La reproducción de todo tipo de contenidos multimedia en nuestro ordenador está al orden del día. Aquí entran en juegos elementos tales como las fotografías, la música o los vídeos, tanto en su modalidad local como vía streaming.
De manera similar a lo que sucede con los entornos ofimáticos, este tipo de usos más relacionados con el ocio, son más que habituales. Y ya no solo con el ocio, sino que en multitud de ocasiones y en entornos más profesionales necesitamos mostrar fotos, reproducir vídeos, etc. Precisamente es por ello por lo que tanto los fabricantes de equipos como los desarrolladores de software pongan buena parte de sus esfuerzos en el correcto trabajo con estos archivos.
Sin embargo y a pesar de los esfuerzos de ambas partes, no podemos olvidar que el trabajo con este tipo de archivos en concreto es uno de los más exigentes hoy día. Con esto os queremos decir que no se necesitan los mismos recursos para abrir un documento de Word que para reproducir un vídeo de nuestra película o serie favorita. A pesar de todo ello en la mayoría de las ocasiones vamos a querer que el reproductor multimedia que hayamos elegido funcione lo mejor posible.
Os contamos todo esto porque una de las situaciones más desagradables con las que nos podemos encontrar en este modo de funcionamiento, es una reproducción multimedia con saltos o bloqueos. Por lo tanto, para evitar este tipo de errores, debemos tener en consideración anteriormente una serie de aspectos imprescindibles para reproducir vídeos y audio sin problema.
Evita saltos y bloqueos en tu reproductor de audio y vídeos
Así, llegados a este punto lo primero que debemos tener en consideración es la elección del programa como tal. Si disponemos de un ordenador limitado y no necesitamos funciones adicionales, debemos decantarnos por el reproductor multimedia más ligero que encontremos. De esta manera nos evitamos la carga en memoria de grandes aplicaciones con funciones que no vamos a usar nunca.
Al mismo tiempo también es importante que dispongamos de una unidad principal de disco con espacio libre suficiente. Ya no solo para instalar el programa o volcar los archivos multimedia, sino que ese espacio libre será importante para el sistema operativo. Así evitamos fallos de reproducción con el programa tales como cortes o saltos. Es más, si tenemos la posibilidad de trabajar con estos archivos de audio y vídeo desde unidades SSD en lugar de HDD, mejor que mejor. Esto permitirá que la aplicación seleccionada pueda acceder y reproducir estos contenidos de una manera más fluida y sin saltos.
Además, si nos centramos en el reproductor como tal, deberíamos evitar la instalación de plugins adicionales o complementos que consuman recursos. Igualmente, si es posible, debemos liberar la interfaz de usuario de objetos no necesarios y reproducir contenidos con una calidad acorde al equipo que tenemos. Con esto lo que os queremos decir es que se puede dar la posibilidad de que nuestro ordenador no tenga el potencial suficiente como para ver películas 4K desde archivos que ocupan 40 gigas, por ejemplo. Por tanto, aunque tengamos un PC antiguo, si adaptamos el reproductor multimedia y sus contenidos, podremos pasar buenos momentos de ocio con este conjunto.