El Bitcoin ha subido… El Bitcoin ha bajado… seguro que en los últimos años hemos escuchado mucho estas frases. Y es que el precio del Bitcoin ha sido uno de los temas más relevantes en el mundo de las inversiones y de la tecnología en general. Pero ¿sabemos realmente de qué depende?
Las criptomonedas no son algo nuevo, ni mucho menos. El Bitcoin comenzó sus andadas en el año 2008, aunque no ha sido hasta hace relativamente poco tiempo cuando el interés por las criptos como bien de inversión se ha disparado. Y, con ello, seguir el valor de las mismas se ha convertido en una especie de obsesión para muchos.
Oferta, demanda… ¿qué determina el precio del bitcoin?
Lo primero que debemos saber es que el valor del Bitcoin que se puede consultar en webs como Binance se calcula en relación a otras monedas corrientes, como los dólares o los euros. De esta forma podemos decir que «un Bitcoin hoy equivale a 25.000 euros», para poder hacernos una idea de cuál es su valor. Pero, ¿qué es lo que marca su valor?
Como suele ocurrir con todos los bienes o activos, el precio del Bitcoin lo marca la oferta y la demanda. Y es que solo existe un número limitado de Bitcoin (21 millones), de los cuales están ya en circulación alrededor de 19 millones (los dos restantes aún se deben calcular, o «minar», mediante la resolución de problemas matemáticos complejos). Por ello, cuando hay más usuarios interesados en comprar que en vender, el precio sube; y cuando es al revés, y más gente quiere vender para obtener liquidez, el precio baja.
Además, el precio puede subir y bajar por otros factores, igual que funciona el resto del mercado. Uno de los que más afecta es la adopción de la moneda. Si no podemos usar Bitcoin en ningún sitio, valdrá de poco. Pero cada vez se permite pagar en más plataformas (e incluso tiendas) con estas monedas, por lo que cada vez suscitan mayor interés para los usuarios. La accesibilidad es otro de los factores clave de esta moneda, ya que mientras que hace unos años era complicado comprarla y usarla, gracias a los exchanges, como Binance, cualquiera puede comprar fácilmente todo tipo de criptomonedas usando solamente nuestra tarjeta de crédito.
Por último, también influye la tecnología y la disponibilidad. Cuantos menos Bitcoins hay para generar, es más complicado (y caro) calcularlos, por lo que la cotización no deja de subir. Y, al ser una moneda limitada, y muy cerca del tope, el precio va a seguir aumentando.
Blockchain, el corazón del Bitcoin
Para entender cómo funciona el Bitcoin es necesario conocer también otro elemento clave: el Blockchain. A grandes rasgos, podría entenderse este como una base de datos descentralizada y distribuida donde se registran todas las transacciones que se realizan con criptomonedas. Este blockchain no se utiliza solo para el Bitcoin, sino también para otras criptos alternativas (llamadas altcoins), como el Ethereum, e incluso para mantener en funcionamiento las conocidas «stablecoins», criptomonedas que mantiene un valor de 1 stablecoin = 1 dólar, y no suelen variar su precio con el paso del tiempo.
Gracias a esta tecnología es posible garantizar la seguridad y la transparencia de todas las transacciones que se realizan con estas criptomonedas. Por ejemplo, en el caso del Bitcoin, cada transacción de BTC se registra en esta base de datos y, además, se valida por una red distribuida de usuarios, los llamados «mineros». Gracias a ellos se verifica que la transacción sea válida y, una vez verificada, se agrega a la cadena de bloques.
Por todo ello, el blockchain es una tecnología clave en el correcto funcionamiento de las criptomonedas como el Bitcoin. Todas las transacciones que se realizan quedan registradas en él, lo que blinda la seguridad y transparencia de todo el dinero que se mueve por él. Y, al ser descentralizado, impide que pueda manipularse o alterarse.