En el disco duro de nuestro ordenador es probable que almacenamos todo tipo de información tanto personal como profesional que puedan resultarnos de vital importancia. Es por ello que es importante tomar las medidas adecuadas necesarias para que se encuentren protegidos en caso de que pueda suceder cualquier catástrofe. Para ello existen las llamadas copias de seguridad o backup.
Y es que debemos de tener en cuenta que nuestros archivos se encuentran siempre expuestos a cualquier problema que pudiera suceder. Ya sea un fallo humano, la infección de virus o cualquier fallo de índole electrónico pueden hacer que terminemos perdiendo nuestros archivos más preciados. Esto es algo que podemos evitar realizando un respaldo de los datos más elementales que poseemos en nuestro ordenador. Y por supuesto, si nos decidimos a realizar una copia de seguridad, debemos conocer los distintos tipos que existen.
Medidas a tomar antes de realizar un backup
Si nos hemos decidido a realizar un backup, debemos de considerar una serie de medidas previas. Empezando por decidir cuáles van a ser los datos sobre los cuales queremos tener un respaldo. Esto es importante, ya que puede que no todo el contenido de nuestro disco duro sea imprescindible, sino que solo lo sea una parte de este. Por ejemplo, posiblemente no nos interese un respaldo de un archivo de instalación de un programa. Puesto que con el tiempo habrá nuevas versiones mejoradas, por lo que nuestro archivo de instalación puede quedarse obsoleto.
También es importante saber que las copias de seguridad, por normal general, deben realizarse de forma periódica, pues es posible que, sino la actualizamos, cuando queramos hacer uso de ella no disponga de los archivos adecuados. Además, siempre es recomendable disponer de un backup en diferentes lugares a los que podamos acceder fácilmente. Esto es importante porque si hacemos una copia de seguridad en un servicio en la nube como DropBox o Google Drive, puede que no podamos tener acceso a la misma sino tenemos conexión a Internet, por lo que también resulta interesante disponer de una copia en un disco duro externo.
Qué tipo de copia de seguridad usar
Por lo general, a la hora de realizar una copia de seguridad de nuestros datos más preciados, dependeremos de diferentes tipos entre los cuales debemos de elegir en función de aquel que se pueda adaptar mejor a nuestras necesidades.
Empezamos hablando por la copia de seguridad completa con la que podremos hacer un backup de todo el contenido de nuestro equipo al 100%, por lo que resulta ideal sino nos podemos permitir el lujo de perder ningún archivo y queremos tener todos nuestros datos completamente protegidos. Con este tipo de respaldo, también debemos saber que requiere un tiempo y espacio elevado para poder llevarse a cabo satisfactoriamente.
También podemos optar por el modo Incremental. Este siempre recomendable usar cuando ya tenemos previamente un respaldo de nuestros datos realizados. Por lo tanto, queremos actualizarlo con aquellos ficheros que hayan sido modificados. De esta forma, solo se copiarán los archivos que hayan sido modificados con posterioridad a la realización del backup. En este caso hablamos de un proceso rápido de realizar.
Otra opción es realizar un backup Diferencial, que nos va a permitir añadir archivos nuevos a un respaldo previo que ya tengamos guardado. Al igual que el modo Incremental, es una opción muy útil para poder tener nuestra copia actualizada con nuevos datos imprescindibles sin necesidad de tener que realizar una copia completa nuevamente.
Por último, encontramos la copia en modo Espejo, que es bastante similar a la copia completa. Su principal diferencia radica en que al realizar la copia los archivos no se pueden comprimir, lo cual harán que ocupen más espacio y ofrece una menor seguridad. Se usa especialmente por empresas, ya que se recomienda su uso para disponer de una copia fuera del lugar donde se encuentran los archivos originales.