El Raspberry Pi es uno de los micro-ordenadores más populares que podemos encontrar en toda la red. Por menos de 40 euros vamos a poder tener un dispositivo con el que poder hacer cualquier cosa que nos imaginemos, desde convertirlo en un ordenador personal, totalmente funcional, hasta montar una retro-consola o usarlo como un servidor conectado a la red. Las posibilidades del Raspberry Pi son casi infinitas. Y lo único que necesitamos para exprimir su potencial es usar el sistema operativo correspondiente.
Este micro-ordenador utiliza arquitecturas ARM de 64 bits (sus versiones más modernas). Por lo tanto, no vamos a poder instalar en él los mismos sistemas operativos que podemos instalar, por ejemplo, en un PC. Windows 10, por ejemplo, no está disponible (de forma oficial) para estos PCs, igual que tampoco podremos instalar Ubuntu desktop.
Algo que debemos tener en consideración es que este tipo de dispositivos en concreto no ha parado de mejorar y evolucionar con el paso de los años. En gran medida esto se debe al enorme éxito y penetración de mercado de los que gozan en estos instantes. Esto quiere decir que un número creciente de usuarios se decantan por adquirir un Raspberry Pi para llevar a cabo todo tipo de pruebas o convertirlo en un equipo con una tarea específica. Y es que si algo caracteriza a estos mini PCs es la enorme versatilidad que nos presentan si tenemos un poco de imaginación.
Al mismo tiempo, además de dar rienda a suelta a nuestra creatividad, también es importante tener ciertos conocimientos de tecnología y así sacar el máximo partido a estos equipos. Sin embargo, nos encontramos con una buena cantidad de componentes que nos ayudarán a llevar a cabo todo tipo de proyectos y experimentar con estos dispositivos de manera sencilla. Evidentemente aquí el software que utilicemos para todo ello, incluido el sistema operativo por el que nos decantemos, juega un papel fundamental. Precisamente en estas líneas nos queremos centrar en estos importantes componentes software y hablaros de algunos de los más habituales.
Raspberry Pi OS / Raspbian – El sistema operativo principal
Raspberry Pi OS, antes conocido como Raspbian, es el sistema operativo oficial para este micro-ordenador. Esta distro Linux está basada en Debian y trae todo lo necesario para permitirnos sacarle todo el provecho a este micro-PC. Esta distro está optimizada para funcionar en equipos ARM, y viene con una gran cantidad de paquetes y programas previamente instalados. Raspberry Pi OS utiliza un escritorio PIXEL (Pi Improved X-Window Environment, Lightweight) basado en LXDE que es a la vez útil y ligero.
Podemos encontrar 3 ediciones diferentes de esta distro:
- Completa: viene con el escritorio PIXEL y una gran cantidad de programas recomendados para empezar a usar la distro desde el primer momento.
- Estándar: viene con el escritorio y los programas básicos, sin software recomendado adicional
- Lite: la imagen mínima basada en Debian. Esta ocupa 400 MB y trae lo justo para que arranque el dispositivo, pero es el usuario quien tiene que instalar los programas que necesite.
Podemos descargar Raspberry Pi OS gratis desde aquí.
Lo mejor
Se trata del sistema operativo más utilizado en estos dispositivos hardware, por lo que está especialmente optimizado para su funcionamiento en un Raspberry Pi. También es interesante saber que disponemos de varias versiones para elegir la que más nos interese en cada caso.
Lo peor
Aquí nos encontramos con un sistema generalista, por lo que aquellos que busquen un sistema operativo más específico para un determinado uso, tendrán que decantarse por otras opciones.
RISC OS Pi, otra alternativa para nuevos usuarios
Si Raspberry Pi OS no acaba de convencer, los usuarios pueden recurrir a otros sistemas operativos alternativos para hacer un uso general del micro-ordenador. Y uno de estos es RISC OS Pi. Este sistema operativo está pensado para un usuario, para abrir las aplicaciones de una en una. Esto puede verse como una limitación, sobre todo si estamos acostumbrados a usar muchos programas a la vez, pero hay que destacar que RISC OS Pi ocupa tan solo 16 MB de memoria y cuenta con una curva de aprendizaje muy sencilla.
