Windows 10 es el sistema operativo centrado en equipos de sobremesa que más se usa en todo el mundo. Este es un software que intenta adaptarse a la gran mayoría de sus cientos de millones de usuarios, algo que logra de cierto modo. Pero con todo y con ello, no podemos afirmar que sea un sistema totalmente robusto y seguro.
Con esto lo que os queremos decir es que a pesar de toda su potencia y funcionalidad, como sabréis Windows 10 tiende a tener errores, a veces de forma totalmente inesperada. Estos se pueden dar por multitud de razones y vías. Unas veces por culpa del propio sistema, otras por algo que envíe Microsoft, y los usuarios no estamos exentos de culpa. De hecho se podría decir que en muchas ocasiones, más de las que nos atrevemos a admitir, somos nosotros mismos los que provocamos esos fallos en Windows.
Ya sea por desconocimiento, o por error, estos problemas de los que os hablamos los provocamos nosotros, de mayor o menor gravedad. Es por ello que al mismo tiempo se puede decir que buena parte de la culpa de ciertos errores o fallos en Windows, son por culpa nuestra. Y es que hay ciertas cosas de deberíamos evitar tocar o cambiar en Windows para así prevenir estos fallos de los que os hablamos.
Hacer cambios en el registro de Windows
El registro de Windows es uno de los apartados más delicados de todo el sistema operativo y que está al alcance de cualquiera. Lo cierto es que si se usa sabiendo lo que se hace, es excelente para modificar ciertos parámetros en profundidad. Pero igualmente es muy peligroso y delicado para aquellos sin los conocimientos necesarios.
Es por ello que un mal uso del registro desde su editor, puede ser catastrófico para el sistema operativo como tal. Pues provocar errores de todo tipo, desde fallos en funciones, hasta un bloqueo completo del software.
Eliminar archivos y carpetas del sistema
Por regla general, el propio Windows no nos permite modificar ni borrar ciertas carpetas y archivos propios importantes. Pero esto no siempre es así en todos los casos, además de existir maneras de saltarnos esos bloqueos. Hay que tener en cuenta que en ocasiones, para liberar espacio en las unidades de disco, eliminamos contenidos de este tipo que os comentamos.
Estos suelen estar en la carpeta de Windows, o en Users, por lo que debemos evitar borrar contenidos sin saber con exactitud lo que estamos haciendo en todo momento.
Finalizar procesos desconocidos
En ciertas ocasiones, cuando vemos que se está consumiendo mucha memoria RAM o CPU del equipo, echamos mano del Administrador de tareas de Windows. Aquí se listan todos los procesos de aplicaciones y del sistema que están en ejecución en ese momento. Algunos de ellos en determinados casos son muy importantes para el funcionamiento del sistema.
Por tanto, si borramos alguno que no debiéramos, puede convertirse en un mal funcionamiento del sistema. Lo bueno aquí es que ese daño que provocamos a Windows, en este caso se puede solucionar con un reinicio del PC, no como en los casos anteriores, que el daño puede ser permanente.
Apagar el PC con Windows directamente
Hay muchas maneras de cerrar y apagar un PC con Windows, pero se pueden distinguir entre buenas y malas. Por ejemplo, de entre las buenas podemos hacerlo a través del menú Inicio, con el botón de apagado. Eso es lo correcto y que nos ayudará a evitar problemas con el sistema. Sin embargo apagar el PC por la vía rápida nos puede resultar más cómodo, pero dañino para el propio sistema operativo.
Con esto nos referimos a la posibilidad de apagar el PC directamente desde su botón físico. Muchas veces, al volver a encenderlo, puede que no pase nada, pero también podemos dañar el sistema como tal, por lo que deberíamos evitar este método.