Amazon me engañó para que probara esta forma de envío; ahora la uso hasta para devolver productos
Amazon tiene un don para el inoportunismo. Estás en una reunión, y llega un paquete. Estás haciendo la comida, o comiendo, y llega un paquete. Estás intentando dormir la siesta al bebé, y llega el paquete. A pesar de ello, recibir los paquetes en casa, y totalmente gratis, es muy cómodo, por lo que he seguido usando este método de envío, y nunca me llamaron la atención las otras opciones de envío hasta que Amazon me engañó.
Hace unas semanas, Amazon lanzó una promoción por la cual nos ofrecía 7 euros de descuento a cambio de recibir un paquete, que fuera vendido y enviado por Amazon, en un punto de entrega en lugar de llevarlo directamente a casa. Un descuento importante que, además de informaros de él, no dudé en aprovechar.
Todo correcto. Al día siguiente estaba el pedido en el punto de entrega SEUR que yo seleccioné (que tengo al lado de casa), y, sin prisa, fui a recogerlo. Un proceso rápido y son problemas con el que quedé bastante contento. En un principio todo quedó ahí. Yo tenía el producto que quería 7 euros más barato, y Amazon había conseguido que probara los puntos de recogida. Pero luego seguí pidiendo más productos a casa, hasta que recapacité.
¿Por qué tengo que estar pendiente todo el día del timbre si tengo el punto de recogida de SEUR al lado de casa, y es simplemente esperar a que llegue el producto para bajar a por él? Entonces he vuelto a usar la recogida en oficina varias veces, y todas ellas sin problemas. Ahora no me molesta el timbre mientras teletrabajo (y si llaman, lo ignoro porque no espero nada). Y, cuando termino la jornada, me paso a por los paquetes, enseño el código, los recojo y me voy a casa con ellos.
También para las devoluciones
Pero esto no ha quedado aquí. Todos compramos productos en Amazon para «probarlos» y ver si nos gustan y, si no es lo que buscábamos, los devolvemos. El proceso de devolución de Amazon es igual que el de envío, es decir, nos mandan un mensajero a casa, se lleva el paquete, esperamos a que llegue y nos ingresan el dinero. Todo perfecto.
Pero estamos en las mismas, y es que, de nuevo, Amazon tiene el don del inoportunismo cuando va a recoger el paquete, y siempre llega en el peor momento. Viendo lo cómodo que era recoger un paquete en el punto de entrega de SEUR (en mi caso, hay más puntos de recogida), decidí probar también las devoluciones. Y la experiencia ha sido igualmente buena. Simplemente indicas que lo quieres llevar tú a un punto de recogida, eliges cuál, y listo. No tienes que empaquetarlo, no tienes que imprimir etiqueta… simplemente llevas el producto, enseñas un QR que te facilita Amazon, y listo.
De esta forma, puedes llevar los paquetes que no quieras al punto de recogida cuando mejor te venga, y no tienes que estar pendiente del timbre, de si llega el mensajero, ni de nada. Lo llevas, te llevas un resguardo con el seguimiento a casa, y te despreocupas.
He descubierto una forma mucho más cómoda de comprar y devolver todo tipo de productos en Amazon. Y todo ello porque me engañó para que probara un servicio, que no me interesaba lo más mínimo, regalándome 7 euros. Todos hemos salido ganando.