El temor de los usuarios hacia un nuevo lanzamiento de Windows se divide a partes iguales entre los problemas que pueda tener, y tener que volver a pasar por caja. Windows es un producto de pago, y no precisamente barato. Por tanto, gastarnos entre 150 y 250 euros (dependiendo de la versión) en un producto que solo nos va a durar 5 años, duele bastante. Sin embargo, la llegada de Windows 11 no tiene por qué preocuparnos. Si tenemos una clave original de Windows de Windows 7, 8.1 o 10, vamos a poder actualizar a Windows 11 sin tener que hacer nada más.
Las claves de Windows 7 funcionan en Windows 11
Windows 7 tenía sus propias licencias (aunque los usuarios de Vista podían comprar una nueva clave con descuento), y Windows 8 tenía sus propias claves. Sin embargo, Microsoft rompió los moldes con Windows 10. Este sistema operativo, además de venderse por separado, podía activarse usando las claves originales de Windows 7 y de Windows 8.1. En un principio, esto iba a ser válido solo durante el primer año, aunque han pasado ya 6 años y sigue siendo posible pasar de 7 y 8 a Windows 10 gratis. Y lo va a seguir siendo de cara a Windows 11.
Ahora que tenemos las primeras versiones de Windows 11 entre manos, hemos podido comprobar de primera mano cómo aún es posible activar Windows 11 si tenemos una clave original de Windows 7 o de Windows 8.1. El único requisito es que sea una clave Retail original, en el caso de ser un PC nuevo, o una OEM si seguimos usando el mismo hardware. Al activar Windows desbloqueamos las opciones de personalización bloqueadas, eliminamos la marca de agua de activar el sistema y podemos probar a fondo todo lo que nos ofrece Windows 11 sin restricciones.
La mayor parte de los usuarios prefiere poner en peligro el PC usando estos programas ilegales antes que pagar la licencia de un sistema operativo que usa a diario. Algo peligroso y absurdo, y más teniendo en cuenta que las claves de hace más de 12 años siguen siendo válidas para Windows 10, y lo serán para el próximo Windows 11.
El proceso de activación no ha cambiado ni una línea
Windows 11 no va a ser un sistema operativo nuevo, sino que cada vez hay más indicios de que se trata de una actualización más de Windows 10. Y el proceso de activación del sistema operativo es, de nuevo, una prueba más de ello.
Como en todas las versiones, al instalar Windows 11, el propio asistente nos pedirá la clave de producto de manera que el sistema se active automáticamente al acabar la instalación. También podemos continuar sin clave, aunque al acabar estaremos usando un sistema limitado hasta que lo activemos. El asistente de activación de Windows 11 es idéntico al de Windows 10. Podemos encontrarlo dentro del panel de Configuración del SO, y en él veremos el estado actual de la licencia y podremos cambiarla.
Los activadores de Windows siempre han sido una lacra para Microsoft. Sin embargo, la compañía tampoco se preocupa en mejorar el proceso de activación, ya que los activadores que ya existen para Windows 8 y 10 son totalmente válidos y funcionales en Windows 11. Una prueba más de que, a nivel interno, sigue siendo el mismo SO con nueva corbata.