El sistema operativo de Microsoft cada vez nos ofrece una mayor cantidad de funciones y herramientas para personalizar el aspecto de Windows. Uno de los más habituales y que tendemos a echar mano en primer lugar, es la imagen de fondo del escritorio.
De forma predeterminada, el propio Windows nos ofrece una serie de imágenes en alta definición con las que podemos decorar este apartado tan importante en el sistema operativo. Sin embargo, lo común es que los usuarios se decanten por utilizar fondos más personales para esta sección. Aunque las propuestas de Microsoft suelen ser bastante espectaculares, evidentemente son genéricas.
Es precisamente por todo ello por lo que debemos hacer una buena elección y seguir una serie de pautas que seguir para la interfaz del sistema operativo. Y ya no solamente hablamos del contenido como tal del fondo, sino que debe cumplir una serie de especificaciones para adaptarse a nuestro equipo y su software.
Especificaciones para el fondo de escritorio de Windows
Como os decimos, lo habitual en este caso es que nos decantemos por alguna foto personal que tengamos guardada en el disco duro. Ya sea de algún viaje que hicimos, nuestra pareja, familia, mascota o hobby, elegimos normalmente algo que nos haga sonreír al ver el escritorio. Eso sí, aquí es muy importante la resolución de la imagen como tal.
Debe adaptarse a la perfección a la pantalla que tenemos conectado al PC. Para ver la resolución recomendada que debería tener ese fondo de escritorio, abrimos la aplicación de Configuración de Windows. Es el apartado Sistema / Pantalla, nos encontramos con la resolución recomendada de nuestro monitor. Esos valores son los que debemos utilizar para establecer la resolución del fondo que utilizaremos.
Al margen de la resolución, es importante que nos aseguremos que la foto no tiene pixelación ni ruido, de lo contrario deberíamos elegir otra. Llegados a este punto también es crucial tener en consideración la orientación de nuestra pantalla. Basándonos en ese apartado tendremos que elegir un fondo u otro. Además, en el caso de que aún trabajéis con monitores antiguos de tubo, también es importante tener en cuenta la relación de aspecto, que probablemente sea 4:3 en lugar de 16:9 de las pantallas más actuales.
Usar dos o más pantallas en Windows
También se puede dar la circunstancia, algo cada vez más habitual, de que utilicemos más de una pantalla de forma simultánea en Windows. Aquí tenemos la posibilidad de utilizar un fondo de escritorio para cada uno de estos elementos hardware. Para acertar no tendremos más que seguir los consejos que os hemos comentado antes para cada una de las imágenes seleccionadas.
Aunque también se puede dar el caso de que utilicemos un fondo de escritorio alargado que cubra más de una pantalla. Para todo ello disponemos de algunas webs especializadas que nos proporcionan contenidos de este tipo donde es sumamente importante tener en cuenta la resolución de ambos monitores.
Este es un claro ejemplo de todo ello, aplicación web para que podamos acceder desde este mismo enlace. Aquí nos encontramos con múltiples ejemplos en forma de espectaculares imágenes para utilizar en equipos con doble pantalla.