Nadie puede poner en duda que con el paso de los años la firma Microsoft se ha ganado el poder ser considerada como una de las empresas tecnológicas más importantes y con una mayor influencia en todo el mundo. Esto lo ha logrado en gran medida gracias a sus exitosas aplicaciones y plataformas de las que ya hacen uso millones de usuarios.
Sin duda uno de los factores más importantes de su éxito radica en la enorme aceptación a nivel global que su sistema operativo para PC, Windows, ha ido teniendo a lo largo de los años en las diferentes versiones que ha estado lanzando, unas con más éxito que otras. Sin embargo con la última de ellas, Windows 10, Microsoft ha querido modificar en gran medida su modo de trabajo lanzando al mercado una plataforma universal que englobe el trabajo de todo tipo de usuarios y dispositivos de diversas índole, todo ello unido y apoyado en buena parte en la Nube. De este modo los usuarios pueden trabajar en cualquier lugar, momento y dispositivo, con las mismas herramientas, documentos, servicios, etc; todo ello tomando como base el mencionado Windows 10.
Sin embargo las cosas no están yendo tan bien como los de Redmond esperaban a priori, ya que a los usuarios les está «costando» más de lo esperado por la propia firma migrar desde versiones anteriores, como Windows 7, a esta última revisión del sistema operativo. Algo muy similar le está sucediendo en el apartado de sus navegadores de Internet, que a pesar de haber lanzado, junto a Windows 10 y especialmente diseñado para este, una nueva alternativa que sirviese como evolución de su popular Internet Explorer, hablamos de Edge, parece que los usuarios tampoco se acaban de decidir por esta propuesta.
De hecho y a este respecto, Internet Explorer, a pesar de sus vulnerabilidades y problemas de seguridad, actualmente sigue teniendo mucha más penetración de mercado que la nueva alternativa de la firma, aunque eso sí, muy lejos del actual líder del sector, Google Chrome. Con todo y con ello la compañía pretende que esta tendencia, al menos en Windows, cambie de manera sustancial a partir de este mismo mes, que es cuando se publicará de manera oficial la primera de las dos grandes actualizaciones de este año para Windows 10, la Creators Update.
La evolución de Windows 10 influirá en la aceptación de Edge
Con las novedades que esta traerá de la mano, se prevé que el flujo de migraciones desde Windows 7 crezca de manera exponencial, más si tenemos en cuenta que esta versión anterior del sistema dejará de recibir soporte en algo más de dos años. Pero claro, visto de ese modo, el navegador Edge podría verse asimismo influenciado en cuanto a su penetración de mercado de manera paralela a Windows 10, ya que medida que los usuarios acepten este como su sistema operativo, muchos de ellos quizá se decanten por el software para moverse por la Red diseñado específicamente para este.
Aunque claro, del mismo modo, si el primero de ellos, es decir, Windows 10, fracasa, Edge también se hundirá. De todos modos estos es bastante improbable, ya que aunque el crecimiento migratorio haya sido más lento de lo esperado por Microsoft, es de suponer que, más tarde o más temprano, la mayoría de los usuarios se vean en la obligación de aceptar esta última versión del sistema como software base de su equipo. Todo será cuestión de tiempo y de que las versiones más antiguas dejen de recibir soporte y sean cada vez más vulnerables e inestables.