Todo aquello relacionado con la edición de vídeos, hace unos años estaba limitado a unos cuantos profesionales. Estos debían disponer de equipos hardware y soluciones software lo suficientemente potentes como para cumplir con sus necesidades. Pero la cosa ha cambiado sustancialmente a lo largo de los últimos años.
Con esto es lo que os queremos decir, como seguramente muchos de vosotros ya sabréis, es que la edición de vídeo hoy día está al alcance de cualquiera. En gran medida esto se lo debemos agradecer a los potentes ordenadores de los que disponemos la mayoría, por un lado. Además, los desarrolladores de software intentan, en la medida de lo posible, facilitarnos las cosas en este sentido. Así ya no va a hacer falta que seamos profesionales o tengamos conocimientos profundos en este sector para obtener resultados aparentes.
Lo cierto es que podemos encontrar soluciones de todo tipo para este tipo de proyectos multimedia. Así tendremos la posibilidad de editar nuestros vídeos con programas tanto gratuitos como de pago. De igual modo los hay extremadamente complejos, y otros muy sencillos al alcance de la mayoría. Uno de los más completos que podemos encontrar en estos momentos es Adobe Premier, solución que seguro os resulta más que familiar. Este es un programa de pago, al igual que sucede con otros muchos editores, plagado de funciones que nos permitirán obtener resultados profesionales.
Pero al mismo tiempo podemos echar mano de otros programas bastante más sencillos, muchos de ellos gratuitos, para nuestros proyectos de vídeo. De hecho, en la mayoría de los casos lo más recomendable es decantarnos por estas soluciones más asequibles.
Por qué editar vídeos con programas sencillos
Momento en el que tomamos la decisión de realizar tareas de edición de vídeos, en muchas ocasiones echamos mano de las soluciones más completas y complejas. A no ser que tengamos amplia experiencia en este tipo de trabajos, esto es algo que no os recomendamos en absoluto. Por el contrario, la mejor decisión en este caso sería usar algún editor sencillo de estos contenidos multimedia que se adapte a nuestros conocimientos.
Una de las razones de ello es que los editores de vídeos más avanzados son bastante complejos, lo que nos puede terminar de aburrir y abandonar el proyecto antes de empezar. Además, estas aplicaciones más profesionales suelen ser de pago, lo que se convertiría en una pérdida de dinero innecesaria en la mayoría de los casos. En la mayoría de las ocasiones este tipo de trabajos los realizamos para mostrar esos contenidos de vídeo a familiares o amigos. Otro de los usos más comunes es compartir el proyecto finalizado en redes sociales o aplicaciones de mensajería.
Lo que os queremos decir es que para este tipo de objetivos no es necesario realizar grandes proyectos con complejos programas. La mayoría de los editores de vídeo más sencillos, tanto instalables como online, nos ofrecerán las funciones necesarias para obtener los resultados deseados. Para ello en la mayoría de los casos disponemos de funciones y transiciones digitales que aplicamos directamente para así lograr resultados en apariencia profesionales. Además, todo ello sin la necesidad de tener que desembolsar un solo euro ni perder demasiado tiempo en comprender el funcionamiento de la aplicación. Y para terminar a lo comentado le podemos sumar que los requerimientos de estas aplicaciones serán mucho menores, al alcance de la mayoría.