La reproducción de todo tipo de contenidos multimedia en forma de vídeos y música, en estos momentos está al orden del día. Pero no siempre fue así, este es un sector que ha ido evolucionando con el paso de los años hasta llegar a las actuales plataformas de streaming y contenidos 4K. Asimismo no podemos olvidar los múltiples formatos de archivos locales que reproducimos en nuestros equipos y sus códecs, como el DivX del que os hablaremos.
Hasta llegar a este momento, la reproducción multimedia en los ordenadores ha cambiado de manera sustancial y se ha adaptado a los tiempos que corren. Es posible que los más veteranos del lugar recordéis que en determinadas ocasiones hace años teníamos que hacer verdaderas filigranas para ver vídeos o escuchar música. Tanto la disponibilidad de aplicaciones para todo ello, como los formatos de archivo, estaba muchos pasos por detrás de lo que tenemos hoy día.
Por ejemplo, a principios de siglo, hace cosa de 20 años, estaba en boca de todos el por entonces popular códec de vídeo DivX. Es bastante probable que muchos de vosotros aún recordéis de lo mucho que se hablaba de la posibilidad de guardar una película completa en un sencillo CD utilizando esta codificación.
Distinguir un códec de un fichero
Aunque ahora parezca algo bastante común, en aquellos momentos poder ver un video de 2 horas, en una calidad aceptable y guardado en un CD, era toda una proeza. Llegados a este punto lo primero que debemos tener en consideración es que no podemos confundir un formato de fichero con un códec de vídeo. Al hablar de un códec, nos referimos a un determinado algoritmo que permite codificar y decodificar un tipo de contenido, por ejemplo, los mencionados vídeos.
De ahí que pasadas dos décadas podemos decir que este códec en concreto supuso una auténtica revolución en el sector audiovisual. La principal razón de todo ello es que nos permitiría comprimir estos contenidos de manera efectiva, manteniendo una calidad de vídeo aceptable en esos momentos. Así, como os contamos teníamos la posibilidad de almacenar una película completa en un simple CD, lo que nos permitía olvidarnos de los caros DVD de aquel entonces.
Pero claro, todo esto hizo que la piratería de contenidos sujetos a derechos de autor se disparase. Además, al mismo tiempo y de manera paralela, Internet no paraba de crecer y mejorar las conexiones disponibles en los hogares. Cómo os podéis imaginar las redes P2P y los archivos Torrent también jugaron un papel fundamental en la vida del códec DivX.
Qué fue del DivX
A modo de curiosidad os diremos que este códec se inventó en Francia en el año 1999 cuando un desarrollador de software intentó comprimir un vídeo de Microsoft. Al intentar optimizar su compresión dio con la tecla y de ahí surgió el mencionado DivX. A partir de ahí surgió la compañía llamada DivXNetworks Inc. El fin de la empresa, inicialmente era crear un códec MPEG-4 pero que fuese igualmente compatible con el de Microsoft.
Poco después se lanzó OpenDivX, un proyecto de código abierto que nos ofrecía ciertas restricciones en cuanto a su uso. Asimismo, en el año 2001 un empleado de DivXNetworks creó una nueva versión del algoritmo de codificación OpenDivX a la que llamó encore2, pero que desapareció al poco tiempo. De manera paralela, poco después apareció el códec Xvid bajo licencia GNU que seguro que a muchos también os resulta más que familiar. Tanto DivX como Xvid revolucionaron el sector del consumo de contenidos multimedia durante mucho tiempo.
Sin embargo, tal y como suele ser habitual en el mundo de la tecnología, con los años aparecieron relevos más efectivos y potentes. De ahí precisamente que poco a poco el uso de estos dos elementos tan conocidos en su momento fuese decayendo. Hoy día la empresa sigue actualizando algunos componentes como por ejemplo su reproductor llamado DivXSoftware, pero el códec como tal ha caído casi en el olvido para dar protagonismo a otras opciones más actuales y eficaces.