Google Chrome es el navegador web más utilizado en todo el mundo. Este navegador es gratuito para los usuarios, aunque es de código cerrado. Sin embargo, Chrome no es un navegador único y hecho desde cero, sino que este se basa en un proyecto de código abierto, también desarrollado por Google, que cualquier usuario puede descargar y usar, sobre todo si quiere mantenerse alejado de Google y su recopilación de datos. Así es Chromium.
Qué es Chromium
Aunque generalmente solemos pensar en Chromium como una alternativa de código abierto a Google Chrome, en realidad es mucho más. Esta es la base, el motor del navegador de Google, que se utiliza en otros muchos navegadores, como Chrome, Opera e incluso el nuevo Microsoft Edge. Cada desarrollador puede utilizar sin problemas Chromium en su navegador, y a partir de esa base darle la forma que quiere y añadirle o quitarle características para mejorar su rendimiento, seguridad, privacidad o usabilidad. Este motor es la base. El resto de las características dependen de cada desarrollador.
Este proyecto OpenSource comenzó sus andadas en 2008, y desde entonces cuenta con un desarrollo muy activo tanto por parte de Google como por parte de la gran comunidad que hay detrás de él.
Las ventajas de usar el motor de Google
Microsoft tenía su propio motor web. Mozilla tiene el suyo propio (también de código abierto y usado en Firefox), y Google tiene Chromium. ¿Qué impide a otros desarrolladores crear su propio motor? En realidad, nada. Pero si lo hacen, están destinados al fracaso.
Adoptar el motor Chromium ahorra mucho trabajo a cualquier desarrollador. Podemos conseguir automáticamente un motor totalmente funcional, compatible con todos los estándares web, con un excelente soporte y, además, modificarlo a nuestro antojo. Y no solo eso, sino que al adoptar este motor directamente estamos haciendo compatible nuestro navegador con todas las extensiones de Chrome. Además,
Un navegador sin extensiones no vale nada. Animar a los desarrolladores a lanzar sus propias extensiones en nuestro navegador (como intentó Microsoft con Edge) es inútil. Si queremos que el navegador tenga éxito, debemos pasar por el aro y usar uno de los dos motores actuales: o Gecko, el motor de Firefox, o Chromium.
Inconvenientes
Por supuesto, no todo iban a ser ventajas. Si estamos buscando alejarnos de Google, cualquier navegador basado en Chromium seguirá haciéndonos pasar por el aro de esta compañía. Y, aunque es cierto que tiene muchos menos servicios de recopilación de datos, este sigue controlando nuestra actividad.
Además, todos los problemas que podemos encontrar en el navegador de Google, como, por ejemplo, los problemas de rendimiento y de consumo, seguirán estando presentes. Igual que las limitaciones básicas, como, por ejemplo, sincronizar nuestros datos con otra plataforma que no sea Google.
A todo ello le debemos sumar que no se puede considerar este como el navegador más optimizado y que mejor rendimiento nos da de todas las opciones disponibles en el mercado actual. En gran medida debido a las prestaciones que nos propone este programa, en ocasiones vamos a notar un enorme consumo de recursos del equipo, algo que se hace especialmente patente si disponemos de un ordenador anticuado o limitado en cuanto a sus especificaciones hardware.
Diferencias con Google Chrome
A grandes rasgos los dos navegadores web pueden parecer iguales. Ambos utilizan el mismo motor, las mismas extensiones, e incluso tienen a Google detrás. Sin embargo, hay varios detalles que marcan la diferencia. Empezando, como podremos ver, por el icono.
Lo primero es que Google siempre recomienda descargar Chrome en sus ordenadores. Y no solo eso, sino que no pone las cosas fáciles a la hora de descargar y actualizar Chromium. Chrome es el navegador oficial de Google, y a diferencia de Chromium, es de código cerrado.
Mientras que Chrome intercambia mucha información con Google, Chromium no envía datos de los usuarios a la compañía. Ni informes de fallos, ni telemetría ni nada. Eso sí, esa «privacidad» tiene un precio, y es que las actualizaciones tampoco son automáticas como en Chrome; debemos descargarlas manualmente cada vez que queramos. Además, Chromium puede tener desactivado el modo sandbox (lo que puede suponer un peligro), mientras que en Chrome este modo está siempre activo.
