adquirir software en multitud de sitios, y al contrario de lo que sucedía hace unos años, la mayoría de ellos online. Tenemos tanto tiendas especializadas en todo ello, como algunas más genéricas que al mismo tiempo nos proporcionan programas de múltiples tipos. Este es el caso, como no podía ser de otro modo, del gigante del comercio electrónico, Amazon.
En un principio mucho echan mano de las webs oficiales de los desarrolladores de los programas que interesan en cada caso. Pero al mismo tiempo hay otras muchas páginas y tiendas de Internet que ofrecen esas mismas soluciones, de forma totalmente legítima, pero con descuento. Es por ello que los usuarios en muchas ocasiones buscan las opciones más atractivas en cuanto a coste para así poder ahorrar unos euros. Este es el caso, por ejemplo, de la mencionada Amazon que es de la que os hablaremos en estas mismas líneas.
Aquí, como posiblemente la mayoría de vosotros ya sabréis, podemos encontrar una enorme cantidad de productos de todo tipo y procedencia. Es por ello que en ocasiones debemos tomar ciertas precauciones a la hora de comprar software aquí, entre otras cosas para evitar disgustos más adelante. En Amazon podemos encontrar programas de diversas categorías, incluyendo licencias de Office o Windows, antivirus y resto de programas comerciales.
Por todo ello, en estas mismas líneas os vamos a mencionar algunas medidas de precaución a la hora de adquirir software en Amazon y hacerlo de forma segura. Así nos evitamos disgustos como programas que no llegan, licencias temporales, claves que directamente no son válidas, etc. Evidentemente esto son problemas ante los que nos podemos encontrar una vez pagado el correspondiente montante.
Comparar precios con el sitio web original
Antes de adquirir cualquier título software en Amazon, una de las medidas que deberíais tomar, es comparar el precio expuesto en ese momento, con el original del desarrollador. Eso se debe a que a pesar de que en un principio nos pueda parecer barato o rebajado, es posible que en la web original se esté ofreciendo, aunque sea temporalmente, más barato aún.
Por tanto y con el fin de asegurarnos de que realmente vamos a ahorrar unos euros, no nos cuesta nada comparar ese precio con el original de la marca. Y es que el precio del software a veces varía en cuestión de horas.
Mirar los comentarios de otros compradores
Una de las medidas a tomar que además se hace extensible al resto de productos del gigante del comercio, es echar un vistazo a los comentarios que tiene, estos se corresponden a las vivencias que otros compradores de ese mismo programa o licencia. De este modo, si el mismo tiene algo raro o sospechoso, probablemente aquí alguien lo habrá dejado reflejado.
Y es que normalmente tendemos a expresar más lo malo que bueno, lo que en casos como este nos puede beneficiar.
No fiarnos de las ofertas exageradas
Como se suele decir de forma habitual en nuestro país, nadie regala duros a pesetas. Es decir, que una cosa son ciertas ofertas o rebajas puntuales que podamos encontrar en Amazon, y otra cosa son casi regalos. Por tanto, si nos encontramos con alguna oferta que consideremos como excesiva, lo mejor es desconfiar, porque como decimos, nadie regala nada.
Y es que si se trata de algún tipo de estafa, por barato que sea el precio, si muchos lo comprar, al estafador le resulta rentable.
Consultar precio en webs especializadas
A la hora de comprar barato en Amazon, disponemos de una serie de plataformas como CamelCamel al que accedemos desde aquí, o Keepa que podemos descargarlo desde aquí, que nos permiten comparar precios históricos de la tienda online. Así podremos saber la evolución que ha sufrido el precio de un determinado programa con el tiempo, para ver si realmente nos encontramos con una verdadera oferta, o no.
Además estos servicios los podemos integrar en el propio navegador a través de sus extensiones para que su uso nos sea aún más rápido y útil.
Comprar a vendedores externos o con pocas valoraciones
En Amazon no solo nos vende productos el propio gigante del comercio, sino que además otros vendedores externos pueden exponer los suyos. Algunos de estos son los que precisamente intentan aprovecharse de los compradores menos cuidadosos, por lo que debemos desconfiar de las ofertas de terceros si detectamos algo extraño. Además si estos tienen pocos comentarios en su haber, razón de más para andarnos con mil ojos.