RISC OS se puede obtener desde la web de esta distro y como parte del paquete NOOBS.
Me gusta
En el caso de que seáis usuarios noveles en este tipo de mini placas base, este sistema operativo es el más adecuado para los principiantes. Decir que es muy sencillo de utilizar y apenas consume recursos del equipo para su funcionamiento.
No me gusta
Al tratarse un sistema operativo para principiantes, tiene muchas limitaciones con respecto a otras propuestas más avanzadas para usar en un Raspberry Pi.
Usar el Raspberry Pi para jugar
Uno de los usos más comunes del Raspberry Pi es convertirlo en una controla retro. Muchos montan máquinas arcade para jugar usando este micro-ordenador, y otros aprovechan para guardar y gestionar sus bibliotecas de juegos desde él.
Debido a su reducido tamaño, es bastante habitual por parte de multitud de usuarios en todo el globo, que conecten este mini ordenador al televisor. Si lo centramos en el mundo del ocio y de los juegos, podemos disponer de una sencilla consola basada en juegos retro para disfrutar de todo ello en el salón a través de la Raspberry Pi. Para ello podemos utilizar un sistema operativo como los que os mencionamos ahora y así disfrutar al máximo de todos estos contenidos relacionados con el ocio.
Sea como sea, hay una gran cantidad de distros para el RPi que nos van a permitir montar nuestra propia consola retro con emuladores de forma muy sencilla. Además, aquí merece la pena resaltar que su puesta en marcha y uso no serán en absoluto complicados para cualquier usuario que se lo proponga.
Lakka, tu retro-controla ligera y sencilla en el Raspberry Pi
Lakka nos trae una distro Linux muy ligera especialmente diseñada para ejecutar los emuladores de RetroArch. Esta distro nos muestra una interfaz similar al XMB de PlayStation desde la que vamos a poder tener acceso a todos los emuladores de LibRetro para centrar el uso del Raspberry Pi al 100% en el retrogaming. Sin duda, es una de las mejores distros para retrogaming que podemos instalar en este micro-ordenador. Aunque es cierto que no es la distro más intuitiva o la más agradable visualmente.
Podemos bajar Lakka gratis desde su página web. También viene incluido en el paquete de distros NOOBS.
Pros
Los entusiastas de los juegos tendrán la posibilidad de convertir su Raspberry Pi en una auténtica consola retro gracias a este sistema operativo y todas las funciones que nos proporciona por defecto.
Contras
Muchos usuarios a lo largo de los años se han quejado de la interfaz de usuario de este sistema operativo en concreto, tanto a nivel visual como funcional. Quizá a algunos les cueste un poco acostumbrarse a sus diferentes menús.
RetroPie, la retro-consola más completa
RetroPie es otro proyecto similar a Lakka que busca convertir nuestro micro-ordenador en una retro-consola. Esta distro es compatible con todas las versiones del Raspberry Pi, además de soportar otros micro-ordenadores similares, como los ODroid. Incluso podemos encontrarlo para PC.
Esta distro ejecuta por debajo una versión completa de Raspbian, por lo que, además de poder usar todos los emuladores de RetroArch, también vamos a poder salir a Raspbian y usar cualquier programa de este Linux. Por encima de RetroArch, esta distro ejecuta EmulationStation. Este frontend nos permite ver mucho mejor las consolas y los juegos que tenemos, pero la experiencia nos ha demostrado que puede darnos problemas con los controles de los juegos. También podemos encontrar otros programas preinstalados, como Kodi.
RetroPie es una distro más completa, y más cuidada, que Lakka, pero también más pesada y redundante. Podemos bajarla gratis desde aquí.
