¿Por qué no hemos visto un Windows 9? El motivo por el que Microsoft pasó del 8 al 10
La numeración que Microsoft utilizan en sus sistemas operativos, al menos en los últimos años, no parte de ninguna lógica. Los únicos sistemas operativos que han estado asociados a un año concreto fueron Windows 95 y Windows 98. Después llegaron Windows XP, Windows 7, Windows 8, Windows 10 y Windows 11. ¿Dónde se quedó Windows 9?
Con cada nueva versión de Windows, Microsoft aprovecha para remodelar parcial o totalmente la interfaz gráfica conservando la mayoría de las opciones de configuración, algunas de la cuales, como el Panel de control, lleva más de 20 años con el mismo diseño. Con el lanzamiento de Windows 7, Microsoft introdujo un nuevo diseño alejado de Windows XP, un diseño que gustó a todo el mundo, siendo, con el paso de los años, junto a XP, los dos sistemas operativos más populares que Microsoft ha lanzado al mercado.
Cuando llegó Windows 8, Microsoft introdujo un nuevo diseño completamente alejado de lo que había sido Windows desde sus primeras versiones, un diseño en forma de baldosas que cambiaba por completo la forma de interactuar de los usuarios con el sistema operativo, lo provocó un gran número de críticas por parte de los usuarios obligando a la compañía a lanzar Windows 8.1 para volver a introducir el clásico botón de inicio. Este diseño estaba enfocado a equipos con pantalla táctil, una tecnología que 11 años después del lanzamiento de Windows 8, sigue sin ser una opción para muchos usuarios.
Cuando todo parecía indicar que la próxima versión de Windows sería Windows 9, Microsoft lanzó Windows 10. ¿Qué pasó con Windows 9? El motivo de saltarse esta versión de Windows está relacionado con la llegada de Satya Nadella al puesto de máximo responsable de Microsoft sustituyendo al polémico Steve Ballmer.
Microsoft quería dar la impresión de que, tras el cambio en la cúpula directiva, la empresa se había renovado por completo y que todas las decisiones que había tomado Ballmer eran cosa del pasado y que no se iban a repetir. Cuando todo parecía indicar que Windows 9 sería la próxima versión de Windows, un año antes de su lanzamiento, se produjo este cambio en Microsoft. Además, Windows 10 supuso un cambio radical en comparación con las dos versiones anteriores de Windows ya que incorporaba las dos características principales de estos: el menú de inicio que había desaparecido con Windows 8 y las baldosas informativas, baldosas que, con el lanzamiento de Windows 11 han pasado a formar parte de la historia.
Al pasar de Windows 8.1 a Windows 10, Microsoft daba a entender que no había continuidad con esa versión de Windows que tan poco gustó a los usuarios. Realmente era más una estrategia de marketing que otra cosa, pero era más que suficiente para volver a llamar la atención de los usuarios que con el lanzamiento de Windows 8 se habían planteado no actualizar y continuar con Windows 7, aunque se quedara sin soporte. Eso era mejor que cambiar por completo la experiencia de usuario.
El otro motivo por el que no hubo Windows 9
Además de este motivo, de «rotura con el pasado», que está más pensado para el público general, también hay otro motivo por el cual Microsoft podría haber prescindido de esta versión, un motivo mucho más técnico y que, seguramente, le hubiera traído problemas.
Para ver si un programa funciona con Windows, se comprueba la versión del SO cuando lo instalamos o ejecutamos. Sin embargo, los programas más antiguos, de la era de Windows 95/98, no comprobaban toda la versión, sino que solo comprobaban que el primer dígito fuese un 9. Así, muchos programas antiguos usaban un código similar a este:
- if(version.StartsWith(«Windows 9»))
- { /* 95 and 98 */
- } else {
Haber lanzado un Windows 9 hubiera traído muchos problemas debido a esta comprobación. Y, por ello, saltarse esta versión y pasar directamente a Windows 10 ha sido la solución más simple, rápida y directa ante este problema.