Windows no es, ni de lejos, el sistema operativo más ligero y optimizado que nos podemos encontrar. Si a esto le sumamos que, con el lanzamiento de Windows 11, Microsoft disparó los requisitos para poder instalar y usar su sistema, dejando a millones de ordenadores obsoletos, muchos usuarios optan por buscar, bajar e instalar versiones modificadas del sistema operativo que nos permita tener un sistema más rápido y optimizado y, además, poder instalarlo sin cumplir los requisitos. Y, aunque es una salida muy recurrida, en realidad esconde multitud de peligros.
En la red podemos encontrar una gran cantidad de imágenes ISO de Windows modificadas. Por citar algunas, algunas de las más vistas y descargadas son MiniOS, AtlasOS, ReviOS, Ghost Spectre y una de las últimas tendencias, Tiny10/Tiny11. Todos estos sistemas tienen como objetivo permitirnos instalar una versión modificada de Windows, más rápida y optimizada que la normal. Sin embargo, si optamos por ello, estaremos poniendo gravemente en peligro nuestro ordenador.
Cuando optamos por instalar una de estas versiones modificadas de Windows, lo primero que debemos tener en cuenta es que sus creadores han cambiado componentes internos del sistema, lo cual se va a traducir, tarde o temprano, en problemas. Podemos tener problemas a la hora de actualizar el sistema, o instalar algunos programas al detectar que estos componentes han sido modificados. Y, si por algún motivo Windows intenta repararlos, entonces todo el sistema entrará en caos.
Otro problema al que debemos enfrentarnos es a los hackers y a los virus. Y es que estas versiones deshabilitan funciones de seguridad del sistema operativo con la excusa de que así serán más rápidos, cuando en realidad lo que conseguimos es que estemos en peligro frente a los hackers.
Hablando de hackers, muy poca gente hace las cosas en Internet de forma altruista. Y la forma en la que los creadores de estos sistemas obtienen dinero es ocultando malware dentro de los Windows modificados. Se conocen casos, como los del MiniOS, donde el desarrollador instaló puertas traseras a través de las cuales infectaba los PCs con malware. Incluso llegó a instalar de forma masiva software de minado de criptomonedas en los PCs que habían instalado estos Windows modificados.
Otro problema al que también tendremos que hacer frente es al de no tener actualizaciones. Al ser un Windows modificado, las actualizaciones van a dar problemas. Por tanto los desarrolladores de estos sistemas las deshabilitan. Esto se traduce en que no solo no tendremos las últimas novedades de Windows, sino que también estaremos expuestos a las vulnerabilidades que se descubran para estos sistemas.
Por último, queremos hacer referencia al tema legal. Y es que Microsoft no permite modificar sus sistemas, por lo que estamos instalando un software ilegal. Y no solo eso, sino que también muchos de estos sistemas traen claves KMS o parches para activarlo de forma ilegal, lo cual nos puede traer problemas legales.
Tiny10/Tiny11, la «excepción»
Como vemos, los Windows modificados son una opción repleta de riesgos y peligros. Sin embargo, si no nos queda otra, nosotros solo confiaríamos en una: Tiny10 (o Tiny11). Aunque no deja de ser un sistema recortado y modificado (con los problemas que eso supone), su desarrollador al menos es conocido dentro del sector, y se sabe de sobra que es de fiar.
Además, el no modifica librerías ni archivos internos de Windows. Ni tampoco activa el sistema con una clave ilegal (viene sin activar). Además, la imagen ISO para instalarlo, aunque la ofrece él, también nos da la herramienta para crearla nosotros. Y además es de código abierto. Esto nos brinda un poco más de seguridad y fiabilidad.