Cuando hablamos de las plataformas de vídeos a la carta que tanta expectación están generando en los últimos tiempos en todo el mundo, es muy probable que para la mayoría de los usuarios la primera que se le venga a la mente es Netflix. Existen otras interesantes alternativas a esta, pero por el momento su liderazgo es indiscutible.
Uno de los principales objetivos que la propia compañía de vídeo vía streaming se ha propuesto para este año es la de alcanzar los 100 millones de usuarios, de este modo lo que pretende es desmarcarse de manera aún más visible de su competencia más directa, como son los servicios en estas mismas lides de HBO o Amazon, por ejemplo. Para todo ello está llevando a cabo algunos movimientos que están haciendo las delicias de usuarios en todo el mundo, ya que dese hace tiempo la firma cruzó las fronteras norteamericanas para «conquistar» el resto del globo.
Entre estas medidas podemos destacar las nuevas funcionalidades para poder visualizar sus contenidos de manera off-line, tanto en dispositivos móviles como en la aplicación nativa de Windows 10, o la clara apuesta que está comenzando a hacer por llevar a cabo nuevas producciones de series propias, pero en este caso europeas, además de norteamericanas, claro. Sin embargo, no todo pueden ser halagos para una compañía que está creciendo a pasos agigantados y que, esperemos, este crecimiento no les lleve a dar pasos en falso. Y es que, como suele suceder en muchos entornos, ganar un cliente es igual de sencillo que perderlo, lo complejo es lograr mantenerlo.
Netflix debe seguir cuidando a sus usuarios para no perderlos
Decimos esto porque a lo largo de estos últimos días hemos podido leer un par de iniciativas que Netflix está comenzando a llevar a cabo que podrían generar ciertas suspicacias entre un buen número de sus clientes. Por un lado encontramos el bloqueo para descargar la aplicación oficial de la Google Play que los usuarios de Android han sufrido a partir de este fin de semana en dispositivos rooteados. Además se espera que en breve los que tengan sus terminales con el sistema de Google con root, ya no podrán ejecutar la misma aplicación de Netflix. Este movimiento es muy probable que se haya llevado a cabo para evitar que algunos puedan sacar de sus dispositivos los contenidos descargados para ver off-line, lo que tiene mucha lógica, pero también se arriesgan a perder un buen número de clientes.
Esa medida es comprensible, sin embargo, otra novedad de la que hemos oído hablar en las ultimas horas ya no lo es tanto. Hablamos de unas pruebas que Netflix está realizando en Australia para subir la cuota de suscripción a los usuarios que usen el servicio los fines de semana, como nos anunciaban ayer los compañeros de ADSLZone. Esto sí que podría generar muchos recelos de llegar a expandirse a todo el mundo, ya que es en los días libres precisamente cuando más uso se hace de este tipo de plataformas, lógicamente.
Por todo ello quizá Netflix debería seguir pensando en el beneficio de los clientes, como ha hecho hasta ahora y parece que la cosa le ha ido bien, y no empezar a centrase de manera un tanto descarada en su propio beneficio económico, todo si quiere seguir aumentando su cuota de mercado.