Destacable
Este sistema operativo se basa en un Raspbian, por lo que su buen funcionamiento y compatibilidad está fuera de toda duda. De manera sencilla podremos disponer de un mini PC en forma de consola retro para disfrutar de nuestros títulos favoritos directamente desde aquí. Además nos propone una interfaz de usuario muy sencilla de utilizar a la vez que intuitiva.
Menos destacable
Al tratarse de una distribución de Linux para raspberry Pi más completa que otras de la competencia, requiere más recursos del sistema para funcionar de manera correcta y fluida.
Recalbox, punto medio entre Lakka y RetroPie
Recalbox es otra distribución más para el Raspberry Pi pensada para el retrogaming. Esta distro se sitúa en un punto intermedio entre Lakka y RetroPie. Esta distro está basada en Linux, y viene por defecto con los emuladores de Libretro, junto con el frontend de EmulationStation, además de traer otros programas, como Kodi, para darle mayor utilidad.
Entre sus inconvenientes podemos destacar los problemas con el mapeo de mandos de EmulationStation. Siendo sinceros, RetroArch tiene un frontend muy agradable y sencillo que hace que los frontend adicionales, como EmulationStation, sean innecesarios.
Podemos bajar esta distro desde su página web.
Bueno
En el caso de que seas un amante de los juegos retro esta es otra interesante opción en forma de sistema operativo que puedes usar en Raspberry Pi para centrarse en estas tareas. Incluye algunos programas de forma predeterminada que nos facilitarán su configuración e instalación.
Malo
A la hora de personalizar el funcionamiento de esto y sistema operativo para Raspberry Pi podemos encontrar algunos problemas a la hora de configurar determinados mandos para los juegos retro.
Ubuntu Retro Remix, un script para convertir Ubuntu en un sistema retro
La verdad es que Ubuntu Retro Remix no es una distro como tal, sino más bien un script que nos permite convertir fácilmente Ubuntu en una distro gaming para el Raspberry Pi. Ubuntu Desktop no está disponible para este micro-ordenador, pero sí que podemos instalar Ubuntu Server, la edición de servidor de esta distribución.
Podemos descargar este script de forma gratuita desde aquí. Su desarrollo aún está muy verde, pero si queremos una alternativa curiosa, podemos tenerlo en cuenta.
A favor
Al ser Ubuntu una de las distribuciones Linux más utilizadas, este añadido que podemos instalarle convertirá nuestro Raspberry Pi en un completo equipo para disfrutar de nuestros juegos en retro de manera sencilla.
En contra
Este es un script que podemos instalar en Ubuntu que todavía está en sus inicios por lo que nos podemos encontrar algunos fallos y funciones que echaremos en falta.
Centro multimedia en el Raspberry Pi
Además de jugar, el Raspberry Pi puede convertirse muy fácilmente en un centro multimedia. De esta manera, por ejemplo, podemos conectarlo a la TV para reproducir cualquier peli o serie que le pasemos por un USB, así como encargarse de la transmisión del contenido a través de la red local.
LibreELEC, la forma más rápida de llevar Kodi al Raspberry Pi
Si quieres tener Kodi en el Raspberry Pi, LibreELEC es la mejor distro que encontrarás para este fin. Esta distro utiliza un Linux «Just enough OS» sobre el cual se ejecuta Kodi por defecto. No tiene más. Simplemente un Linux con los componentes necesarios para arrancar y ejecutar Kodi. De esta manera, podemos aprovechar al máximo los recursos y evitar tener funciones y herramientas que no necesitamos dentro de nuestro SO.
Podemos bajar LibreELEC desde aquí. También viene incluido dentro de NOOBS.
Destacable
Millones de usuarios en todo el mundo utilizan Kodi como centro multimedia en sus ordenadores. Este sistema operativo trae el programa a tu Raspberry Pi para poner a nuestra disposición todo tipo de funciones multimedia.
Menos destacable
En ocasiones y si tenemos un equipo un tanto limitado en cuanto a sus especificaciones internas, veremos que el software no funciona con la fluidez que nos gustaría.
