Casi nadie duda de que la interfaz gráfica del sistema operativo Windows nos ofrece todo lo necesario para trabajar con el mismo de la mejor manera. Sin embargo, al mismo tiempo hay usuarios que quieren exprimir al máximo este software, por lo que echan mano de elementos como CMD o PowerShell.
Ambos nos permiten acceder a partes del sistema con las que no podríamos trabajar desde la interfaz gráfica, todo ello a base de comandos y scripts. De este modo los usuarios más avanzados de Windows pueden tener mucho más control sobre su equipo. En estos instantes podríamos decir que la herramienta de Windows PowerShell es una versión más completa y moderna del mencionado CMD o ventana del símbolo del sistema. Precisamente por esta razón nos propone formas de trabajar aquí a través de la línea de comandos, de un modo más avanzado.
De forma predeterminada relacionamos esta importante herramienta de Windows con una ventana azul que aparece nada más ponerlo en funcionamiento. Para ello basta con que escribamos un nombre, PowerShell, en el cuadro de búsqueda de la Barra de tareas, por ejemplo. Pero dejando al margen el potencial que esta función nos presenta y todas las posibilidades que nos abre, en estas líneas nos vamos a centrar en su aspecto.
Y es que tal y como sucede con la mayoría de los programas que usamos a diario en Windows, actualmente su personalización es clave para lograr ser más productivos. Os contamos todo esto porque tenemos igualmente la posibilidad de adaptar y personalizar el aspecto de PowerShell. Esto es algo que veremos a continuación y que os permitirá trabajar de una manera mucho más cómoda a través de comandos en esta herramienta de Windows.
Personaliza y mejora el aspecto de PowerShell
A todo esto, que os contamos, una vez tenemos la herramienta en ejecución en pantalla, pinchamos en su icono situado en la esquina superior izquierda. Aquí aparecerán varias opciones entre las que nos decantamos por Propiedades. Aquí nos encontramos con multitud de parámetros de personalización, muchos de ellos relacionados con la interfaz de esta funcionalidad.
Hay que decir que en la pestaña Opciones, a nivel gráfico tenemos la posibilidad de cambiar el tamaño del cursor. Pero lo más interesante quizá lo encontremos en el apartado Fuentes. Desde aquí podremos modificar tanto el tipo de fuente que vamos a utilizar en esta herramienta, así como el tamaño de esta. Esto nos permitirá utilizar un tipo de letra que se adapte a lo que buscamos o necesitamos.
Por otro lado, os recomendamos que os situéis en la pestaña llamada Diseño para así poder ajustar la ventana como tal. Y es que en esta ventana tenemos opción de personalizar al máximo tanto el tamaño predeterminado de la misma, como su posición en pantalla. Esto es algo que podremos hacer al detalle y así adaptar el aspecto de esta función al resto de aplicaciones instaladas en el sistema.
Pero eso no es todo, ya que también podemos establecer los colores que vamos a utilizar en PowerShell y cambiar los que vienen configurados por defecto. Así podremos cambiar el mítico color azul de fondo de esta ventana, y lo mismo sucede con los textos que aquí introduzcamos. Todo ello con el fin de adaptar al máximo el aspecto de PowerShell a nuestros gustos o necesidades y así ser más productivos.