Google puede acabar con ChatGPT: 8 cosas que Bard, su IA, puede hacer y su rival no
La guerra por las Inteligencias Artificiales está más viva que nunca. Después del lanzamiento, y el impensable éxito de ChatGPT, todas las grandes empresas tecnológicas (Google, Microsoft, Adobe, etc) han pisado a fondo el acelerador para lanzar sus propias IAs con las que competir en el mercado y no quedar atrás. Es cierto que, al principio, ChatGPT fue la primera, la más precisa y, en pocas palabras, la mejor. Pero, ¿esto sigue siendo así?
De todas las Inteligencias Artificiales que han llegado al mercado y que, ahora mismo, cualquier usuario puede usar (se cuentan por centenas), hay dos que destacan especialmente: Bing Chat, la de Microsoft, y Bard, la IA de Google. Y, de las dos, la que sin duda es la más completa y accesible es la de Google.
Es cierto que Bard tuvo un lanzamiento bastante accidentado y polémico. Recordemos, por ejemplo, aquella presentación para accionistas donde empezó a dar respuestas racistas. Pero antes del lanzamiento de la versión pública, Google trabajó para solucionar estos errores. Y, aunque puede que al principio no apostáramos demasiado por ella, ahora mismo se ha convertido en un peligroso rival para ChatGPT, tanto que incluso podría llegar a acabar con él.
Las 8 claves de Bard para acabar con ChatGPT
Aunque Bard aún no está disponible en España (debemos acceder con una VPN si queremos usarlo), esta Inteligencia Artificial ya está disponible en más de 180 países de todo el mundo. Y, además, su uso es totalmente gratuito para todos los usuarios. A parte de eso, esta IA destaca, principalmente, por varios factores.
- Acceso a Internet. Mientras que ChatGPT no tiene acceso a Internet, y su base de información está ya algo obsoleta al llegar solo hasta 2021, Bard sí está conectado a Internet, por lo que nos puede dar respuestas rápidas y directas con información actualizada en tiempo real.
- Puede resumir documentos, noticias o páginas web. Gracias a que está conectado a Internet, podemos pasarle una URL y él se encargará de analizarla, leerla y resumirnos lo más importante.
- Soporte por voz. Google nos permite interactuar con esta IA usando nuestra voz, por lo que no necesitamos estar escribiendo todo el rato con el teclado.
- Comentarios de código. Si le facilitamos una URL, por ejemplo, a GitHub, analizará todo el código, nos lo explicará fácilmente, y nos ayudará a resolver posibles dudas que podamos tener.
- Posibilidad de exportar resultados. Aunque recientemente OpenAI introdujo una función para compartir chats, Google lo pone mucho más fácil, pudiendo exportarlo con dos clics directamente a través de Gmail o Google Docs.
- Incluye multitud de complementos. Aunque ChatGPT también tiene complementos (de pago), los que incluye Bard son mucho más accesibles, y útiles, para los usuarios: YouTube, Spotify, Gmail, Google Drive, Wolfram…
- Nos ofrece varios resultados diferentes a la vez. A diferencia de ChatGPT, que solo nos ofrece una respuesta a cada pregunta, Google Bard nos ofrece tres respuestas diferentes a cada solicitud.
- Búscalo en Google. Mientras que la IA de OpanAI a menudo muestra fuentes incorrectas, con Bard podemos buscar directamente en Google para evitar esto.
Cómo usar la IA de Google
La IA de Bard aún está en fase experimental. Por ello, hay algunos países (entre ellos, por desgracia, España) desde donde no podemos acceder (salvo que hagamos una pequeña trampa). Para empezar a usar esta IA, solo tenemos que acceder a este enlace.
Y, si estamos en España, lo que tenemos que hacer es conectarnos a través de una VPN o de un proxy que salga directamente por otro país. De esta forma podremos acceder a la IA de Google y empezar a disfrutar del que, probablemente, acabe siendo el asesino de ChatGPT.