Mi portátil trae licencia de Windows, pero no la voy a usar, ¿puedo vender la clave?

A la hora de adquirir un nuevo ordenador portátil, debemos tener muy en cuenta si trae instalado un sistema operativo, o no. En muchos casos nos vamos a encontrar con Windows preinstalado, lo que por supuesto afecta de forma directa a su precio.
En multitud de ocasiones nos podemos encontrar con ordenadores portátiles nuevos que directamente vienen sin sistema operativo. Decir que en otros muchos también nos podemos encontrar con que el equipo trae consigo el denominado como FreeDOS. Este es un sistema operativo gratuito que funciona a través de la línea de comandos y que por ejemplo nos será de ayuda para probar que el ordenador arranca y funciona.
A partir de ahí, este software nos puede servir como base para instalar otros sistemas más avanzados como distribuciones de Linux o el propio Windows de Microsoft. Pero también nos podemos encontrar ante otra situación bastante habitual. Y es que el equipo viene con el mencionado sistema de Microsoft, Windows, pero no queremos usar ese sistema operativo en concreto.
Ya sea porque disponemos de alguna otra licencia de otra versión, o sencillamente preferimos instalar un software de código abierto como alguna distribución de Linux, en realidad no necesitamos ese Windows. Llegados a este punto, quizá algunos de vosotros os preguntéis acerca de la posibilidad de vender esa licencia del sistema que no necesitamos. Antes de nada debemos tener presente que la edición Home de Windows 11, por ejemplo, en estos instantes tiene un precio que ronda los 150 euros y es la más común.
A partir de ahí y si el ordenador nos viene con una edición Pro preinstalada, el coste de la misma sobrepasa los 200 euros.
La venta de licencias Windows no es tan sencilla
Sin embargo, y al contrario de lo que quizá podríamos pensar en un principio, la venta de estas claves o licencias de Windows no es tan sencilla. Debemos tener presente que en la mayoría de las ocasiones nos vamos a encontrar con una licencia de tipo OEM. Esta ya viene implementada en el propio ordenador cuando lo compramos.
Básicamente, esto quiere decir que ese sistema operativo de Microsoft ya está asociado al hardware del equipo que acabamos de adquirir. Por tanto, no funcionará en otros, aunque proporcionemos la correspondiente clave al potencial comprador.
Tenemos la posibilidad de ponernos en contacto con la propia Microsoft para intentar desactivar esa licencia, aunque os podemos asegurar que el proceso no merece la pena, incluso en la mayoría de las ocasiones no lo lograremos. Por otro lado, nos podemos encontrar ante la situación de que disponemos de una licencia de Windows de tipo Retail. En el caso de que no lo hayamos usado nunca en un principio esa clave no está asociada a ningún hardware.
Pero son muchos menos habituales y además hay que tener en consideración que basándose en las políticas de la propia Microsoft, no tenemos permitido comerciar con esa clave de producto de Windows.
Básicamente con todo esto lo que os queremos decir es que si no vamos a usar Windows al comprar un nuevo PC, lo mejor es dejarlo claro al establecimiento que nos lo proporciona. Así nos ahorramos un dinero de entrada, ya que vender dicha licencia más adelante, prácticamente nos será posible.