De vez en cuando, si queremos que nuestro ordenador funcione bien, es necesario reinstalar el sistema operativo desde cero. Los expertos recomiendan hacerlo una vez al año para evitar tener problemas a la hora de usar el PC. Sin embargo, reinstalar el sistema operativo es algo que suele dar mucho miedo a los usuarios con menos experiencia. Y no todo el mundo quiere llevar el PC a una tienda de informática. Por ello, Microsoft intenta que el hecho de formatear y reinstalar Windows sea algo fácil, rápido y que todo el mundo pueda hacer.
Windows 11 ya ha simplificado mucho la tarea de reinstalar el sistema operativo. Ya no es necesario formatear el PC ni arrancarlo desde un USB que hemos creado con una ISO personalizada ni otros conceptos que pueden dar dolores de cabeza a muchos usuarios con solo hablar de ellos. Basta con entrar en el menú de Configuración de Windows, y allí encontraremos un apartado, llamado «Recuperación», desde el que vamos a poder realizar esta reparación del sistema.
Pero la cosa se puede simplificar aún más. Y es que no siempre es necesario borrar el sistema por completo para reinstalarlo desde cero, sino que podemos reinstalar la versión actual del SO para reparar todos los archivos que puedan estar dañados sin perder archivos, programas ni ajustes del equipo.
Así es como funciona esta nueva función que acaba de llegar a Windows 11 y que te va a permitir reinstalar la versión actual de Windows, sin perder nada, con un par de clics.
Corregir problemas con Windows Update
Esta nueva función ya está disponible para todos los usuarios que utilicen Windows 11 22H2 o una versión posterior, siempre y cuando hayan instalado las actualizaciones opcionales de febrero de 2024. Como su nombre indica, se trata de una función diseñada para corregir todo tipo de fallos y problemas en el sistema operativo.
Esta función se encuentra dentro del menú de Configuración de Windows, en el apartado de Sistema > Recuperación. La función la encontramos con el nombre de «Corregir problemas con Windows Update», y lo que hace, según su descripción, es reinstalar la versión actual de Windows, manteniendo todos los archivos, programas y la configuración del sistema.
Para usar esta función, basta con hacer clic sobre el botón «Reinstalar ahora», y nos aparecerá una nueva ventana donde veremos una descripción de lo que vamos a hacer en el equipo, y un botón para confirmar.
Hacemos clic en «Aceptar», y listo. Automáticamente, nos llevará al menú de Windows Update, donde veremos que se nos ha añadido una nueva actualización con la etiqueta de «versión de reparación» al centro de descargas.
Ya solo nos queda esperar a que acabe el proceso de descarga e instalación de la nueva actualización de reparación. Al acabar, el ordenador se reiniciará para acabar con la reinstalación del SO sin alterar absolutamente nada de nuestro PC. Y, cuando el PC vuelva a arrancar, lo tendremos ya reparado, con un Windows totalmente reluciente, y con todos los programas, y configuraciones, tal cual las teníamos antes.
¿Reparar o restablecer el equipo?
Si la opción anterior nos ha fallado, y Windows nos sigue dando problemas, entonces siempre podremos recurrir a la clásica función de «restablecer el equipo». Podremos elegir si queremos bajar el Windows desde la nube (la opción recomendada) o si queremos mantener, o borrar, todos los datos del PC. Una salida que siempre funciona y nos ahorra el tener que realizar una instalación limpia desde cero, con los problemas que eso puede darnos.
En cuanto a cuál de las dos funciones es mejor, a grandes rasgos hacen lo mismo: reparar y reinstalar el sistema. Pero, en la práctica, tienen algunas diferencias. Si queremos quedarnos en la misma versión en la que estamos (por ejemplo, la 23H2), la función de reparar que acabamos de ver es mucho más práctica, rápida y sencilla. No obstante, si queremos aprovechar y reinstalar la versión más nueva del sistema (la 24H2, por ejemplo), esto solo podremos hacerlo desde el apartado de restablecer.
Finalmente, si los dos métodos anteriores fallan o dan problemas, entonces solo nos queda una alternativa: reinstalar Windows desde cero. Es el proceso más largo, y complicado, y perderemos todas las opciones y configuraciones del sistema, pero nos aseguramos de tener el equipo a la perfección, con un Windows limpio y actualizado.