Pi MusicBox, tu completo centro de música
Pi MusicBox nos permite montar nuestro propio Spotify con las canciones y la música que nos gusta. Esta distro actúa como una jukebox donde centralizar toda la música que tengamos a nuestro alcance. Este sistema puede conectarse a servicios de streaming, como Spotify o YouTube Music, además de permitirnos cargar música en MP3 desde un USB o desde una tarjeta de memoria.
Permite escuchar la música en local, o a través de distintos protocolos, como DLNA, OpenHome o AirPlay.
Podemos descargar esta distro desde su web.
Top
Aquí nos encontramos con un sistema operativo para este miniordenador en concreto especialmente indicado para los amantes de la música. Convierte tu Raspberry Pi hoy en todo un centro multimedia musical de manera sencilla.
Menos top
La funcionalidad del software que aquí nos encontramos está bastante limitada a un uso multimedia centrado en la música, para otros usos es mejor elegir otras opciones.
OSMC, otra opción para usar Kodi en el RPi
Esta distro es similar a LibreELEC, ya que su principal finalidad es permitirnos ejecutar Kodi en el Raspberry Pi. Sin embargo, OSMC no se basa en el concepto JeOS, sino que utiliza como base Debian, lo que permite darle muchos más usos.
OSMC es más compatible con micro-ordenadores y con software que LibreELEC, pero en cambio es bastante más pesada, consume muchos más recursos, por lo que podría ir lenta.
Podemos bajar esta distro gratis desde aquí.
Me gusta
Aquí nos encontramos con una distribución de Linux que utiliza Debian como base, lo que nos proporciona una buena cantidad de usos y funciones de forma predeterminada.
Me gusta menos
Por el contrario debemos tener muy en consideración que esta es una distribución que podemos utilizar en nuestro mini ordenador pero que consume más recursos de lo esperado en un principio.
MX Linux «Ragout», la popular distro de PC fácil de usar
MX Linux es una de las distribuciones, basadas en Debian, más cuidadas que podemos encontrar. Inicialmente, esta distro estaba pensada para usarse en PC, sin embargo, sus desarrolladores han decidido dar el salto al Raspberry Pi lanzando «Ragout», una versión creada especialmente pensando en este micro-ordenador.
Esta distro cuenta con un escritorio Fluxbox muy ligero y personalizable. Además, viene de serie con una serie de programas instalados por defecto para empezar a trabajar con él desde el primer momento, como Firefox ESR, Claws Mail, VLC, Thunar, FeatherPad y Geany, entre otros. Las MX Tools, sus programas para configurar y administrar el sistema. También trae por defecto los puertos GPIO habilitados para poder programar mediante Scratch o Python sin problemas, así como soporte para el hat de webcam.
Podemos bajar esta distro gratis desde su repositorio. Está disponible para Raspberry Pi 3, 4 y 400.
A destacar
En este caso nos encontramos con una distribución de Linux que podemos instalar en el Raspberry Pi que se considera de las más cuidadas. Pone a nuestra disposición un escritorio muy completo a la vez que personalizable.
Menos destacable
El consumo de recursos del propio equipo es superior a otras distribuciones Linux más ligeras, lo que se nota principalmente en dispositivos antiguos.
Distros avanzadas para todo tipo de usuarios
Karmbian OS, convierte el Raspberry Pi en una herramienta de hacking
Karmbian OS es una distro para el Raspberry Pi, y otros micro-ordenaodres, que buscan traer a estos dispositivos la distro de hacking ético Kali Linux, junto con todas sus herramientas. Es cierto que Kali Linux se puede utilizar sin problemas en un Raspberry Pi, pero la verdad es que la usabilidad de esta distro sobre ARM deja mucho que desear. Y esto es lo que soluciona esta alternativa.
Podemos bajar todo lo necesario para poner en marcha esta distro desde su repositorio en GitHub.
Windows 10 IoT Core, Microsoft en el Raspberry Pi
Aunque Windows 10 no se puede instalar oficialmente en el Raspberry Pi, hay una edición de Windows, oficial, que sí se puede instalar aquí: la IoT. Windows 10 IoT es un sistema operativo pensado para automatización, para controlar el Internet de las Cosas. Microsoft ha querido llevar este sistema operativo al Raspberry Pi como parte de su intento de conquista hacia el Internet de las Cosas.
