El tamaño ideal de un ordenador portátil son 14 pulgadas. Todo lo que sea superior a ese tamaño, dependiendo del diseño, puede ser más un problema de transporte que una ventaja de uso, por su elevado tamaño. Trabajar con una pantalla de 14 pulgadas, puede ser un problema a largo plazo si lo utilizamos como equipo en nuestro hogar conectado a la corriente y apenas sale de casa o no lo hace nunca, ya que la única motivación que teníamos a la hora de adquirirlo era el reducido espacio que ocupa.
Si no tenemos mucho espacio en el hueco que tenemos en nuestro hogar para añadir un monitor externo o utilizar un TV para ampliar el tamaño de la pantalla, podemos hacer dos simples cambios que, si bien es cierto no son milagrosos, si nos permitirán interactuar con nuestro equipo de una forma mucho más sencilla.
Ocultar la barra de tareas
La barra de tareas de Windows se sitúa en la parte inferior de nuestro PC con Windows y siempre está accesible para todas las aplicaciones que abramos en el equipo, aunque estas se muestren a pantalla completa con excepción de las aplicaciones para reproducir vídeos y de los juegos principalmente. Aunque inicialmente pueda parecer que el espacio que ocupa no es mucho, una vez la ocultamos, podemos ver como realmente si estamos ganando un espacio de pantalla adicional haciendo que nuestro escritorio y, por ende, el contenido de todas las aplicaciones se muestre un pelín más grande.
Windows nos permite ocultar temporalmente la barra de tareas de Windows, barra de tareas que únicamente estará visible si acercamos el cursor del ratón a la zona donde se muestra habitualmente, que, generalmente es la parte inferior. Si queremos olvidarnos de la barra de tareas cada vez que abrimos una aplicación y trabajar con diferentes escritorios virtuales para no depender de esta, debemos acceder a las opciones de configuración de Windows a través del atajo Win + i. A continuación, nos dirigimos a la opción Personalización y, seguidamente, en la columna de la izquierda, pulsamos en Barra de tareas. En la sección de la izquierda, marcamos la casilla Ocultar automáticamente la barra de tareas en el modo escritorio.
Reducir el tamaño de los iconos
Si somos de los usuarios que utilizan el escritorio para tener siempre a mano los directorios con los que trabajamos habitualmente, ya sea en forma de acceso directo o para tener a mano los archivos con los que estamos trabajando, en una pantalla de pocas pulgadas, rápidamente, podemos llegar al máximo número de iconos / accesos directos. Si queremos ampliar el espacio disponible para añadir más iconos o que estos estén repartidos de una forma que sea mucho más sencilla acceder a ellos, podemos modificar el tamaño de estos rápida y fácilmente.
Para reducir el tamaño de los iconos del escritorio en Windows podemos hacerlo de dos formas diferentes. El método más rápido pasa por mantener presionada la tecla Control de nuestro teclado y, sin soltarla, mover la rueda del ratón hacia nosotros hasta encontrar el tamaño del icono que más se adapta a lo que buscamos. La opción pasa por pulsar con el botón derecho del ratón sobre cualquier lugar del escritorio donde no se encuentre ningún icono, acceder al menú Ver y, seguidamente, seleccionar la opción Iconos pequeños.