Protege el mensaje y los adjuntos de tus correos de Gmail y Outlook activando esta desconocida función
A pesar de todos los años que lleva entre nosotros, el correo electrónico se sigue usando a diario tanto a nivel personal como profesional. En ocasiones necesitamos ocultar su contenido de alguna manera para así evitar filtraciones. A continuación, os mostraremos cómo encriptar esos mensajes y evitar que caigan en malas manos.
Lo primero que debemos saber es que cifrar el correo electrónico es un proceso que nos permite ocultar el contenido de los mensajes. Evidentemente el principal objetivo aquí es proteger dicho contenido para que no pueda ser leído por personas no deseadas. En el caso de que contenga información confidencial como contraseñas, credenciales de inicio de sesión, o datos bancarios, quizá nos interesa echar mano de estos métodos.
Estos son los principales tipos de cifrado de correo electrónico
Eso sí, a la hora de cifrar nuestros correos, lo mejor que podemos hacer es llevar a cabo el proceso de seguridad con todos. Si lo hacemos con algunos, dejamos en evidencia cuáles son los mensajes más sensibles o privados. Aunque hay varios sistemas para llevar esto a cabo, hay dos tipos de cifrado de correo electrónico que son los habitualmente usados. Aquí nos referimos a los métodos de encriptación conocidos como S/MIME y PGP/MIME.
El primero de ellos depende de una entidad centralizada para elegir el algoritmo de cifrado. Lo emite para encriptar y firmar los mensajes de correo de forma automática. Se podría decir que este método, S/MIME, es el más habitual para llevar a cabo estas tareas de seguridad. Protege mensajes de texto sin formato y archivos adjuntos. Eso sí, necesita permisos de administrador de las cuentas para activarlo.
Por otro lado, PGP/MIME se basa en un modelo descentralizado y se desarrolló principalmente para resolver los problemas de seguridad de los mensajes de texto plano. Una vez sabemos todo esto, veamos cómo cifrar nuestros correos electrónicos en algunos de los principales gestores actuales.
Protege tus correos en Gmail
Uno de los servicios de este tipo más utilizados es aquel que nos ofrece el gigante de las búsquedas Google. Nos referimos a Gmail, donde la mayoría de vosotros ya disponéis de al menos una cuenta. Pues bien, lo primero que debemos saber es que este es un servicio de correo que utiliza el método S/MIME que os mencionamos antes y se ha integrado en la aplicación.
Antes de nada, debemos tener en consideración que la función de cifrado solo funciona si tanto el remitente como el destinatario tienen el protocolo activado. Para habilitar la función S/MIME en Gmail, iniciamos sesión con la cuenta de administrador de Google desde este enlace. En el apartado G Suite / Gmail / Configuración de usuario, seleccionamos la cuenta que deseamos habilitar.
A continuación, lo que hacemos es redactar el mensaje de correo de manera convencional y pinchamos en el icono con forma de candado que aparece a la derecha del destinatario para cifrar ese mensaje.
En el enlace que reza Ver detalles, podemos configurar el nivel de cifrado. En verde los contenidos están protegidos por el cifrado de S/MIME y solo se pueden descifrar con una clave privada. En gris el correo está protegido con TLS y solo funciona si tanto el remitente como el destinatario tienen activada estas funciones de TLS. En rojo el correo electrónico no estará cifrado.
Cómo cifrar el correo en Outlook
Al igual que en el caso anterior, la popular aplicación Outlook de Microsoft funciona con el protocolo S/MIME. Para activarlo aquí necesitamos un certificado o ID digital del administrador de la empresa o de la cuenta. Una vez el administrador haya instalado el correspondiente certificado para el cifrado S/MIME, ya podremos cifrar los mensajes. Esto es algo que logramos con tan solo pinchar en el botón que aparecerá en la interfaz de Outlook, en concreto en el menú Opciones.
Cabe mencionar que, si el destinatario no tiene S/MIME activado, no podrá leer el correo.