El sistema operativo de Microsoft, Windows, por sí mismo nos propone varias maneras de establecer un nuevo fondo de escritorio. Esta es una de las funciones de personalización del sistema más habituales y que nos permite visualizar fotos personales en todo momento en nuestro equipo.
Son varias las características incluidas en Windows que nos permiten adaptar este software a nuestras necesidades o gustos. Las tareas de personalización de las que os hablamos se hacen extensivas tanto a nivel funcional como de aspecto. Pero si nos centramos en este segundo apartado, el cambio de escritorio es una de las acciones más habituales. Esto es algo que por ejemplo podemos llevar a cabo desde la aplicación de Configuración incluida en el propio sistema operativo.
Da igual modo podemos utilizar varios programas centrados en el trabajo con este tipo de elementos gráficos, tanto propios como de terceros. De hecho, en estas mismas líneas nos vamos a centrar en un programa que casi todos vosotros conocéis y que nos facilita en gran medida el cambio de fondo de escritorio colocando una foto propia. No hace falta aclarar que Paint es un sencillo editor de fotos que lleva muchos años y versiones de Windows acompañándonos. A pesar de las propuestas similares que podemos usar hoy día, este es un programa muy querido y utilizado por usuarios en todo el mundo, de ahí que siga en su lugar en las últimas versiones del sistema.
Por tanto, en el caso de que estemos pensando en cambiar la foto del fondo de escritorio de Windows, esta aplicación que os comentamos nos será de ayuda.
Usar Paint para cambiar las fotos del escritorio de Windows
Llegados a este punto cabe mencionar que, como os podréis imaginar, este sencillo programa va un paso más allá del cambio de fondo de escritorio. Con esto lo que os queremos decir es que de manera rápida podremos personalizar las fotos que vayamos a usar antes de establecerlas definitivamente. Gracias a las herramientas de edición fotográfica que Paint nos propone, podremos añadir o eliminar elementos al nuevo fondo.
Hay que tener en cuenta que esta es una aplicación que en absoluto es comparable a otras más avanzadas como GIMP o Photoshop, pero cumple las expectativas y necesidades de muchos. Ahí está precisamente uno de los secretos de su éxito. De este modo, una vez hayamos hecho los pertinentes cambios sobre la imagen original directamente en Paint, el programa nos permitirá establecerla como fondo de escritorio. Esto es algo que podemos llevar a cabo sin necesidad de echar mano de otras funciones de Windows.
El único requisito que se nos va a pedir para poder llevar a cabo este movimiento será haber guardado previamente la foto en la unidad de disco. A continuación, para lograr el objetivo que buscamos en estas líneas, tendremos que pinchar en el menú Archivo de la interfaz principal de Paint. En este apartado nos encontramos con las habituales opciones de guardado e impresión de imágenes. Sin embargo, si nos fijamos un poco encontramos una de ellas llamada precisamente Establecer como fondo de escritorio.
Al situarnos sobre la misma ya tendremos la posibilidad de elegir el modo en el que deseamos colocar estas fotos editadas en Paint y que formen parte del escritorio del sistema de manera directa.