Aunque en el fondo son muy diferentes, Windows y Linux comparten una gran cantidad de funciones. Y, al uso, son dos sistemas operativos muy parecidos. Las distros Linux, como Ubuntu, destacan sobre todo por su rendimiento y su fiabilidad, mientras que Windows ha apostado, desde siempre, por la sencillez y accesibilidad para todos los usuarios. Microsoft se ha inspirado muchas veces en sus sistemas rivales (macOS y Linux) a la hora de lanzar nuevas funciones para el SO. Ahora, va siendo hora de que cambien las tornas.
Ubuntu es la distribución Linux más usada en todo el mundo. Canonical ha sabido muy bien cómo desarrollar su sistema para hacerlo muy accesible, y cómodo de usar, al mismo tiempo que mantiene la conocida filosofía del código abierto, control de usuarios y personalización que caracteriza a los sistemas Linux.
Sin embargo, los tiempos cambian. Y la forma en la que usamos los ordenadores también lo hace. Y Microsoft ha incluido en la última versión de su sistema, Windows 11, una serie de funciones y características que nos gustaría mucho ver en esta distro Linux. Vamos a ver en detalle cuáles son.
Sesiones de concentración
La primera de las funciones de Windows 11 que nos gustaría encontrarnos en Linux son las sesiones de concentración. Si usas el PC para trabajar, y no conoces esta característica, deberías probarla cuanto antes.
Lo que nos permite hacer es crear una especie de «temporizador Pomodoro» que nos va a permitir concentrarnos al máximo en nuestra tarea y recibir avisos programados cuando nos toque hacer un descanso. Además de este temporizador, las sesiones de concentración de Windows 11 activan automáticamente el modo No Molestar del sistema para silenciar todas las notificaciones, avisos y distracciones y poder estar así concentrados al 100%.
Barra de juego
No podemos negar que Linux se está especializando, poco a poco, en los videojuegos. Pero también es cierto que aún le queda mucho que aprender. SteamOS, Valve, y los fabricantes de PCs consolizados, están ayudando mucho a que Linux se haga un hueco dentro del mercado gaming. Pero si queremos que se haga notar en el mercado aún le faltan funciones muy importantes.
Una de estas funciones es un equivalente a la Game Bar de Windows 11. Esta pantalla superpuesta que podemos lanzar mientras jugamos nos permite acceder a distintas herramientas del sistema, tener un monitor de rendimiento y acceder a funciones para hacer capturas de pantalla y grabar nuestras partidas. Toda una navaja suiza para cualquier gamer que se precie.
Historial del portapapeles
Una función que, cuando la pruebas, ya no puedes vivir sin ella. Como su nombre indica, esta se encarga de guardar, en un historial, todo lo que copiamos al portapapeles de Windows, ya sea texto, imágenes, etc. Y, con un atajo de teclado, podemos consultar todo este historial para retomar cualquier elemento que hayamos copiado durante toda la sesión actual del sistema operativo.
Hay aplicaciones que hacen lo mismo en Linux. Es más, Microsoft se inspiró en varias de ellas para crear su función. Pero debería venir nativo en Linux, ya que, si trabajas con el PC, seguro que la usas docenas de veces al día.
Mejor soporte para passkeys
Las passkeys ya no son el futuro, son el presente. Microsoft ya ha apostado por un mundo sin contraseñas, y tras él muchas otras compañías harán lo mismo. Windows lleva tiempo preparado para poder trabajar con passkeys de forma muy sencilla. Tan solo debemos activar un método de autenticación con Windows Hello y, una vez activado, ya podemos empezar a usar nuestro propio Windows 11 como llave de seguridad para cualquier web o servicio que lo necesite.
En Linux la cosa no es tan sencilla. Es cierto que hay programas que nos permiten actuar como llaves de seguridad, como KeePass o Bitwarden. Y si conectamos una llave física, podemos usarla de igual forma. Pero el propio Ubuntu no puede actuar como una llave igual que hace Windows.
Y, con los tiempos que vienen, es esencial.
Mejor gestión de ventanas
Cada vez trabajamos con más ventanas al mismo tiempo. Y es muy importante saber cómo colocarlas para ser más productivos. En Windows 10, Microsoft lanzó, dentro de las PowerToys, las «Fancy Zones«, una herramienta que llevaba la colocación de ventanas a un nuevo nivel dentro del sistema. Con el lanzamiento de Windows 11, estas «Fancy Zones» llegaron nativas al propio sistema.
Básicamente, lo que hace esta función es darnos una serie de «layouts» para colocar las ventanas que tenemos abiertas en función del tamaño de la pantalla. Podemos hacerlo desde el botón de maximizar, con atajos de teclado, o arrastrando la ventana a uno de los laterales o esquinas de la pantalla.
Linux tiene algo parecido, es cierto. Pero la función de Microsoft le supera en todos los aspectos, y no tiene igual.