A pesar de los años que llevan entre nosotros, los servicios de correo electrónico siguen siendo muy utilizados. Cierto es que las aplicaciones de mensajería instantánea o las redes sociales les han robado parte de su protagonismo, pero siguen siendo importantes. Disponemos de multitud de clientes y proveedores para usar nuestras cuentas de email, como sucede por ejemplo con Outlook de Microsoft.
Esta que os mencionamos del gigante del software es una de las propuestas en forma de clientes más interesantes e importantes en todo el mundo para gestionar nuestro correo. No obstante, lleva muchos años ofreciendo sus servicios a millones de clientes, por lo que no ha parado de crecer y mejorar. Como no podía ser de otro modo estos servicios de correo electrónico y sus correspondientes programas deben adaptarse a las necesidades actuales. Esto es algo que como suele ser habitual se logra gracias a las actualizaciones enviadas por sus máximos responsables.
Aunque la propuesta ofrecida por Google, Gmail, ha ganado muchos adeptos en los últimos años, Outlook de Microsoft sigue siendo una alternativa muy usada. Para facilitar su uso, los de Redmond nos proponen varias formas de utilizar nuestras cuentas de correo aquí. Con esto lo que os queremos decir es que tenemos la posibilidad de instalar un programa en el PC, o utilizar la versión web de la plataforma.
Llegados a este punto nos podríamos preguntar cuál es la mejor manera de usar Outlook entre las dos propuestas que os mencionamos. Esto es algo de lo que os hablaremos a continuación para que podáis elegir el modo de funcionamiento para vuestro correo que más os interese.
Cuál es la mejor manera de utilizar Outlook
Pues bien, lo primero que debemos saber en este sentido es que este gestor de correo que nos presenta el gigante del software es muy completo funcionalmente. Además de poder recibir, enviar y gestionar nuestros mensajes, nos ofrece muchas características adicionales. Entre estas podemos destacar la posibilidad de usar buzones compartidos, crear carpetas favoritas, gestionar calendarios personales, utilizar cuentas de otros proveedores, crear reglas y mucho más.
Pero también debemos tener muy en cuenta que, para sacar el máximo provecho, especialmente en un uso más profesional, de Outlook, es preferible de usar el programa que instalamos. Esto se debe principalmente a que la versión web tiene ciertas limitaciones funcionales. Para que nos hagamos una idea, a continuación, os mostraremos algunas de las funciones más importantes que sí dispone el cliente, pero no la versión web:
- Visualizar archivos en formato PST.
- Hacer un seguimiento de correos.
- Conectar varias cuentas de correo.
- Usar cuentas de otros proveedores.
- Añadir botones de voto.
Eso sí, una de las principales ventajas que nos propone la versión web del gestor de correo de Microsoft es que podemos acceder desde cualquier PC. Al tratarse de una versión en la nube, tendremos la posibilidad de ver y gestionar nuestro email desde cualquier lugar o equipo. Bastará con que dispongamos de una conexión a internet para todo ello.
En resumidas cuentas, podríamos decir que, si tan solo utilizamos Outlook con una cuenta propia sin echar mano de otros proveedores, la versión web y el cliente local son bastante similares.