Plex es uno de los programas más usados para montar un centro multimedia en casa. En él podemos indexar toda nuestra biblioteca de películas, series, fotos y música, y acceder a ello desde cualquier ordenador, móvil, televisor o dispositivo que esté conectado a Internet, incluso desde fuera de casa. Se trata de un servicio que, además, cada vez es más habitual debido a los abusos que están llevando a cabo Netflix, Disney y demás plataformas de streaming. Pero su problema es que tiene muchos mitos alrededor.
Seguro que hemos oído hablar de Plex alguna vez. Y podemos haber oído hablar muchas cosas buenas, y malas, de este programa. Con el fin de aclarar todos los posibles malentendidos que giran en torno a él, hoy vamos a analizar los 7 mitos más extendidos sobre este programa, viendo si son de verdad o si pueden llegar a ser falsos.
Mitos relacionados con Plex Pass
Plex Pass es, digamos, «la versión de pago» de este centro multimedia. A cambio de una suscripción, o un pago único bastante grande, podemos tener acceso a todas las funciones que nos ofrece este centro multimedia. Ninguna de las características que ofrece esta suscripción es vital para poder usarlo, sino que son unos añadidos que, si bien pueden mejorar la experiencia de uso, muchos pueden no necesitar.
Es necesario para poder compartir el servidor
Este es uno de los mitos más extendidos dentro de este centro multimedia, y la verdad es que es totalmente falso. La versión gratis de Plex nos permite compartir nuestra biblioteca hasta con 100 amigos al mismo tiempo, siempre y cuando el hardware de nuestro ordenador, NAS o servidor pueda manejar todas las conexiones a la vez. Basta con entrar en los ajustes y configurar desde allí las opciones de acceso remoto al servidor.
Si no pagas no puedes conectarte desde fuera de la red
Similar al anterior, si solemos viajar y queremos acceder desde fuera de nuestra red local al servidor Plex es necesario pagar. Otro mito que es totalmente falso. Una vez que tenemos configurado nuestro servidor Plex en casa, lo único que tenemos que hacer es habilitar el acceso remoto, y abrir el puerto en nuestro router, para poder conectarnos a él y acceder a todo nuestro contenido desde cualquier lugar. Tan solo tenemos que entrar en plex.tv, iniciar sesión con nuestro usuario y contraseña y ya tendremos todo nuestro catálogo.
Solo puedes hacer transcodificación si pagas
Lo ideal, siempre que se pueda, es hacer una transmisión directa, ya que así tenemos la mejor calidad y todo funciona más rápido. Pero si el cliente no soporta el formato original, sí que tiene que convertirlo «al vuelo», es decir, en tiempo real.
Plex Pass permite hacer transcodificación por hardware, es decir, usar la GPU para codificar el vídeo mucho más rápido gracias a la potencia de este chip. No obstante, los usuarios que no paguen sí que pueden hacer transcodificación, pero solo por software, es decir, usando la CPU del ordenador (lo que es mucho más lento y puede dar problemas).
Plex Pass soporta más formatos de vídeo y audio
Otro mito muy extendido por toda la red que, además, es totalmente falso. Tanto la versión gratis del servidor, como la versión de pago, soportan los mismos formatos de audio y vídeo, que son los siguientes:
- Formatos: mp4, m4v, mkv, avi, etc. No soporta ISO.
- Codecs de vídeo: H.264/x264/AVC, H.265/x265/HEVC, DivX/Xvid, WMV, VC-1, mp4, etc.
- Codecs de audio: AAC, AC3, DTS, DCA, mp3, vorbis, WMA, FLAC, etc.
Otra cosa es que el cliente soporte, o no, los códecs. Si los reproduce sin problemas, la conexión se hace directa. En caso contrario, hay que codificarlo. Pero bajo ningún concepto los formatos compatibles dependen de si pagamos o no.
Otros mitos
Además, también hay otros mitos relacionados con el funcionamiento general del centro multimedia, mitos que, de nuevo, son falsos.
Las series y películas se guardan en los servidores de Plex
Otro de los mitos más falsos que un billete de 4 euros. Todo el contenido multimedia se debe guardar en nuestro disco duro, ya sea conectado al PC, a un servidor, NAS, etc. Pero en Plex no guardamos absolutamente nada. Cuando entramos en la web y accedemos a nuestro servidor, lo único que hacemos es un puente entre nuestro cliente y el servidor de casa. Pero los datos tienen que estar, sí o sí, en nuestro disco duro.
Lo que sí se guarda en los servidores de Plex son los metadatos. Es decir, podrán saber qué es lo que tenemos o no tenemos en el servidor. Pero nada más.
Si nos conectamos desde casa, los datos se envían a Internet
Otro mito falso. Si nos conectamos desde casa, la transmisión de los datos se realiza siempre a través de la LAN. Es decir, aunque las aplicaciones (por ejemplo, si usamos una app en la tele, o en una consola) necesiten conectarse a los servidores de Plex para acceder a cierta información (generalmente relacionada con metadatos), cuando vamos a reproducir un archivo, la reproducción se hace directamente desde la red local, lo que garantiza tener siempre la máxima velocidad.
El cliente se encarga de transcodificar los formatos incompatibles
Para acabar, vamos a hablar de otro mito falso. La transcodificación se hace siempre en el servidor, y una vez codificado el vídeo se envía al cliente. Por lo tanto, si vamos a usar la transcodificación debemos asegurarnos de que el servidor es lo suficientemente potente como para poder hacer uso de esta función. O, si no, al menos pagar por Plex Pass para que pueda hacer uso de la codificación por hardware.
Pero, sea como sea, el cliente jamás codifica el vídeo, es un mero receptor.