El nuevo Windows está ya más cerca que nunca. Aunque Microsoft aún no ha dado muchos detalles sobre cuándo lanzará su nuevo sistema operativo a todos los usuarios, un despiste de Intel, y otro de la propia Microsoft, sitúan su lanzamiento aproximadamente en torno al mes de octubre de este mismo año. Y, aunque esta semana parece que no vamos a tener una nueva build Insider Dev, el desarrollo de Windows 11 ha alcanzado un nuevo hito: ya ha entrado en fase beta.
La semana pasada, Microsoft llevó la actual Build 22000.100 a los usuarios Insider dentro del canal de desarrollo Dev. Esta nueva actualización trajo consigo mejoras en la bandeja de sistema, en el sistema de notificaciones, la nueva tienda de aplicaciones para todos y, además, una infinidad de correcciones.
Ahora, continuando con el desarrollo del sistema, esta misma build, ha llegado a los usuarios Insider apuntados dentro de la rama beta. ¿Qué significa esto?
Windows 11 ya es beta
Que Microsoft lleve su sistema operativo a un nuevo nivel de desarrollo ni significa, ni de lejos, que ya esté acabado. Simplemente significa que su desarrollo avanza a buen ritmo y que esta versión ha marcado un punto de inflexión en lo que a funciones se refiere. Con ello, está claro que el nuevo sistema operativo no va a recibir nuevas grandes funciones, sino que, a partir de ahora, su desarrollo se va a centrar en la depuración y la mejora de todas las funciones y características actuales del sistema.
Cualquier usuario que quiera probar este nuevo Windows, incluso si no cumple a rajatabla con los requisitos indicados por Microsoft (como, por ejemplo, tener un chip TPM 2.0), puede instalar la beta de este nuevo Windows. Para ello, tan solo debe ir al apartado de Configuración > Actualización y seguridad de Windows 10, y entrar en el programa de Windows Insider seleccionando que quiere participar en el canal Beta del SO. Tras reiniciar, en Windows Update nos saldrá esta nueva build, la cual podemos bajar e instalar.
¿Ya puedo instalar el nuevo Windows con seguridad?
No. Aún es pronto para instalar este nuevo sistema operativo en el ordenador con un fin que no sea probarlo o programar para él. Windows 11 aún tiene fallos y problemas, muchos reconocidos por Microsoft, y otros muchos pendientes de revelar en las futuras actualizaciones del SO, y usarlo en el ordenador principal puede ser contraproducente.
Aunque Windows 11 ya sea beta, sigue siendo un sistema en una fase muy temprana de su desarrollo. Además, muchos fabricantes aún no han lanzado nuevas versiones de sus drivers, por lo que algunos dispositivos pueden no funcionar con normalidad.
Si queremos probar el nuevo Windows 11 es necesario usar un ordenador secundario, que no usemos como principal, para hacernos una idea de sus funciones, pero nada más. O, mejor aún, montarlo en una máquina virtual gracias a la cual podremos trastear con él todo lo que queramos y, cuando nos cansemos, podremos eliminar sin problema.
Recordamos que solo disponemos de 10 días, en caso de actualizar nuestro PC, para volver a Windows 10. Si agotamos este tiempo, la única salida para volver atrás será la de formatear.