Una de las razones por las que más ha fallado Windows es por la falta de espacio a la hora de actualizar. El sistema operativo de Microsoft necesita varios gigas libres para poder trabajar sin problemas y, sobre todo, poder descargar e instalar actualizaciones. Los usuarios que van justos de espacio verán todo tipo de mensajes de error en el sistema operativo. Por ello, Microsoft introdujo en las versiones 1903 y 1909 una polémica función: el almacenamiento reservado.
¿Para qué sirve?
El almacenamiento reservado de Windows es una determinada cantidad de espacio del disco duro que Microsoft «secuestra» con el fin de garantizar que las actualizaciones del sistema operativo se realizan bien. Aunque nosotros no tenemos acceso a ese espacio, que puede alcanzar los 10 GB, Windows lo puede usar para lo que necesite con el fin de que el sistema operativo funcione correctamente.
Tanto Windows 10 como Windows 11 pueden usar este espacio de almacenamiento para guardar datos temporales, cachés y otros archivos. Pero lo más normal es que sea un espacio reservado exclusivamente para garantizar que las actualizaciones del sistema operativo se completan de forma correcta.
Si tenemos un disco duro de varios teras, este espacio reservado seguro que no nos preocupa demasiado. Sin embargo, si tenemos un convertible con Windows, o un portátil con un SSD pequeño, seguro que sí notamos estos 10 GB secuestrados.
Hasta ahora, Microsoft no permitía desactivar fácilmente este espacio reservado, aunque había formas de hacerlo a la fuerza. Sin embargo, a partir de la próxima versión 2004 de Windows, finalmente vamos a poder recuperar este espacio.
Cómo recuperar el espacio reservado de Windows fácilmente
Microsoft no quiere que la gente desactive esta función ya que puede solucionar muchos problemas al actualizar el sistema operativo. Sin embargo, si queremos hacerlo, podemos hacerlo de dos formas: desde el registro de Windows, o desde CMD usando el comando DISM.
Con CMD (opción recomendada)
Recordamos, DISM son las siglas de Deployment Image Servicing and Management y lo podemos usar para realizar el mantenimiento de una imagen de Windows o un disco duro virtual.
Para desactivar el espacio reservado en Windows, lo que debemos hacer es abrir una ventana de CMD con permisos de administrador y ejecutar el siguiente comando:
DISM.exe /Online /Set-ReservedStorageState /State:Disabled
Automáticamente se liberará el espacio reservado del disco duro, por lo que podremos volver a disfrutar de esos gigas libres que antes no teníamos.
En caso de querer volver a activarlo, lo único que debemos hacer es volver a abrir una ventana de CMD con permisos de administrador y ejecutar en ella:
DISM.exe /Online /Set-ReservedStorageState /State:Enabled
Después de reiniciar el ordenador, el almacenamiento reservado de Windows estará ya activado en nuestro ordenador.
De esta manera podemos activar o desactivar esta medida según nuestras necesidades.
Desde el registro
Otra forma de desactivar esta función del sistema operativo es hacerlo desde el propio registro de Windows. Para ello, lo que haremos será abrir el editor de registro ejecutando el comando «regedit», y nos desplazaremos hasta el siguiente directorio:
HKEY_LOCAL_MACHINE>SOFTWARE>Microsoft>Windows>CurrentVersion>ReserveManager
Aquí debemos localizar una entrada llamada «ShippedWithReserves». Según el valor que le asignemos podremos indicar al sistema operativo si queremos que reserve este espacio para sus propias labores, o si queremos que lo deje desactivado para poder disponer nosotros mismos de ese espacio. Así, el valor «1» equivaldría a «activado», mientras que el valor «0» equivaldría a «desactivado».
Cómo aumentar o disminuir el espacio reservado de Windows
El espacio reservado de Windows no tiene un tamaño fijo. Microsoft decidió reservar los gigas de forma dinámica según las características del sistema operativo. Este espacio puede variar desde los 5 GB hasta los 10 GB en función de cómo tenga el usuario configurado su Windows.
Por ejemplo, podemos reducir el espacio reservado deshabilitando características del sistema operativo que no usemos, o eliminando idiomas y distribuciones de teclado que no necesitemos. Y, de misma forma, podemos ampliarlo manualmente habilitando estas características.
Lo mejor, si tenemos espacio de sobra, es no tocar esta característica. Los problemas que soluciona a la hora de actualizar Windows hacen que merezca la pena sacrificar esa decena de gigas. Si nos estamos quedando sin espacio es mejor buscar la forma de liberar espacio en Windows borrando archivos temporales antes que desactivar esta función.
¿Debo desactivar esta característica?
Como hemos explicado ya, este espacio reservado ocupa, como máximo, 10 GB de espacio en el disco duro. Y, la mayoría de las veces, incluso menos. Por tanto, salvo en casos muy muy concretos, lo más seguro es que no tengamos problemas de espacio por 10 gigas más o menos disponibles. Y la verdad es que Windows lo va a agradecer.
La finalidad de esta función es garantizar que las actualizaciones se completan de forma segura en el PC, ya que dispone de un espacio para procesar los cambios y evitar quedarnos sin espacio en medio de una actualización, como ya ha pasado en algunas ocasiones. Además, se utiliza este espacio para gestionar los cambios de características y los idiomas instalados en el PC, por lo que, de nuevo, se trata de una parte importante del sistema.
¿Y qué pasa si me estoy quedando sin espacio? En verdad, lo que deberíamos hacer es pensar en comprar un disco duro nuevo, o mover los datos que más ocupan a una segunda unidad para liberar la principal de Windows. Además, el sistema operativo puede liberar automáticamente ese espacio reservado cuando vea que nos estamos quedando sin espacio en la unidad. Por tanto, esos pocos gigas que se reserva para sus tareas internas es el menor de los problemas.
Nuestra recomendación es no desactivar el espacio reservado de Windows, ni en Windows 10 ni en Windows 11. Seguro que hay otros elementos de los que podemos prescindir y que ocupan mucho más espacio en la unidad, como el archivo de hibernación, o los puntos de restauración del sistema. Además, recordamos que cada vez que se actualiza Windows se guarda la versión anterior del sistema operativo, la cual puede llegar a ocupar hasta más de 20 GB. Eso sí que es espacio que deberíamos recuperar, y no los 10 GB que se reserva el sistema para garantizar que las actualizaciones se completan bien.