En cuanto a codecs multimedia, Chromium queda un poco detrás de su hermano. Por ejemplo, este navegador es compatible con los formatos Opus, Theora, Vorbis, VP8, VP9, AV1 y WAV, mientras que Chrome, además de esos, suma AAC, H.264 y MP3. La clave se encuentra, sobre todo, en H.264, un formato imprescindible para reproducir vídeo en alta calidad en streaming.
Uno de los puntos débiles de Chromium es que, al ser 100% OpenSource, no incluye algunos componentes de código cerrado que sí incluye el navegador de Google. Por ejemplo, algunos codecs multimedia o plugins PPAPI como el de Flash Player. Este navegador tampoco incluía inicialmente un visor de PDF nativo como Chrome, ya que este era privativo. De todas formas, esto ya fue solucionado hace tiempo incluyendo su propio visor de PDF de código abierto.
Por último, ambos navegadores sincronizan nuestros datos con los servidores de Google (si queremos) para tener una copia de nuestros marcadores, contraseñas y configuraciones en la nube.
Descargar e instalar Chromium
Google nos lleva fácilmente a la descarga de Chrome. No tiene pérdida. Incluso aunque no lo queramos. El navegador de Google está en todos los sitios. Sin embargo, con Chromium la cosa es diferente. Y esta es una de las razones por las que este navegador no tiene más presencia en la red.
Hay varias formas de descargar Chromium en nuestro ordenador. Si optamos por la fácil, no tenemos más que ir al siguiente enlace y pulsar sobre el botón para descargar el navegador. Estas compilaciones se actualizan cada cierto tiempo y podemos descargar siempre la última para Windows, macOS o Linux.
Otra opción para descargar Chromium en nuestro ordenador es acceder al siguiente enlace, donde encontraremos todos los snapshots (o compilaciones) de este navegador. Seleccionaremos nuestro sistema operativo, el número de la build y bajaremos el fichero «chrome-win.zip» (en el caso de Windows) para instalar este navegador. La descarga es la misma que la del punto anterior (se descarga incluso desde el mismo servidor), pero es un proceso más manual para quienes quieren tenerlo todo bajo control.
Chromium no hay que instalarlo en el ordenador. Una vez descargado el navegador, lo único que tendremos que hacer es descomprimir el archivo «chrome-win.zip» en el directorio que nosotros queramos y, dentro de él, ejecutaremos el archivo «chrome.exe» con el icono en azul.
Ya tenemos Chromium abierto en nuestro ordenador y listo para empezar a navegar. Como vemos, la interfaz es prácticamente igual a la de Google Chrome, por lo que no tendremos ninguna dificultad para usarla. Además, en el apartado «Información de Chromium» podremos ver la versión y build que tenemos instalada.
Por desgracia, a diferencia de Chrome, este navegador no se actualiza solo. Otro hándicap a tener en cuenta.
Cómo actualizar Chromium
Por desgracia, Chromium no tiene una función que nos permita mantenerlo siempre actualizado. Y esto es muy importante para los navegadores, ya que un navegador obsoleto puede poner en peligro nuestra seguridad y todo nuestro PC. Además, teniendo en cuenta que las compilaciones son diarias, cada versión corrige fallos que puedan ocasionarnos problemas, aunque también puede añadir nuevos fallos.
La forma clásica de actualizar Chromium es descargando manualmente las nuevas versiones desde los enlaces que hemos facilitado anteriormente y descomprimir el contenido dentro de la carpeta donde tenemos el navegador. Como el perfil no se guarda dentro de la carpeta principal del programa, no tendremos peligro de perder nuestros datos. Incluso si lo cambiamos de carpeta, nuestro perfil seguirá estando disponible.
Por suerte, existe una herramienta llamada chrlauncher que nos permite mantener nuestro Chromium actualizado fácilmente. Cada vez que abrimos el programa comprueba si hay nuevas versiones. De haberlas, descarga la última y la deja lista en nuestro ordenador. El navegador se ejecutará automáticamente después de cada actualización.
