Formando parte del sector del software, uno de los elementos más representativos aquí es el sistema operativo que nos ofrece Microsoft, hablamos de Windows. La mayoría de vosotros trabajáis con este desde hace décadas y ahora vamos a recordar cómo fueron sus inicios.
Hoy día este es un software que forma parte de la mayoría de los equipos de sobremesa en todo el mundo. De hecho, buena parte de los usuarios habituales de tecnología están acostumbrados a trabajar con Windows. Pero desde sus principios hasta la fecha este es un componente software que ha cambiado mucho, así fue su nacimiento.
Cómo fue el lanzamiento del primer Windows en 1983
Tenemos que remontarnos al pasado año 1983 cuando Microsoft empezó a ser lo que es hoy día. Poco a poco se fue convirtiendo en una empresa muy conocida relacionada con el mundo de la tecnología y los ordenadores de sobremesa. Buena parte de la culpa en su momento la tuvo el lanzamiento del sistema operativo MS-DOS que lanzó en 1981. Pero quizá uno de sus grandes avances se produjo hace ahora 40 años, en concreto el 10 de noviembre del mencionado año 1983.
Todo comenzó en un evento de prensa celebrado en la ciudad de Nueva York, cuando el gigante del software reveló por primera vez sus planes de lanzar un sistema operativo para PC basado en una interfaz gráfica. Esto iba a suponer una enorme revolución en el sector tecnológico y desde el principio la empresa lo llamó Windows. De hecho, Bill Gates se interesó por todo ello tras ver otros sistemas operativos de la competencia, como sucedió con Apple.
Así, Gates empezó a planificar el desarrollo de un sistema operativo con interfaz gráfica que fuera más asequible que el de sus competidores. Y por si fuera poco, también prometió que Windows tendría unos requisitos de hardware más reducidos. Otro de los apartados destacables es que en esta presentación inicial afirmaron que Windows también podría ejecutar cualquier programa de MS-DOS.
La gestión de ventanas de los programas, un factor clave
En cuanto a la ejecución de aplicaciones, en la nueva interfaz gráfica las ventanas como tal cambiarían de tamaño para entrar en la pantalla, pero no se solaparían entre sí. De ahí la denominada interfaz de mosaico que seguro resulta familiar a muchos. Aunque hoy día el uso de estas ventanas nos resulte bastante habitual, en esos momentos era toda una novedad. De ahí la importancia que Microsoft quiso dar a su funcionamiento.
La empresa incluyó en este primer Windows una función de distribución automática de ventanas. Todo con el fin de redimensionar todas ellas cuando se modificase el tamaño de alguna y que así nunca se solapen.
Y no solo eso, ya que, al mismo tiempo en esta presentación del primer Windows, Microsoft aseguró que sería compatible con los equipos basados en IBM PC de empresas como HP, Compaq o Texas Instruments. A modo de curiosidad os diremos que la misma IBM decidió no dar soporte a Windows en ese momento. Más tarde lanzó un sistema operativo llamado TopView que fracasó de forma estrepitosa.
En principio Microsoft esperaba lanzar Windows en abril de 1984. Pero por diversas razones la primera versión acabó saliendo al mercado el 20 de noviembre de 1985. Hay que apuntar que, en un principio, Windows fue un completo fracaso. No fue hasta el lanzamiento de Windows 3.0 en 1990 cuando el sistema empezó a despegar realmente para convertirse en lo que es hoy día.
Lotus y Paint, los protagonistas de Windows 1.0
Ahora mismo sería impensable que Microsoft promocionara su sistema operativo indicando que es compatible con una suite ofimática diferente de Office, o que una de las principales características del sistema es pintar con Paint. Sin embargo, en el anuncio original de 1986 podemos ver el co-fundador, Steve Ballmer, presentando el sistema operativo destacando el uso de Paint y la compatibilidad de la suite Lotus.
¿Es cierto este anuncio? ¿Se publicó, o usó como parodia dentro de la compañía? No se sabe con certeza. Lo que está claro es que el presentador es Ballmer, ya que en esa era no existía la IA, y que el precio de Windows era de 99 dólares (poco menos de lo que cuesta ahora cualquier edición «Home»). Precio al que, además, había que sumarle el precio de MS-DOS.