Un sistema operativo poco útil para un usuario medio, pero que puede ser interesante en determinados proyectos. Podemos bajarlo desde aquí.
OpenMediaVault, para montar tu propio NAS
Un NAS es un dispositivo que podemos conectar a la red y que puede habilitar determinados servicios (especialmente de almacenamiento) a todos los equipos de la red. Mientras que los NAS comerciales tienen un precio bastante elevado, si tenemos a mano un Raspberry Pi, vamos a poder convertirlo en un NAS, totalmente funcional, gracias a OpenMediaVault.
Esta distro nos permite habilitar o deshabilitar los procesos y servicios que necesitemos, así como poder hacer uso de determinados protocolos dentro de la red. Toda esta distro se puede administrar fácilmente de forma remota desde su panel web. Además, es compatible con configuraciones RAID. Todo lo que podemos tener en un NAS, pero de forma mucho más económica.
Podemos bajar esta distro gratis desde este enlace.
Alpine Linux, distro centrada en la seguridad
Alpine es una distro con un concepto muy interesante. Esta es una distro muy minimalista e independiente centrada especialmente en permitir a los usuarios montar redes e infraestructuras seguras. Es una distro muy pequeña y simple, no ocupa más de 50 MB. Y son los propios usuarios los que deben adaptarla a sus necesidades según el uso que la vayan a dar.
Podemos bajar Alpine Linux para el Raspberry Pi desde aquí.
Ubuntu para Raspberry Pi
Ubuntu es la distro Linux más conocida y usada dentro de los entornos de escritorio. Sin embargo, la edición que vamos a encontrar para el Raspberry Pi no es la misma que podemos encontrar en PC. Para este micro-ordenador, lo que podemos descargar e instalar es Ubuntu Server, la edición de servidor. Esta es una distro minimalista, sin escritorio, pensada para que los usuarios (o, mejor dicho, los administradores de sistemas) puedan personalizarla a su gusto.
Podemos convertir Ubuntu Server en una distro con escritorio, sin problemas. Pero no es lo ideal. Aun así, si estamos interesados en esta distro podemos bajarla gratis desde la web de Canonical.
MS-DOS
Hoy en día es muy raro que alguien se plantee instalar un sistema DOS para usarlo a diario. Estos sistemas están muy limitados, desde su uso por la línea de comandos hasta las funciones, herramientas y la conectividad. Instalar este sistema en un Raspberry Pi sería limitar su potencial. Sin embargo, hay algunas circunstancias en las que nos puede interesar. Por ejemplo, si tenemos programas o, sobre todo, juegos, que solo funcionan bajo esta arquitectura, instalar este sistema en el RPi es lo más parecido a darle una segunda vida.
Vamos a poder volver a jugar los juegos clásicos como Destruction Derby, Z, Doom o Monkey Island si instalamos este sistema en el micro-ordenador. E incluso podremos llegar a instalar e iniciar las versiones clásicas de Windows, como 1.0 o 3.11.
Los sistemas Linux son mucho más completos y, además, están optimizados para funcionar en las arquitecturas del Raspberry Pi. Sin embargo, si lo que queremos es este sistema operativo, ¿por qué no instalarlo?
FreeDOS no funciona en el Raspberry Pi, al menos de forma nativa. Este sistema operativo está diseñado para ejecutarse en sistemas con arquitecturas x86, así como con una BIOS que proporcione al sistema los servicios básicos de tiempo de ejecución para poder funcionar. La arquitectura de un Raspberry Pi es totalmente diferente a eso, ya que cuenta con un bootloader diferente y un procesador ARM, ya sea de 32 o de 64 bits, dependiendo del modelo.
