Las máquinas virtuales son de gran utilidad hoy en día. Gracias a ellas es posible probar nuevos sistemas operativos (tanto otras versiones de Windows, como Linux, e incluso macOS) sin alterar la configuración original de nuestro PC. E incluso nos pueden ayudar a probar programas que, posiblemente, sean peligrosos y, si algo sale mal, con borrarla y crearla de nuevo no habremos puesto en peligro nuestro sistema principal ni los datos. Para virtualizar es necesario usar un hipervisor. Pero ¿cuál de ellos?
A la hora de instalar un sistema operativo, podemos encontrarnos con distintos programas que nos permiten hacerlo. Por ejemplo, Windows tiene su propio hipervisor, llamado Hyper-V, que nos permite instalar otros sistemas operativos por encima de Windows sin necesidad de recurrir a otros programas. Este, además, es el responsable de que funcione el Subsistema de Windows para Linux, las apps de Android (en Windows 11) y otras funciones como el Sandbox de Windows.
Además, también podemos elegir otros programas, como VirtualBox o VMware, para llevar a cabo esta misma tarea. Estos programas cuentan con sus propios hipervisores que se encargan de virtualizar el hardware y controlarlo todo para que los sistemas puedan funcionar correctamente.
Hyper-V sencillo, pero para usuarios avanzados
El hipervisor que viene incluido en Windows nos va a permitir virtualizar diferentes sistemas operativos sin problemas. Sin embargo, solo Microsoft ha sido capaz de crear una herramienta tan sencilla, y complicada, a partes iguales.
Hyper-V cuenta con una interfaz mucho más complicada que la de los otros hipervisores. Esta cuenta con muchas herramientas administrativas, pero ofrece a los usuarios muy poco control sobre las propiedades que queremos que tengan las máquinas.
Es más, esta herramienta es muy útil para virtualizar versiones de Windows, pero un lastre para virtualizar, por ejemplo, Ubuntu. En lugar de datos acceso al escritorio, como cualquier otro programa, nos obliga a conectarnos a Linux a través de un VNC remoto. No es, para nada, práctico. Y podemos olvidarnos de virtualizar macOS.
VirtualBox y VMware, mucho más simple
En el lado opuesto de Hyper-V tenemos dos programas alternativos para crear máquinas virtuales. Por un lado, el conocido VirtualBox, de Oracle (desarrollado por Apache) como alternativa gratuita y de código abierto, y por otro lado VMware, solución comercial para uso profesional (que cuenta con una versión gratuita, Player, para usuarios domésticos).
Estos programas son más completos que la solución de Microsoft a la hora de crear máquinas virtuales, y nos ofrecen un funcionamiento bastante superior al de Hyper-V. Además de tener control casi total sobre el hardware que queremos que tenga nuestra máquina, nos va a permitir también instalar cualquier sistema operativo, desde los típicos Windows hasta las distros Linux más extrañas. Y hasta virtualizar macOS, aunque el proceso es más complicado.
Es verdad que últimamente VirtualBox se está quedando atrás frente a VMware. Sin ir más lejos, el software de Oracle no es compatible con TPM 2.0, requisito para instalar Windows 11, mientras que VMware Workstation sí lo es, desde hace mucho, y recientemente incluso se puede instalar en VMware Player. Pero, a pesar de ello, ambas son excelentes opciones, mucho más sencillas para un usuario medio, y que nos ofrecen muchas más posibilidades.
Puedes tener Hyper-V activado, y usar estos programas
¿Qué pasa, por ejemplo, si quiero hacer uso del Subsistema de Windows para Linux, o del Sandbox, y usar a la vez VirtualBox o VMware? Hasta hace poco tiempo teníamos que escoger, o usar un hipervisor, o usar otro. Por suerte, las últimas versiones de Windows 10 (desde May 2020 Update en adelante) finalmente nos permiten usar dos hipervisores al mismo tiempo de manera que podamos aprovecharnos de la virtualización nativa de Windows (WSL) sin dar la espalda, por ejemplo, a un sistema completo virtualizado en VirtualBox.