Los iconos de nuestro ordenador son los que nos permiten identificar y tener siempre a mano nuestros programas y los archivos, como las fotos, los vídeos y los documentos. Aunque seguramente tendremos archivos repartidos por todo el PC, los que utilizamos más a menudo los tendremos en el escritorio, ya que desde allí podremos tenerlos siempre a mano. Los problemas vienen cuando tenemos una pantalla con una resolución muy grande, ya que seguramente los iconos del escritorio aparecerán demasiado pequeños y difíciles de ver. O si tenemos una resolución pequeña, el tamaño de los iconos será demasiado grande y molesto.
Uno de los trucos menos conocidos de Windows, tanto en la versión 10 como en el nuevo Windows 11, es la posibilidad de cambiar el tamaño de los iconos del sistema operativo. Por defecto, Microsoft nos permite elegir entre 3 tamaños diferentes que podemos dar a estos iconos, aunque con una pequeña configuración vamos a poder cambiar el tamaño de estos libremente según cómo nos convenga.
Cambiar el tamaño con las opciones de «ver»
La forma más rápida y sencilla de cambiar el tamaño de los iconos de nuestro Windows es hacerlo directamente haciendo clic con el botón derecho sobre el escritorio y, en el menú contextual que nos aparece, en el apartado «ver», podremos encontrar los 3 tamaños principales que podemos asignar a estos iconos.
Utilizando el logotipo de Windows podemos ver cómo quedarían de tamaño los iconos según elijamos si queremos verlos pequeños, medianos o grandes. El valor por defecto que suele venir en Windows 10 y Windows 11 es «icono mediano«.
El problema de este método es que estamos limitados solo a esos 3 tamaños predefinidos. Por suerte, hay otro truco que nos permite ajustar el tamaño manualmente para poder hacerlos todo lo grandes, o pequeños, que queramos.
Usa la rueda del ratón
Además de la anterior opción, también existe la posibilidad de cambiar el tamaño de los iconos por el que nosotros queramos. De esta manera no estaremos limitados solo a los 3 tamaños que hemos visto en el punto anterior y podremos elegir si queremos que estos sean más grandes o aún más pequeños.
Para ello, lo único que debemos hacer es pulsar la tecla Control mientras estamos en el escritorio y usar la rueda del ratón para ajustar el tamaño según queramos que estos sean más grandes o menos grandes.
Como podemos ver, podemos configurarlos desde a un tamaño desorbitado hasta a un tamaño en el que, en realidad, cuesta leerlos.
Si tenemos una pantalla táctil y no tenemos conectado un ratón, también podemos ajustar el tamaño de los iconos de forma parecida simplemente usando el gesto del pellizco con dos dedos para ajustar el tamaño igual que con el ratón.
Este truco, además, también funciona con el tamaño de los iconos de las carpetas. El tamaño máximo y mínimo de los iconos dependerá de la resolución de la pantalla que tengamos. De esta manera, si tenemos un monitor 4K y tenemos problemas para ver los iconos, estos dos sencillos trucos nos van a permitir ajustarlos mejor a nuestras necesidades.
Cambiar la escala para hacerlo todo más grande
Otro truco al que podemos recurrir en caso de querer hacer los iconos (y todos los demás elementos del escritorio) más grandes es cambiar la escala de Windows. Esto es especialmente útil sobre todo cuando tenemos pantallas muy grandes, con una gran solución (sobre todo 2K y 4K) y notamos que los iconos, y las letras, son demasiado pequeños.
Para cambiar la escala, lo que debemos hacer es abrir el menú de Configuración de Windows (algo que podemos hacer con el atajo de teclado Windows + I), e ir al apartado «Sistema > Pantalla». Aquí encontraremos un apartado llamado «Escala y distribución», que será el que nos permita ajustar este parámetro.
Por defecto, viene configurada la escala al 100%. Esto significa que todo lo que vemos está acorde a la resolución de nuestra pantalla. Podemos ampliarla a 125%, 150% e incluso hasta 175%. Esta ampliación de escala hará todos los elementos de la pantalla más grandes, pero manteniendo la misma resolución.
Agranda los iconos con CustomizerGod
Esta sencilla aplicación nos permite realizar una amplia cantidad de tareas con los iconos de Windows. Más allá de agrandarlos o empequeñecerlos, podremos personalizarlos, gracias a que cuenta con una amplia cantidad de elementos para ello. Para que nos resulte sencillo personalizar los iconos todas sus opciones la podemos encontrar organizadas por categorías. Los iconos se verán en un primer momento algo pequeños, pero con darle doble clic al que queramos tendremos todos los tamaños disponibles a nuestra vista. De cara a los usuarios más avanzados, dispone de la posibilidad de elegir el tamaño del icono al guardarlo o cambiarle el formato, incluyendo RES, iPack y RC.
Podemos descargar CustomizerGod gratis desde este enlace.
Problemas que nos podemos encontrar
Por supuesto, esta es una tarea de configuración tan básica y sencilla que nunca nos va a dar ningún problema. Siempre vamos a poder revertirla, de una forma u otra, y volver a dejar los iconos tal como los teníamos al principio. Eso sí, es posible que, si hacemos estos iconos mucho más grandes de lo normal, no los veamos bien.
Los iconos de las últimas versiones de Windows tienen un tamaño estándar de 256×256 píxeles. Este tamaño es más que suficiente para que, usando una resolución normal, no se vean mal. Pero, cuanto más grandes los hagamos, más pixelados se van a ver. Si hacemos los iconos muy grandes, o hemos añadido nosotros iconos más pequeños, todos estos van a tener mala calidad cuando los hagamos más grandes debido a que la imagen .ico como tal no da más de sí.
¿Por qué Windows no usa entonces iconos más grandes? Podemos añadirlos nosotros si queremos, pero cuanto más grande sea el icono, más recursos de la CPU y la GPU va a necesitar cuando trabajemos con él. El tamaño estándar que ofrecen estos elementos del sistema operativo es más que suficiente para cualquier usuario normal. Es raro ver iconos tan grandes como los que hemos visto en este ejemplo, o tan pequeños que no se puedan ni apreciar en la pantalla.