Cuando adquirimos una nueva licencia oficial de Windows, ya sea a través de la propia Microsoft, o desde un distribuidor autorizado, este debe venir con una clave. Lo mismo sucede si compramos un equipo que ya dispone del sistema operativo preinstalado con clave OEM, si todo se ha hecho de manera legal.
Y es que hay que tener en cuenta que ya sea de una manera o de otra, el sistema operativo de Microsoft lo tenemos que pagar para hacer uso de este legalmente. Eso lleva implícito el poder disponer de una clave OEM de Windows personalizada que va asociada a nuestro Windows. Cierto es que por Internet corren claves genéricas, o vendidas a precios irrisorios, pero generalmente las mismas, más tarde o más temprano, acaban siendo nulas.
Todos los sistemas Windows disponen de su clave de producto
De hecho, esa clave personal podría ser de utilidad en determinadas circunstancias en el futuro, ya que la misma nos permitirá hacer uso del sistema propietario, entre otras cosas. Es por ello por lo que, en la mayoría de los casos, lo más recomendable sería poder guardar la misma en sitio seguro, más que nada, por precaución. Para aquellos que no lo sepáis, la misma está compuesta por una serie de letras y números agrupados en un determinado orden que se debe respetar.
El problema viene cuando en algunas ocasiones el poder echar mano de la clave de la que os estamos hablando, no es tan fácil como debería serlo. En ciertas ocasiones, si compramos la licencia en formato físico, método cada vez menos común, esta licencia debería venir en la misma caja. Sin embargo, buena parte de los problemas a los que os hacemos mención, vienen si la licencia fue adquirida de forma digital, por ejemplo, en Internet.
Pues bien, llegado el caso de que deseemos guardar la misma en sitio seguro, tenemos varias maneras de hacerlo, pero ahora os vamos a mostrar una muy sencilla y rápida. En concreto esto es algo que vamos a lograr obtener con tan solo teclear un comando en el CMD de Windows.
Qué podemos hacer con esta clave
Al ser una clave tipo OEM, la verdad es que las opciones que tenemos con ella están algo limitadas. No vamos a poder usarla en cualquier ordenador (ya que está vinculada a un hardware en concreto), ni vamos a poder, por ejemplo, venderla en Internet ya que, por el mismo motivo, ni funcionará. La única forma de poder usarla es activarla en otro equipo que tenga el mismo procesador y la misma placa base. Y lo más seguro es que ese ordenador ya tenga su propia clave.
Además, generalmente, los ordenadores que tienen claves OME la suelen llevar guardada en la propia UEFI, y esta estará vinculada a la Cuenta Microsoft, por lo que casi nunca la vamos a necesitar. Aunque, como hemos explicado, nunca está de más poder tener esta clave a mano.
Es posible que, por diversos motivos, la clave se borre del PC. Y, en ese caso, tendremos que volver a introducirla a mano, ya sea para reactivar Windows (en caso de que se desactive), o para poder instalar de cero un sistema operativo. Si, por ejemplo, estamos probando otros sistemas (como Linux), y no queremos perder la oportunidad de volver a Windows en el futuro, esta clave debe estar guardada a buen recaudo. Así, cuando vayamos a instalar de nuevo, y de cero, tanto Windows 10 como Windows 11, podremos usarla para continuar con la instalación y poner en marcha el nuevo sistema operativo.
A parte de eso, guardar la clave no nos va a servir para mucho más. A no ser que queramos recuperarla para intentar que Microsoft nos la reactive en un ordenador diferente.
¿Y si la perdemos para siempre?
Como hemos explicado, es complicado perder la clave para siempre porque esta se guarda, por un lado, en la UEFI del sistema, y por otro, se vincula a la Cuenta Microsoft. Pero, dadas varias casualidades, es posible que, por varios motivos, esta se desvincule del PC y se pierda para siempre. En ese caso, ¿qué podemos hacer?
La verdad es que, salvo que tengamos una copia de seguridad de la misma, como hemos explicado aquí, poco más vamos a poder hacer. Si la clave se pierde, no vamos a poder recuperarla. Y, al ser OEM y venir incluida con el PC, no vamos a poder encontrarla apuntada en ningún otro sitio, ni en el correo ni en la propia documentación del ordenador.
Si nos encontramos con esta situación, lo único que vamos a poder hacer es comprar una nueva clave para poder activar Windows y usarlo con normalidad. Si la compramos en una tienda, esta será de tipo Retail, y podremos usarla en el futuro en otros ordenadores aunque cambiemos el hardware. Pero, si queremos ahorrar dinero, podemos comprar una clave OEM en una tienda china y usarla para activar, de nuevo, nuestro PC.