Sin embargo, que no sea compatible de forma nativa no significa que no podamos usarlo. Lo que hay que hacer es dar una vuelta para implementar una capa de virtualización que nos permite virtualizar todo lo necesario para que pueda funcionar. Y esta capa es QEMU (Quick EMUlator). Esta máquina virtual de código abierto nos permite instalar sistemas operativos por encima de cualquier distro Linux, de forma similar a como hacemos con VMware o con VirtualBox. Para usarlo, lo primero que debemos hacer es instalar en el Raspberry Pi una distro Linux, un sistema anfitrión, que se cargará en primer lugar. Nosotros recomendamos usar Raspberry Pi OS o Ubuntu, ya que son dos sistemas conocidos.
Probablemente ya tengamos QEMU instalado en el Raspberry Pi. Pero, si no es así, podemos instalarlo manualmente ejecutando el siguiente comando:
sudo apt-get install qemu-kvm-extras
Ahora, el siguiente paso será descargar la imagen de este sistema operativo. Como FreeDOS es gratis, podemos descargarla sin coste alguno desde este enlace. Aquí bajaremos una imagen ISO con el sistema operativo, la cual usaremos más adelante para arrancar la máquina virtual.
Siguiendo con QEMU, lo que vamos a hacer a continuación es crear la máquina virtual. Para ello, lo que debemos hacer es ejecutar el siguiente comando. Este nos creará un disco duro virtual, llamado «freedos.img» con un espacio de almacenamiento de 200 MB. Suficiente.
qemu-img créate freedos.img 200M
Una vez creada la unidad, ahora ya podemos arrancar la máquina virtual. Lo que debemos hacer es ejecutar el siguiente comando para ponerla en marcha. En los parámetros están especificados los componentes de hardware que queremos que tenga, la imagen ISO (a la cual hemos llamado «FreeDOS.iso») y el disco duro virtual, entre otras configuraciones.
qemu-system-i386 -m 16 -k es-es -rtc base = localtime -soundhw sb16, adlib -device cirrus-vga -hda freedos.img -cdrom FreeDOS.iso -boot order = d
Arrancará la máquina virtual, y lo primero que veremos será el asistente de instalación de FreeDOS. Seguimos los pasos que nos indica este asistente hasta el final para ponerla en marcha y listo.
Al acabar, ya tendremos FreeDOS instalado dentro de la máquina virtual QEMU en el Raspberry Pi. No es nativo, pero funciona de sobra para poder mover juegos y programas retro. Incluso podremos instalar Windows 3.11, si queremos.
¿Cuál es el mejor SO para el RPi?
Como podemos ver, hay una gran cantidad de sistemas operativos (basados en Linux, la mayoría) para usar en este micro-ordenador. Sin embargo, tanta variedad seguro que nos hace preguntarnos, ¿cuál es el mejor que podemos instalar?
Desde luego, una de las mejores opciones que podemos encontrar es su propia distro oficial, el Raspberry Pi OS. Esta distro, basada en Debian, está especialmente diseñada pensando en el hardware y las capacidades del micro-ordenador, por lo que funcionará perfectamente en él, sin problemas. Es compatible con todo tipo de software, y satisfacerá las necesidades tanto de los usuarios más avanzados como de los que están dando los primeros pasos dentro de este Linux.
Si lo que vamos a hacer es jugar con el Raspberry, entonces debemos instalar una distro especialmente diseñada para este fin. Aunque podemos usar casi cualquiera, instalando y configurando los emuladores a mano, hay dos distros que destacan por estar especialmente diseñadas para jugar: Lakka y RetroPie. Por último, si lo que queremos es usar el dispositivo como centro multimedia, con Kodi, música y para reproducir todo tipo de vídeos, entonces desde luego la mejor opción aquñi será LibreELEC.
De todas formas, recordamos que una de las ventajas de este dispositivo es su almacenamiento basado en una micro-SD. Esto quiere decir que, sin configuraciones ni complicaciones, podemos tener o más distros instaladas y listas para funcionar. Simplemente debemos cambiar una micro-sd por otra, encender el Raspberry y listo. Así podemos usar la distro que queramos, o necesitemos, en cada momento.