¿Por qué los usuarios no actualizan a Windows 10? La mala fama del sistema operativo no es la única razón
Como ya os hicimos saber a principios de este mismo año, a uno de los sistemas operativos más queridos desarrollados por Microsoft de todos los tiempos, Windows 7, le quedan menos de 12 meses de soporte oficial, en concreto hasta el mes de enero de 2020.
A partir de esa fecha, todos aquellos que quieran continuar disponiendo de un sistema operativo instalado en sus equipos, fiable y seguro que además pueda mantener nuestros datos a salvo, van a tener que pagar por ello, de lo contrario dejarán de recibir actualizaciones de seguridad. De este modo, Windows 7 quedará expuesto a posibles ataques externos, ciberdelincuentes que a sabiendas de los muchos millones de usuarios que aún usan Windows 7, probablemente centren sus esfuerzos en acceder a estos equipos desprotegidos.
Con todo y con ello, y a pesar de los esfuerzos de la firma casi desde que lanzó Windows 10 hace más de 3 años y medio, muchos aún no tienen planeado migrar a esta versión del software, sistema mucho más actual, seguro y funcional que la versión antigua de los de Redmond. Y es que con el paso de los años, al menos desde el punto de vista de muchos, Windows 10 se ha ido creando una fama nefasta, sobre todo por temas de estabilidad, rendimiento y privacidad de los datos que aquí manejamos.
Es por estas razones, entre otras, por las que buena parte de los usuarios que siguen funcionando con Windows 7, se niegan a cambiar al «dudoso» Windows 10, al menos por el momento. Y eso que durante mucho tiempo Microsoft ha estado, por un lado ofreciendo la posibilidad de actualizar de manera gratuita, al tiempo que la propia firma intentaba echar por tierra la actual seguridad y fiabilidad de su propio software, Windows 7; pero ni por esas.
Sin embargo, por lo que poco a poco se ha venido sabiendo gracias a los diferentes estudios y encuestas que se han ido realizando, la mala fama que se ha generado en torno al comentado Windows 10, no es la única razón por la que millones no quieren migrar a la más reciente versión, sino que hay otras razones.
Muchos usuarios de Windows 7 se niegan a migrar a Windows 10 por varias razones
Y es que cuando uno de estos usuarios a los que os hacemos mención quieren cambiar a Windows 10, en algunos apartados querrían tener el control que Windows 7 les proporcionaba en algunos aparatados en los que, por intentar evolucionar, Microsoft los ha hecho más complejos, desasistidos, y por tanto poco fiables para los usuarios de a pie.
Uno de los apartados más influyentes aquí, tal y como se ha podido saber gracias a unos recientes estudios que se han llevado a cabo, es precisamente uno de los elementos más importantes, pero que al mismo tiempo más quebraderos de cabeza y disgustos está proporcionando a los de Redmond, nos referimos a las actualizaciones que casi constantemente están llegando a Windows 10. Y es que como muchos ya sabréis, en estos momentos y desde hace ya tiempo, Microsoft ha hecho suya la política de publicar actualizaciones acumulativas el segundo martes de cada mes, además de dos actualizaciones de características anuales que llevan al sistema operativo a una nueva versión.
Pues bien, muchos usuarios consideran que este método adoptado complica más el hecho de actualizar su sistema operativo, al tiempo que casi la mitad de los encuestados afirmaron que su equipo se reinicia de manera inesperada tras encender el equipo para llevar a cabo estos procesos. Del mismo modo la propia Microsoft debería tener muy en cuenta que cerca del 70% de estos, afirmaron haber pasado momentos tensos de preocupación cuando estas actualizaciones han tardado algo más de tiempo en instalarse, incluso tras reiniciar el PC, por lo que la desconfianza en el proceso como tal, es evidente.
Las actualizaciones de Windows 10, uno de los puntos más débiles del sistema operativo
Pero la cosa no acaba aquí, sino que, como decíamos antes, el usuario de Windows 7 quiere tener un control casi absoluto sobre su equipo y el sistema instalado en el mismo, algo que no siempre va a lograr en Windows 10, especialmente si nos referimos a la versión Home. Decimos esto debido a que esta versión más básica hasta la fecha no permitía a los usuarios retrasar la llegada de las comentadas actualizaciones acumulativas, por lo que en el momento en el que la reciba el equipo a través de Windows Update, estas se instalan en las horas marcadas como inactivas, algo que en parte se solucionará en la nueva April 2019 Update.
A pesar de todo ello, la mayoría de los usuarios querrían tener mucho más control sobre un proceso tan importante como este, más tras lo sucedido recientemente con la October 2018 Update. Así, quizá la propia Microsoft debería replantearse la permisividad relativa a la hora de que sean sus propios clientes de Windows 10 los que decidan si desean instalar las más recientes actualizaciones del sistema en sus equipos, o no.
Y es que con este cambio, sin duda que muchos de los que en estos momentos están un tanto reacios a llevar a cabo la migración, se lo pensarían dos veces.