El sistema operativo es una de las partes esenciales del ordenador, ya que es la que nos permite interactuar directamente con el hardware y el resto de los dispositivos para que el ordenador sea útil. Por defecto, un ordenador solo puede tener un sistema operativo ejecutándose a la vez sobre el hardware físico, sin embargo, sí es posible tener dos o más instalados y elegir cuál queremos iniciar cada vez que encendemos el ordenador gracias a una técnica conocida como Dual Boot.
El arranque dual, o Dual Boot, es una técnica mediante la cual podemos instalar dos o más sistemas operativos en un ordenador y, a la hora de encenderlo, un gestor de arranque nos preguntará cuál de todos los sistemas operativos instalados queremos iniciar. Aunque en un principio esta es una técnica muy llamativa, en varias ocasiones puede resultar totalmente innecesaria. Por ello, a continuación, vamos a analizar las principales situaciones en las que sí debemos tener Dual Boot en nuestro ordenador y las situaciones en las que es innecesario.
Situaciones en las que SI debemos tener un Dual Boot en nuestro ordenador
La primera de las situaciones en las que es recomendable tener un sistema de arranque dual en un ordenador es por motivos de compatibilidad. Si utilizamos, por ejemplo, aplicaciones de Windows, aplicaciones de Linux y juegos, tanto nuevos como antiguos, es posible que sí necesitemos ambos sistemas:
- Windows, nos permitirá ejecutar las aplicaciones de Windows y los juegos nuevos.
- Arrancar Linux nos permitirá ejecutar las aplicaciones de Linux y los juegos antiguos que ya no funcionan en los nuevos Windows, gracias a Wine.
Si somos programadores, o administradores de sistemas, también es posible que necesitemos poder tener a mano ambos sistemas operativos por varias razones, por ejemplo, porque la programación y compilación suele ser mucho mejor en sistemas Linux y, por motivos de compatibilidad, muchas veces es necesario probar el correcto funcionamiento de las aplicaciones sobre varios sistemas operativos.
Por último, si queremos poder probar el rendimiento real de diferentes sistemas operativos, e incluso tener la posibilidad de tener un sistema operativo «de repuesto» por si nuestro sistema principal falla, esta técnica es imprescindible y nos permitirá no quedarnos tirados ante un virus o un problema en nuestro sistema principal.
Situaciones en las que NO debemos tener un Dual Boot en nuestro ordenador
El Dual Boot, especialmente cuando uno de los sistemas es Windows 10, suele dar bastantes problemas de incompatibilidad y errores al iniciar, por lo que tenerlo a punto puede llevarnos bastante tiempo y causarnos bastantes quebraderos de cabeza.
Si no queremos tener problemas a la hora de instalar y configurar nuestro sistema operativo, o simplemente no queremos andar con configuraciones complejas (diferentes formatos de archivos para nuestros discos duros, cifrado con BitLocker, etc) es recomendable tener solo un sistema operativo.
De igual forma, si el uso que vamos a dar a nuestro segundo sistema operativo (ya sea Windows o Linux) va a ser muy simple, es posible que en vez de Dual Boot la opción que mejor se adapte a nuestras necesidades sea montar una máquina virtual con aplicaciones como VirtualBox o VMware. De esta forma, podemos tener nuestro sistema operativo base instalado y ejecutado sobre el hardware y, cuando lo necesitemos, arrancar por encima el sistema virtual para poder hacer uso de él como si se tratara de un sistema real.
¿Tienes dos o más sistemas operativos instalados en tu ordenador?