Los datos que guardamos en el ordenador pueden verse comprometidos por muchas razones. Por ejemplo, podemos infectarnos por un virus, o podemos sufrir un fallo mecánico en la unidad de almacenamiento. Sin embargo, hay veces que el culpable de que estos datos estén en peligro no es otro que un fallo en el propio Windows, fallo que, por muy actualizado que tengamos el ordenador, no tenemos nada que hacer frente a él. Y esto es lo que acaba de pasar a los usuarios que, con un procesador nuevo, han instalado Windows 11, el nuevo sistema operativo de Microsoft.
Hace algunas horas, Microsoft daba a conocer un fallo en su sistema operativo que puede llegar a corromper los datos de los discos duros de los usuarios. Este fallo afecta a los usuarios que tienen ordenadores con procesadores nuevos, y tienen instalado, además, tanto Windows 11 como la edición de servidor Server 2022 en el equipo.
El problema se encuentra en el soporte para los nuevos algoritmos de cifrado Vector Advanced Encryption Standard (VAES). Tal como informa Microsoft, al usar estos algoritmos junto a otros más comunes, como AES-XTS o AES-GCM, existe un elevado riesgo de pérdida de datos en los sistemas afectados. Sin embargo, tampoco se ha proporcionado mucha más información al respecto.
Actualizar Windows para proteger los datos
Este grave problema ha sido solucionado por Microsoft a través de los parches publicados los pasados 24 de mayo y 14 de junio de este mismo año. Por tanto, los usuarios que ya tengan los ordenadores actualizados no deberían tener de qué preocuparse. Eso sí, estas actualizaciones han hecho que los ordenadores vayan mucho más lentos.
Tal como han demostrado algunos usuarios, tras instalar estas actualizaciones, las operaciones basadas en AES llegan a tardar el doble de tiempo en realizarse tanto en Windows 11 como en la edición Server del sistema operativo.
Algunos de los escenarios donde más se puede notar la pérdida de rendimiento es a la hora de usar software de cifrado como BitLocker, o conexiones seguras a través de Internet como el uso del protocolo TLS. Estos programas hacen uso de las nuevas rutas configuradas para el uso de los algoritmos VAES, pero dada su naturaleza, la pérdida de rendimiento es más que notable.
Solución a los problemas de rendimiento
Sin embargo, por suerte, esta vez Microsoft no se ha conformado con el resultado. Y es que, con los parches lanzados el pasado mes de julio, la compañía consigue solucionar por completo los problemas de rendimiento en Windows 11 y Windows Server 2022 y hacer que los sistemas vuelvan a rendir al máximo al trabajar con algoritmo de cifrado sin el riesgo que eso suponía para los datos.
Por tanto, Microsoft recomienda encarecidamente a todos los usuarios instalar la actualización de junio de 2022 para corregir los fallos que nos podían hacer perder los datos por un mal uso del cifrado, y posteriormente instalar las actualizaciones de seguridad de julio, las cuales restauran el pleno rendimiento del ordenador.
Si no hemos instalado las actualizaciones de junio y julio por este motivo, los nuevos parches de agosto, previstos para hoy mismo, corregirán automáticamente estos problemas de cifrado sin hacer que el PC vaya lento.