Incluso si no hemos descargado Chromium previamente, este programa nos permite bajar la última versión. La forma más fácil, rápida y sencilla de descargar el navegador OpenSource de Google y asegurarnos de tenerlo siempre actualizado.
Otros navegadores basados en Chromium
Chromium es un navegador OpenSource. Y también es un motor que cualquier desarrollador puede usar de forma gratuita. Por lo tanto, si Chromium no nos acaba de convencer (por ejemplo, por su nefasta gestión de las actualizaciones) y queremos algo más completo, podemos recurrir a los siguientes navegadores alternativos.
Así, a continuación, os vamos a hablar de los navegadores de este tipo basados en este proyecto de los que podéis echar mano gratis, para elegir el que más os interese. Aunque muchos de ellos comparten una buena cantidad de funciones al basarse en el mismo motor, tienen sus diferencias. Estas se suelen centrar en apartados como la seguridad, privacidad, interfaz, rapidez en la carga, funciones propias, etc. Es por todo ello por lo que los usuarios tienen una amplia variedad de propuestas en este sentido entre las que elegir. Además, así se puede salir un poco de la tónica de usar siempre y todos, los mismos programas de este tipo.
Edge
Tras muchos años, y muchos fracasos, finalmente Microsoft decidió abandonar su propio motor web y centrarse en desarrollar un nuevo navegador desde cero basado en Chromium. Así nace el nuevo Edge. Este navegador, disponible para Windows 7, 8.1 y Windows 10, es una de las mejores alternativas que podemos encontrar alejadas de la mano de Google. Un navegador que no comparte ni un solo dato con el gigante (aunque sí que los comparte con Microsoft) y que cuenta con una gran cantidad de funciones avanzadas, sobre todo de seguridad y privacidad, para poder navegar por Internet mucho mejor.
Opera
Y si tampoco queremos pasar por el aro de Microsoft, otra alternativa a la que podemos recurrir es a Opera. Opera tuvo su momento de gloria hace años siendo uno de los primeros navegadores repletos de funciones que podíamos encontrar. Pero no supo adaptarse al mercado, y finalmente cayó en declive hasta casi desaparecer.
Aunque en su día era un navegador independiente, a día de hoy este navegador se basa en Chromium, aunque cuenta con una gran cantidad de funciones y características especiales que le diferencias notablemente de sus rivales. Otra gran alternativa para los que no quieren depender ni de Google ni de Microsoft.
Vivaldi
Aquí encontremos un software de este mismo tipo fundado por el ex CEO de Opera, Jon Stephenson von Tetzchner, que se centra tanto en la privacidad como en la estética. De este modo, lo que este desarrollador pretende es ofrecer un producto con una interfaz un tanto original centrada en un esquema de colores y anillos.
Al mismo tiempo nos ofrece funciones propias como un bloc personalizable para anotar páginas web. Eso sí, por motivos de privacidad no permite sincronizar datos entre navegadores, todo ello para distanciarse lo más posible de Google. De hecho, utiliza como motor de búsqueda por defecto Bing, lo que para algunos es un inconveniente, y cuenta con un método propio para la gestión de pestañas. También podemos personalizar los atajos de teclado y cuenta con sus propios gestos de ratón.
Hay que decir que hay una versión Android del programa, pero no iOS. Además, por privacidad algunos servicios no funcionan bien como son la geolocalización, o la traducción automática de webs. Es un software que podéis descargar desde aquí.
Brave
Este es un navegador que podéis descargar desde este enlace y que es algo más joven que otros de los que os hemos hablado. Igualmente, basado en Chromium, se centra en la seguridad y privacidad de los usuarios. De este modo lo que el software hace internamente es bloquear los rastreadores web por defecto. Eso sí, uno de los mayores inconvenientes que presenta, es que no todas las extensiones de Chrome se pueden utilizar en esta propuesta en concreto.
Por otro lado, hay que destacar que soporta más de veinte motores de búsqueda y podemos encontrar versiones tanto para móviles iOS y Android, como para sistemas de sobremesa. Al mismo tiempo merece la pena destacar la velocidad con la que carga las webs. Pero hay que tener en cuenta que por defecto Brave permite la aceleración por hardware, lo que se traduce en un elevado consumo de batería, mayor de lo que estamos acostumbrados en otros navegadores