He instalado un SSD nuevo con Windows y mi ordenador ya no funciona, ¿qué hago?
26Actualmente, es impensable adquirir un ordenador portátil o de sobremesa que no incluya como unidad de almacenamiento principal un SSD. Estas unidades ofrecen elevadas velocidades de transferencia y se han estandarizado en la informática moderna por mejorar el rendimiento general del sistema. Pero, ¿qué pasa si tras instalar un SSD mi ordenador con Windows no arranca?
Los SSD se han impuesto a los tradicionales discos duros o HDD por sus velocidades de transferencia. Las unidades SSD SATA suelen ofrecer, como mínimo, 8 veces más velocidades de transferencia que un HDD. Esta diferencia se dispara brutalmente con respecto a las unidades SSD M.2 PCIe, que pueden ofrecer velocidades de transferencia 100 veces superiores a las de un HDD.
Dichas diferencias de velocidades de transferencia se traducen en mejoras sustanciales de rendimiento. El sistema operativo carga en mucho menos tiempo, la ejecución de aplicaciones es más fluida o los juegos reducen los tiempos de carga notablemente.
Si has instalado un SSD en tu ordenador y el equipo no arranca, puede ser por dos motivos. Vamos a explicarte estos casos y qué procesos debes realizar.
Y es que en determinadas circunstancias se puede dar el caso de que este cambio Lo hayamos hecho en por ejemplo en el ordenador del trabajo. De ahí que tengamos prisa por poder seguir utilizando nuestro equipo lo antes posible, donde el disco sólido es un elemento clave.
No se inicia tras instalar el SSD
Hemos adquirido un SSD y lo hemos conectado a nuestro ordenador. Conservamos el viejo HDD con Windows instalado. Ahora nos encontramos con que no arranca, nos dice que no hay sistema operativo instalado.
La placa base ha detectado la unidad SSD y la toma como la principal del sistema, pero no tiene Windows. Que la detecte así puede ser porque la hemos conectado en un puerto SATA 2 y el HDD este en un puerto SATA 3, esto hace que detecte que el SSD es «más importante» por decirlo de algún modo.
Nos interesa instalar Windows en el SSD para obtener el mejor rendimiento. Para ello deberías tener una memoria USB para instalar Windows, algo que deberías haber hecho previamente al proceso de instalación del SSD para disponer del ordenador lo antes posible.
Ahora, es necesario entrar en la BIOS para modificar las unidades de arranque. Para acceder a ella debemos pulsar F2 o SUPR, y luego, seguir estos pasos:
- Vamos a la pestalla de «Arranque» o «Boot»
- Debemos buscar «Boot Option» o «Boot Order» que establece la prioridad de arranque. Tenemos que ir a la que aparece indicada como «#1».
- Se abre un menú y debemos elegir la unidad SSD.
- Una vez listo, debemos guardar los cambios y reiniciar, que aparecerá al final del menú de opciones.
Una vez se reinicie, ya debería aparecer la opción de instalar el sistema operativo en la unidad SSD.
Instalamos Windows en el SSD y deja de funcionar
Vamos a suponer que hemos conectado el nuevo SSD y le hemos instalado Windows. No queremos tirar a la basura el viejo HDD y le hemos desinstalado el sistema operativo, vamos, lo hemos formateado y dejado limpio. Esto es una gran opción, ya que podemos usarlo para almacenar archivos.
Pero, ahora nos encontramos con la situación que el ordenador no inicia el sistema operativo. Entra en una especie de bucle de reinicios o nos dice en pantalla que el disco duro no tiene sistema operativo instalado. Debemos realizar las siguientes acciones.
Verificar el SSD desde la BIOS
Hemos desconectado el HDD para conectar el SSD e instalar el sistema operativo. Una vez realizado el proceso, volver a conectar el HDD, pero de repente ya no inicia el sistema. Es posible que el puerto del SSD se haya desconectado al dar prioridad al HDD.
Debemos verificar que la placa base está detectando la unidad SSD. Para ello, durante el proceso de arranque debemos pulsar las teclas F2 o SUPR para acceder a la BIOS. Una vez dentro debemos ver si en la zona de unidades de almacenamiento, efectivamente, aparece el SSD.
Si no apareciera, lo primero que debemos hacer es apagar el ordenador y cambiar el SSD de puerto, concretamente al puerto SATA 1. Esto debemos hacerlo porque algunos conectores SATA se desactivan al considerarse secundarios. No es muy común, pero puede suceder.
Orden de inicio de las unidades de almacenamiento
La BIOS detecta tanto el HDD como el SSD, pero de todos modos, no hay manera de iniciar Windows. Aquí tenemos el problema que la placa base está queriendo arrancar Windows desde el HDD formateado. Esto es algo normal, ya que la placa base reconoce la unidad y sabía que iniciaba desde ella.
Tenemos que cambiar la unidad de arranque del sistema en la BIOS. Pulsaremos F2 o SUPR para acceder a la BIOS y luego seguiremos estos pasos:
- Vamos a la pestalla de «Arranque» o «Boot»
- Debemos buscar «Boot Option» o «Boot Order» que establece la prioridad de arranque. Tenemos que ir a la que aparece indicada como «#1».
- Se abre un menú y debemos elegir la unidad SSD.
- Una vez listo, debemos guardar los cambios y reiniciar, que aparecerá al final del menú de opciones.
Esto cambia la configuración y establece que la unidad SSD es la principal y debe arrancar siempre desde aquí. Si tenemos varios sistemas operativos en varios discos duros, en la mayoría de placas base pulsando F11 (puede variar según el fabricante) podemos acceder al «Boot Menu». Este es un menú sencillo que permite elegir cada vez la unidad de almacenamiento desde la cual queremos arrancar.